6 man | H.S

26|Posesión.

Posesión: la capacidad de controlar a los seres vivos entrando en su cuerpo.

S.E // La Septima Suprema.

"¿Frida? ¿Te importaría sacar el pollo del horno?" pregunté en voz alta, agarrando el tazón de papas con fuerza mientras las llevaba a la mesa del comedor.

"Por supuesto." asintió Frida, caminando hacia el horno y haciendo lo que le había pedido.

"Cariño, necesitas calmarte." dijo la abuela, agarrando mi muñeca suavemente, evitando que siguiera poniendo la mesa.

"Solo quiero que esta cena salga bien." dije con un suspiro, hundiendo los hombros y mordiéndome el labio con nerviosismo. "N-no sé qué haría si él fuera un-"

"Esperemos y recemos para que no lo sea." me interrumpió la abuela en voz baja, dándome una cálida sonrisa tranquilizadora que provocó mi propia sonrisa temblorosa. "Mantente optimista."

"Lo intentaré." suspiré ligeramente saliendo de la cocina y hacia el comedor para poner la mesa.

Mientras Sephy y yo cocinábamos y poníamos la mesa, Frida y la abuela trabajaban en el hechizo y montaban el equipo necesario para ello. Tomando dos platos con cada una de mis manos, fruncí el ceño hacia los otros platos que también debían llevarse a la mesa. Una sonrisa se grabó en mis labios mientras entrecerraba los ojos hacia los platos, haciendo que se elevaran y levitaran en el aire, antes de darme la vuelta. Pasando mi mirada por encima de mi hombro, los vi flotar lentamente en el aire, siguiéndome fuera de la cocina y hacia el comedor.

"Sage," tía Sephy frunció el ceño tan pronto como me vio, colocando los posavasos. "¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso?"

"Necesitaba una mano." me encogí de hombros ligeramente, dejando los dos platos antes de agitar mis manos, mirando los otros tazones y platos flotando a mi alrededor. "¿Debería cambiarme?" cuestioné con un giro de mi muñeca, asegurándome de que todos los platos cayeran en los lugares correctos con cuidado.

"No, creo que te ves bien." me dijo, echando un vistazo a mi atuendo actual, que consistía en jeans ajustados y un top de Guns N' Roses.

"Me cambiaré la camiseta." dije en su lugar, notando una mancha en mi manga, frunciendo el ceño. "Además, ¿cómo va a funcionar el hechizo?"

"Básicamente, Harry tiene que comerse este pollo." dijo la tía Sephy, señalando el pollo a la parrilla que aún humeaba. "Mientras él come eso, la abuela murmurará un hechizo-"

"¿Acaso no lo encontrará extraño?" pregunté, refiriéndose al murmullo de la abuela.

"Solo di algo como que ella siempre habla consigo misma antes de cenar." dijo tía Sephy, haciéndome asentir en respuesta. "Mientras la abuela murmura el hechizo, podrá saber si Harry es un cazador o no."

"Está bien." asentí lentamente, tragando saliva ante la idea de que él fuera un cazador. La tía Sephy notó mi expresión tensa, tocándome la mejilla y sonriendo suavemente.

"Realmente espero que no lo sea por tu bien." me dijo mientras apretaba mis labios y asentía con un suspiro.

Luego corrí rápidamente escaleras arriba, entré en mi habitación y me dirigí directamente a mi armario. Tirando mi remera actual, encontré una blusa de color nude, tirando de ella antes de fruncir el ceño cuando me di cuenta de que acentuaba mucho mi pecho. Oh bueno. En el fondo de mi cabeza sabía que mi abuela iba a comentarlo, diciendo algo como 'vas a distraer al pobre chico en lugar de dejarlo comer'.

Me reí para mis adentros ante la idea, caminando hacia mi espejo para ver mi apariencia, pasando mis dedos por mis rizos y comprobando si mi maquillaje de esta mañana todavía estaba intacto. Por el rabillo del ojo, pude ver una figura subiendo a mi balcón. Mis ojos rodaron automáticamente, notando que era Harry, quitándose el polvo de sus jeans oscuros antes de mirar hacia arriba y a través de las puertas de vidrio con el ceño fruncido. Sus cejas se dispararon, una encantadora sonrisa con hoyuelos se extendía en sus labios cuando me vio, enviándome una pequeña ola cuando me acerqué a las puertas y las abrí.