El objetivo del té verde siempre está mal

Capitulo 74

"Feng Xuan, ¿quién es ese? ¿Tu novio?"

    Los compañeros parlotearon y se reunieron alrededor de Feng Xuan, sus ojos se dirigieron con curiosidad a Yue Chu que estaba de pie abajo, emocionados.

    Feng Xuan sacudió la cabeza avergonzada y explicó con seriedad: "Es mi hermano".

    Yue Chu era tan bueno, que simplemente no era lo suficientemente buena para él.

    Los compañeros estaban aún más emocionados, oh dios mío, un hermano tan guapo, Feng Xuan debería ser tan feliz.

    "Tu hermano ha venido a buscarte estos días, también debería está preocupado por el caso del asesinato, qué suave. Aun así, debes tener cuidado al vivir en esa zona, veo que las noticias de hoy siguen diciendo que no hay ninguna pista".

    "Sí, sí, da miedo decirlo".

    Feng Xuan dio las gracias a sus colegas uno por uno, antes de recoger apresuradamente sus cosas y bajar las escaleras.

    Cuando Yue Chu la vio llegar, la sonrisa de su rostro se volvió más suave y brillante, incluso más brillante que la puesta de sol del atardecer.

    La ligera brisa agitaba su pelo y su camisa de manga larga blanca como la nieve ondeaba ligeramente, haciéndole parecer un héroe salido de un cómic, haciendo que su corazón se agitara.

    En menos de diez minutos, siete u ocho personas se habían acercado para entablar una conversación, por no hablar de los que se giraban con frecuencia para mirar al apuesto hombre.

    "Buen trabajo".

    Yue Chu cogió la bolsa de la mano de Feng Xuan y la puso sobre el pedal de la moto, poniéndole el casco antes de arrancar.

    La moto fue comprada por el cuerpo original y no había sido utilizada en mucho tiempo, pero todavía parecía relativamente nueva. La carcasa blanca era brillante y hermosa, la carrocería tenía bellas líneas, arrancaba sin problemas y los frenos eran prácticos, el único inconveniente era que sólo tenía dos ruedas.

    Menos mal que el lugar de trabajo de Feng Xuan no estaba muy lejos, así que montar en la moto era bastante cómodo, de lo contrario Yue Chu habría tenido que ir en el metro.

    "¿Has terminado de sentarte?"

    Feng Xuan se abrazó a la cintura de Yue Chu y apoyó su cabeza en su ancho hombro, sintiendo que la felicidad se desbordaba de su pecho.

    Después de todos esos años de enfrentamiento con ella, el cielo finalmente había abierto una ventana para ella también.

    Las comisuras de su boca estaban llenas de sonrisas, sus hermosos ojos estaban llenos de felicidad y alegría, y su rostro originalmente pálido estaba teñido de un rubor del color de las manzana, al igual que millones de chicas corrientes que por fin estaban viviendo una vida corriente y hermosa.

    Era viernes, y Yue Chu no quería que Feng Xuan tuviera que esforzarse en cocinar después del trabajo, así que los dos se limitaron a comer juntos una gran comida fuera y se fueron a casa tranquilamente hasta las diez.

    En ese momento, el pequeño y aislado callejón estaba desierto, con sólo la tenue luz que apenas iluminaba el camino frente a ellos.

    Por suerte, Yueh Chu tenía buena vista y condució sin problemas todo el camino.

    Los dos estaban riendo cuando de repente oyeron el grito de una chica no muy lejos.

    Yue Chu frunció el ceño y giró su moto para ir en dirección al sonido.