Tenten 8
El incienso está por acabarse y eso quiere decir mi tiempo junto a las cenizas de Neji también está por concluir. Observó la pintura que han escogido para la ocasión... se ve tan joven y sereno en ella, pero no está realmente sonriendo me pregunto si realmente fue feliz alguna vez.
—Tenten-san —susurra Hinata mientras me toca suavemente el hombro. Yo volteo a mirarla rápidamente—, Sasuke-san nos llama. Lo lamento, pero es hora de irnos.
Yo asiento suavemente—. Les alcanzaré en un minuto —digo educadamente. Hinata es muy amable y entiende mi indirecta.
Ella asiente, se limpia las lágrimas de la cara una vez más y suavemente toca la urna de Neji. Susurra algo que no logro escuchar, da media vuelta y sale del salón principal.
Hiashi-sama ha decidido velar a Neji en el interior de la mansión, pero ha pasado poco tiempo en su compañía quizá porque se siente culpable.
—Es hora de irnos —dice la otra Tenten en mi cabeza.
Yo arrugó el entrecejo, si ella no hubiera venido esto jamás habría ocurrido.
—Sabes que no es verdad —responde—. La probabilidad de que esto pasara era...
—¡Guarda silencio! —grito y ella calla. Afortunadamente nadie ha visto mi arrebato de ira o creerían que me he vuelto loca por gritarme a mí misma.
Me levanto suavemente, el kimono negro ha sido un detalle de Sakura-san, es demasiado costoso para mí, pero no pude rechazarlo. La fina tela me acompaña con un suave ruido hasta la urna.
—Tranquilo, Neji —susurro hacia la fría caja—. Estaremos bien, lo prometo —. Cierro los ojos una vez más, imaginando que él está junto a mí. Me gustaría estar más convencida de mis propias palabras, pero en verdad no sé qué tan bien estaremos sin él ¿Cómo continuaré mi vida con normalidad? ¿Qué clase de vida tengo ahora?
—Tenten —esta vez es Gaara-san quien me habla desde la puerta de la estancia—. Es hora de irnos... Hiashi-sama está enfurecido.
Yo asiento, doy un último vistazo a la pintura de Neji y abandono la sala en compañía de joven pelirrojo quien ha resultado un gran compañero.
Lo que me ha comunicado Gaara-san es verdad. Hiashi-sama tiene a Hinata tomada fuertemente del brazo y detrás de ella Sasuke-san mantiene la guardia arriba.
—Suéltame, padre, por favor —dice Hinata al borde del llanto—, no me obligues a pedirle a mi guardaespaldas que me libere.
El rostro de Sasuke-san se encuentra escondido detrás de una máscara con facciones de cuervo. Hiashi-sama no puede saber que es él quien nos protege pues eso podría crear ciertos conflictos innecesarios entre la familia Uchiha y la Hyuga.
Al menos en esta vida, Hiashi-sama no ha desarrollado su Byakugan para estar a la altura de Sasuke-san y a menos que su máscara caiga es básicamente imposible que lo descubra.
—Padre, por favor —ruega Hinata de nuevo—. Déjame ir.
—Hinata, hija... entra en razón. Tienes que volver a tu hogar... Ese pobre chico no te traerá nada bueno —Hinata-san forcejea para salir de su agarre, pero Hiashi-sama es más fuerte que ella—. Al menos dime dónde vives ahora —pide él.
Hinata niega fuertemente—. Déjame ir padre.
—¡HINATA! Madura, ya por favor. No puedes dejar a tu familia de esta forma —grita Hiashi-sama
Hinata deja de luchar, pero mira a Sasuke-san y asiente ligeramente. Aquella señal es lo único que el Uchiha esperaba. En un movimiento absurdamente rápido Sasuke-san se interpone entre Hinata y Hiashi-sama. El líder de la familia tropieza hacia atrás un par de centímetros—. Lo que haces es una vergüenza para todos —dice Hiashi-sama furioso por el comportamiento de su hija.
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Contra el destino (Tenten)
Hayran KurguY, de pronto te das cuenta de que has caminado en círculos, y al volver al mismo punto te preguntas ¿tiene el camino un destino o estamos condenados hasta el final? Siempre supe lo que se avecinaba y estaba lista para enfrentarlo. Cuando encontré a...