Luka se encontraba hablando con una chica, cabello negro y largo, ojos color café algo grandes, labios esponjosos y rosados. Llevaba puesto un traje negro pegado a su cuerpo resaltando su figura, sus curvas, piernas un poco largas, buen trasero, pero lo que más resaltaba era su pecho. Esa chica tenia enormes pechos.
???:— ¡Ba-Baka!.– La escucho insultar hacia su persona.– ¡D-Deja de mírame así!.
Soltó una risa burlona.— Valla después de mucho tiempo sigues manteniendo ese sexi cuerpo.— Hablo nuestro querido prota sin dejar de ver un lugar en específico.... Sus pechos.
No sé lo tomen a mal, solo lo hace para molestar a la de menor estatura sabiendo que se enojara con esos tipos de comentarios.
En fin, ese comentario hizo sonrojar a la chica es más hasta los tomates tendrían envidia.— E-Estupido!!.— Trato de golpearlo ese acto hizo estallar al de mayor estatura.
Luka:— Ya, ya, ya dejo de molestar.– Soltó entre risas.– ¿Pensaste nuestro trato?.
???:— H-hai.– Asintió nerviosa después de todo aún seguía teniendo esos sentimientos que desde su separación suponía muertos.
Luka:— Me alegra tenerte de mí lado... Kara.
Kara es una chica Estadounidense, se conocen desde la infancia ya que sus padres acordaron un trato para unir empresas pero no funcionó. También desde la infancia tiene sentimientos hacia Luka.
Luka:— Bien!!! ¿Que necesitas para hacer tu trabajo?.– La miro unos minutos poniendo nerviosa a la contraria.
Kara:— Solo necesito una motocicleta, armas y tecnología de buena calidad.
Luka:— Bien será fácil conseguir eso.
Se quedaron un rato hablando pero se tuvieron que ir ya que ambos tenían cosas que hacer.
. . .
Luka estaba pensado en un buen lugar para comprar la motocicleta para Kara. Recordó un lugar en donde un viejo conocido suyo era dueño de ese local.
Llego al local.
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Aunque parecía como otra normal en realidad era muy conocido y más por pandilleros. Así que no te sorprendiste al ver salir de ahí pandilleros, sonrientes festejando el hecho de que tenían motocicletas nuevas.
Entro sonando una campanita dando a entender a los dueños del local que un nuevo cliente había llegado.
Se acercó un chico híbrido a recibirlo.— Bienvenido!!, ¿Viene por una motocicleta, señor?.— Ese minino lo veía atentamente.
Luka:— Si ¿Cual me recomiendas? Pequeño.– Al escuchar decir eso al mayo se puso nervioso, cosa que le precio raro al cobrador de la tienda, ya que al venir pandilleros lo llamaban por ese tipo de apodos.
