Mujer problemática [Shikadai Nara]

003

Hinako levantó la mirada al reconocer al chico caminar frente a ella.

–¡Shikadai!.

–¿Hinako?– el Nara bajo la velocidad para tener a la Uzumaki a su lado.

–¿A dónde vas?.

–Solo a-

–¡Que curioso!. Yo voy en la misma dirección. Vamos.

Sin preguntar se agarró de su brazo como si fueran los mejores amigos, estuvo por preguntar sobre su tablero de shogi cuando vio a dos niños con un papel bomba.

–Oye, niño. Espe-

El papel explotó pero Shikadai salto sobre ellos evitando que se dañaran más.

–¡Me duele!.

–No deberías jugar con eso.

La uzumaki se arrodilló y reviso la mano del chico, paso con delicadeza sus dedos buscando una herida mayor.

Pero solo era una quemadura.

–Estarás bien. Solo debes ponerle hielo.

(...)

–Aun no entiendo que tiene de divertido jugar con pedazos de madera.

–Tu cerebro de mujer problemática no entiende de estas cosas. Por eso no juegas.

–¡Oye!. Prefiero jugar gemaki– suspiro apoyando su rostro en la palma de su mano, intento mover una pieza pero Shikadai golpeó su mano –¡Oye!. Eso dolió.

–Manten tus manos fuera del tablero. Intento algo.

–Amargado.

Volvió a suspirar.

–Maldición. ¿Esto tampoco sirve?. Estoy atascado. Pensando solo, las ideas no me fluyen.

–Me tienes a mí– intento mover otra pieza al azar pero alguien la detuvo.

–Hola. Se te cayó esto– en su mano reveló un peón del tablero.

–¿Había perdido una?. Gracias.

–Yo te lo dije pero no me hiciste caso– murmuró Hinako sabiendo que no era verdad.

–De nada. Te vi ayudar a ese niño.

–¡Yo también ayude!– agrego alzando su brazo.

–¿Dices lo de antes?. Creo que hice el ridículo.

–¿El ridículo?. ¿Por salvar a alguien?.

–Por lanzarme así– corrigió el Nara.

La chica chocó su mirada con el desconocido esperando que ella se moviera, ella solo hizo un puchero y se sentó atrás de Shikadai.

Y volvió a sujetarse de su brazo mientras los veía.

–Es un juego muy viejo. ¿Juegas solo?. ¿No tienes amigos?.

–Yo quise jugar con el pero no quiere.

–Por que movías piezas que no eran tuyas, incluso escondias las mías.