Enamorada de ti

Capítulo 23

-Deberíamos ir a tomar algo después de clase.-propone Kyle.
-No estoy de humor.
-Venga Elizabeth sera divertido.-dice pasando un brazo por mis hombros.

Páramos delante de su taquilla.
-Bueno.-me rindo. Por nuestro lado pasa un chico que se para y mira a mi amigo.
-¿Kyle?
-¿Daniel?
-¡Cuanto tiempo sin verte hermano!.- exclama el tal Daniel, que me parece que lo he visto antes aunque ahora mismo no se de donde.
-Lo mismo digo, ¿conoces a Elizabeth?.-pregunta haciendo que salga de mis pensamientos sobre donde lo había visto antes.
-Claro, se pegó con mi hermana.- oh, vale es Daniel Radcliff, hermano de la perra de Kely. El se puso a defenderla y Mike le pegó a el.
-S-si ¿que tal?.
-Muy bien ahora que lo dices.-me guiña un ojo, osea, pues ok, tío, ok.
-Vamos a salir a la tarde ¿te apuntas?
-No, igual molesto.
-Oh vamos, a Eli no le importa ¿verdad?
-E-e-em no.
-No se.
-Por los viejos tiempos.
-En ese caso, si iré.
-Perfecto, nos vemos en el center a las 18:30.
-Genial, luego nos vemos.-se recoloca la mochila en el hombro.- chao Kyle, hasta luego preciosa.

Caminamos hacia la salida.
-¿Soy yo o estaba ligando conmigo?
-Cualquiera lo haría, con lo guapa que eres.-ruedo los ojos.- ¿no me lo negaras?.-dice frenándose en seco.
-Anda tira.-le contesto dándole un pequeño empujón.- menudo cantamañanas estas hecho.
-¡Como se atreve señorita!.-exclama dramatizando mientras coloca una mano en su pecho. Río con su cara de dolido.

Unos pequeños golpecitos en mi espalda hacen que me gire. Detrás de mi se encontraba la chica que ayer me empujo haciendo que todas las hojas de papel volasen a mi alrededor.
-Ho-Hola ¿podemos hablar?
-Hola, supongo que si.-me giro y veo que a Kyle casi se le salen los ojos de tanto mirarla, muevo mi mano delante de su cara para ver si sale de su trance.-ey Kyle, luego nos vemos ¿vale?.-este asiente y camina por donde anteriormente habíamos venido juntos.
-Bueno yo quería...me gustaría pedirte disculpas por el choque que tuvimos ayer.-mueve nerviosamente sus manos.
-Claro, tranquila no pasa nada.
-¿Enserio?.-asiento.- genial, soy Melani Brooks.-se presenta tendiendome una mano.
-Elizabeth Marshall.-tomo su mano.- encantada.
-¿Eres Elizabeth la que estaba o esta con Mike Miller?.- pregunta. No grites, ni seas borde Eliza, coge aire...
-Si.
-O vaya.
-¿Decepcionada?
-Para nada, no intentaba ser cotilla... Lo siento.
-Perdonada, una pregunta ¿vas a mi clase?
-Si, ¿vamos juntas?
-Claro.

Melani es una chica morena, bajita, bastante mona la verdad. Nos acabaremos llevando bien.

Despues de clase con la amada profesora Dickson, me dirijo a cambiarme de ropa. Con estas pintas cualquiera pensaría que he cogido la ropa del contenedor. A pesar de lo que me gusta estar guapa y tener ropa buena y bonita, parece que he estado revolcándose por el suelo. Vale no tan exagerado pero parecido.

Entro en la habitación tiro la mochila y me ducho rápidamente. Para vestir escojo unos jeans desgastados, una blusa blanca, una chaqueta verde corta y mis air force blancas. Sencillo pero bonito.

Cuando bajo recibo un mensaje de Kyle.
Tengo que acabar unas cosas así que Daniel te llevara y después iré yo. No me mates.

Y efectivamente Daniel me estaba esperando.
-Hola preciosa.
-Hola.
-¿Me permite llevarla a tomar algo, señorita? Por cierto, perdona por haberte insultado el día de la pelea.
-En eso habíamos quedado, eso es agua pasada.

Subo en su coche. Un silencio incomodo se apodera de todo. Ir con el hermano de mi peor enemiga no era malo, era malísimo, horrible, deprimente *inserte toda clase de adjetivos que describan la escena*. Lo bueno es que en poco tiempo llegamos a nuestro destino.

Al parecer el center ese en el que dijeron de quedar era un bar decorado con objetos antiguos de toda clase, de una botella a unos libros o incluso pequeñas jaulas. Increible pero cierto, seria una chatarrería de no ser por que cada cosa estaba colocada bastante bien. Como si un decorador de interiores hubiese creado la paz entre tantos objetos.
Al fondo se veían estanterías llenas de vinilos y cintas. En la mesa que estaba delante había un casette y un tocadiscos. La música le daba un ambiente relajado menos cuando la canción que sonaba era rock and roll puro y duro. Daban ganas de levantarse y pegar un bailoteo.
-¿Te gusta el sitio?.-pregunta Daniel mientras nos sentamos en una mesa.
-Tiene un royo vintage que...me gusta.
-A mi siempre me ha parecido especial.
-¿Vienes mucho por aquí?
-Antes solíamos frecuentarlo mucho.

Decido preguntar a quienes se refiere pero llega mi querido amigo Kyle. Choca los puños con Daniel y me da un mini abracito.
-¿Ya habéis pedido?.-ambos negamos con la cabeza.- ¡Y a que esperáis, muero de hambre!

Soltamos una carcajada. Una camarera se acerca y hacemos un pedido. Al parecer es un bar-burguer, ya que Kyle se ha pedido 3 hamburguesas y un refresco. Daniel una cerveza y yo un simple batido de fresa. Oh si, amo las fresas por si no lo sabíais. Podría comprarlas todos los días y comer toneladas, que no llegaría a cansarme.

Después de una larga conversación sobre las clases, el gran apetito de Kyle, risas al decir que no era su culpa y demás se nos había pasado la tarde.

Cuando decidimos regresar, Daniel propuso llevarme, a lo que acepte encantada. El chico de primeras parecía un niño pijo, pasota, presumido... Puede que un tanto de ello lo fuese pero en el fondo era buena persona.
En el coche no hubo silencio, si no que estuvimos cantando cualquier canción que pusiesen en la radio. ¿Desafinamos? Si ¿Nos confundimos? Por supuesto ¿Se puso a llover de lo mal que cantábamos? Claro que no, somos todos unos cantaores como dijo Daniel.

-Bueno... parece que aquí finaliza esta gran tarde.
-Gracias, de verdad, me ha gustado mucho.-desbrocho mi cinturón y bajo del coche.
-Nos vemos preciosa.
-Igualmente Dani.

Subo las escaleras de dos en dos hasta que llego a mi cuarto. Abro la puerta y me quito la chaqueta. La coloco en el perchero y derrepente oigo un cristal romperse. Oh oh.

El sonido procede de la cocina donde se encuentra Mike bebiendo agua.

-¿Que haces aquí? ¿Como has entrado?
-Vengo a explicártelo todo, la ventana estaba abierta.
-No quiero oírte, vete.
-No.
-He dicho que largo.
-Y yo he dicho que no.
-¡Mira Mike, no quiero ni verte, ni hablar contigo, ni nada!.-grito sin mirarle.
-Dímelo mirándome a los ojos y me iré.- le miro, abro la boca pero ninguna palabra sale de ella. Sus ojos cafés, clavados en los mios azules son más punzantes de lo que pensaba.- no eres capaz así que me quedare ha contarte lo que paso.
-Cuando me llamaron... Yo... Me tuve que ir a casa...porque...
-¿Por que que?

Hola lectores silenciosos (*-*)/
¿Intrigados? ¿Creeis que Mike ha engañado a Eliza? ¿o no?
No me matéis si estáis intrigados. Todo a su debido tiempo. Votad y comentad lo que os ha parecido. (No estáis obligados)
Os quiere,
Queen of disaster