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JASIRI:

No sé por cuánto tiempo más seguí llorando, ni tampoco supe cómo Janja me resistió todo ese tiempo, incluso él también se unió a mi en mi llanto, si algo sabíamos los dos era que odiábamos ver a mamá borracha, ya que todas las veces en las que tomaba y se ponía hasta las calcetas de embriagada todo salía mal, nos gritaba y nos insultaba, a Janja le pegaba porque sí, y porque era el único que trataba de tranquilizarla en medio de su furia.

—No sabes cuánto odio que ella esté tomando —habló Janja enojado y asustado—, yo intento calmarla, distraerla pero siempre me termina golpeando, le doy caldos para que se le quite la resaca y todo me lo desprecia, ¡Es que la odio!

—Yo también odio que ella esté así, ¿Qué diablos hizo para tener ese vicio tan despreciable? —respondía incómoda, molesta y cansada—, y lo peor es que sigue y sigue por días o semanas hasta que no para detenida o siendo golpeada en un bar y vamos a rescatarla, no sé si esta vez quiero dejarla morir por esto que me hizo.

—Yo también quisiera pero no podemos, ¿Qué haríamos si le pasa algo? No podemos hacernos cargo de todo eso, nos quedarían las opciones menos agradables que hay.

—Sé a qué te refieres Janja —le dije sentándome en el suelo—, solo espero y Scar venga pronto.

De repente comencé a escuchar mi nombre a través de la ventana, me dirigí rápido a ella y la abrí encontrándome con Scar y unos guardaespaldas, quiénes veían a todos lados que no pasara nada malo, sequé mis lágrimas de inmediato.

—Jasiri, ¿Estás bien? ¿Puedo entrar? —me dijo él, acercándose a la ventana.

—Claro, solo que no sé cómo hacerte pasar, mi mamá llegó borracha y... Esta haciendo mil estragos y no perdona o reconoce a nadie, agarra a todos por igual —traté de sonar bien, pero era imposible.

—Te entiendo, bien, trataré de entrar por la puerta principal, tú no te muevas —me dijo rodeando la casa.

—¿Él ya llegó no? —preguntó Janja molesto—, si va a entrar dile que estoy dormido o algo, yo no quiero verlo.

—Te entiendo Janja, solo me gustaría que bajes conmigo a recibirlo, no quiero que mamá le haga algo.

A lo que realmente le tenía miedo era que mamá volviera a pegarme, yo no quería hacerle daño, y tampoco quería que ella lo hiciera, lo que más odiaba era vivir con miedo, cosa la cual estaba pasando ahora.

Ambos bajamos por las escaleras y tratamos de hacer el menor ruido posible, un solo golpe o ruido podría terminar muy mal; llegamos a la sala y sólo vimos a mamá sentada en el sofá, seguía tomando y el olor a aguardiente era repulsivo, a tal punto de que me había dado náuseas, cualquier borracho era indeseable, e insoportable.

Pasé desapercibida uno o dos metros, Janja iba adelante mía, y volteó a vernos...

—¿No les dije que se quedarán en sus cuartos? Inútiles —nos dijo a ambos, cuándo tres golpes duros en la puerta sonaron.

—Shenzi, ¡Abre esa puerta ahora! —gritó Scar desde afuera.

—¿Acaso llamaste a ese malparido? —rugió ella, enojadísima.

—Mamá, no, no, no —le dije cubriendo lo que podía de mi cuerpo en Janja—, no es lo que parece.

—Claro, no es como parece, es como tú quisiste —me dijo aventándonos un jarrón que tenía a la mano—, ¡Quítate Janja! Maldita sea ni para un maldito estorbo sirves.

—¡No le harás nada a Jasiri mamá! ¡Nada me oíste! —le gritó él, y vi como se llevó la mano al pecho otra vez por el dolor—, primero mátame a mí antes de ponerle un dedo a mi hermana encima —trató de defenderme, cayendo levemente al suelo.

♥️ Jasiri la cupido ♥️Where stories live. Discover now