Capítulo 29

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Mike

10:00 de la mañana.

En toda la noche no he podido pegar ojo. Esta situación es inquietante, terrible, horrorosa... El teléfono suena.

Llamada entrante de James Marshal

-¿Si?- pregunto.

-Mike- responde con voz temblorosa.

-Dime.

-Elizabeth ha tenido un accidente- me quede paralizado, estaba en completo estado de shock. No podía estar pasando, no podía estar pasando otra vez.

-James, ¿donde esta?- dije con un hilo de voz.

-En el hospital Sant Mary's- el mismo hospital cuatro años y un día más tarde. Empeze a respirar como si hubiese corrido una maratón de más de un millón de kilometros.

-Necesito que vengas.

Llamada finalizada.

Tan rápido como un rayo en días de tormenta me cambie y conduje la moto hacia el hospital. Sin pensar en nada más que en ella. Todos los demás pensamientos se quedaron en el fondo de mi cabeza.

Ella y el accidente de mi madre. Mi madre, Katherine y Elizabeth. No quería asistir a otro funeral. La quería a ella, viva, feliz, conmigo... Se había convertido en algo sumamente importante en mi vida sin yo darme cuenta.

Entré en el hospital y comencé a correr a las urgencias donde se encontraba Elizabeth. Choqué con una enfermera. Llegué y comencé a preguntar a todas las enfermeras y médicos que había en el pasillo.

-Mike, estamos aquí- susurró Madison detrás de mi medio sollozando. Me gire y vi como comenzaba a llorar. Ambos nos abrazamos.

-No debí dejar que se fuera, soy estupido, por mi culpa ha sucedido esto- digo casi comenzando a llorar.

Nos sentamos en la sala de espera durante horas, jodidas y largas horas en un jodido lugar que se alimenta de vidas.

Las enfermeras ya estaban cansadas de mi después de todas las veces que pregunte por ella.

-Familiares de Elizabeth Marshal- dijo una mujer de unos 43 años, la médica.
Como alma que lleva el demonio me levante hacia esta.

-Puede...

-Tu no eres familiar- me interrumpió James.

-James, quiero verla.

-Ni siquiera deberías estar aquí, ¡todo esto es por tu culpa!- gritó enfadado.

-Señoritos no discutan aquí- advierte la médica.

-Perdone, es que me pone de los nervios.

-Vayamos con la señorita Elizabeth- mueve los papeles- al parecer el accidente fue durante la noche de ayer. Tenemos un testigo que dijo que la señorita conducía a más de la velocidad permitida y otro coche perdió el control y chocó contra ella- James giro la cabeza y yo recordé que el accidente era parecido al que mi madre había sufrido hace 4 años, en su caso fue un borracho que chocó contra ella.

-¿Como esta ella?- pregunte en voz baja.

-El choque fue fuerte, el coche salió propulsado dando vueltas campana. El golpe que se dio en la cabeza provocó un traumatismo craneal y varias heridas no demasiado profundas. El coma es un poco peligroso pero el estado de gravedad es casi mínimo- Coma.Coma.Coma. La palabra retumbaba dentro de mi cabeza como un fuerte dolor.

Enamorada de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora