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La uzumaki abrió sus ojos mirando primero el cielo oscuro, giro su cabeza y encontró a Shikadai a su lado prendiendo una fogata.

–Shikadai...

–Despertaste. ¿Cómo te sientes?.

–¿Que sucedió?. ¿Y Ekko?– se apoyó sobre sus codos mirando a su alrededor.

–Pude crear una distracción, te cargue hasta que nos alejamos lo suficiente.

–Pero, su Byakugan. ¡Nos encontrará pronto!.

–Su Byakugan seguro es como el tuyo, tiene cierto alcanzar, no te preocupes. Estoy seguro que nos alejamos lo suficiente.

Tomo asiento al lado de la fogata abrazando sus piernas, ella suspiro.

–No pude vencerlo. No soy lo suficientemente fuerte para ganarle... Sigo siendo débil.

–No lo eres.

–¿Eh?.

–No eres débil. Solo no tuviste un plan.

–¿Crees que un plan nos salvará?. Shikadai, no sabes de lo que es capaz Ekko. ¡Casi mata mí sensei sin piedad!.

–Tal vez no sepa que tan fuerte es, pero él tampoco sabe de lo que tu eres capaz.

–¿Que quieres decir?.

–Tus heridas, no te duelen, ¿cierto?– ella negó –Cuando intente curarlas, ya se curaban solas.

–El zorro...– tenía sentido.

–Eres capaz de curarte sin ayuda, Hinako. Estoy seguro que él no lo sabe.

–Que pueda curarme no me ayuda a vencerlo, Shikadai.

–Por eso tengo un plan. Crees que eres débil, pero recuerda que entrenaste más que cualquiera de nosotros. Solo te sientes débil porque escuchas sus palabras. Se mete en tu mente, juega con ella. No debes escucharlo.

–...

–Hinako. Recuerda tu camino ninja.

–Mi... camino ninja.

–Dijiste que superarias al Hokage en todo. Entonces hazlo... Tu sensei no querría verte así de deprimida.

–Sabio pervertido– golpeó sus mejillas llamando su atención –Tienes razón, Shikadai. No puedo quedarme sentada aquí. ¡Le mostraré que Hinako Uzumaki es la última personas con la que quieres tratar!.

–Asi se habla. Ahora, este es el plan...

(...)

–No deberían de estar lejos. ¡Pueden correr, pero no esconderse!. Con mis ojos puedo verlos aún si tratan de huir.

Activo su Byakugan y busco por la zona, no tardó más de dos minutos en encontrarlos.

–Ya te vi, pequeño zorro. ¿Que...?.

Su Byakugan le permitía ver en una visión de 360°, y logro ver a varias Hinako correr en diferentes direcciones.

–¿Crees que no se lo que tramas?. ¡Tus clones no lograrán distraerme!.

Hizo aparecer su lanza y con una gran fuerza la lanzo hacia las Hinako, pudo controlar la dirección en la que iba gracias que estaba unido con su Chackra.

Una por una fueron desaparecieron.

Hasta que más de ellas aparecieron a su alrededor, hizo regresar arma y sonrió.

–No importa cuántos clones sean. Morirás este mismo día, pequeño zorro.

–Primero debes encontrarme.

Mujer problemática [Shikadai Nara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora