045: Final

796 71 4
                                    

Su cuerpo se movía de un lado a otro, tenía otra pesadilla de nuevo, y era la misma desde que derroto a Ekko.

Pero había algo diferente.

Por alguna razón estaba siguiendo un rastro de sangre en el suelo, podía ver los árboles y el cielo azul.
Su respiración era agitada, no podía dejar de correr, pero también quería saber que era y porque.

Se detuvo en una colina y pudo ver su aldea, estaba en los rostros Hokage, camino hasta la orilla y todo estaba destruido, se le fue el aliento y cayó de rodillas.

-Tu lo hiciste- una voz desconocida la obligo a voltear.

No podía verlo con claridad, intento acercarse pero el viento sacudió su cuerpo tirándola por la orilla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No podía verlo con claridad, intento acercarse pero el viento sacudió su cuerpo tirándola por la orilla.

-¡Hinako!.

Abrió sus ojos de golpe sentándose en su cama, regulo su respiración y limpio el sudor de su frente.

-¡Hinako, despierta!- Himawari entro a su habitación -Mamá preparo tu desayuno favorito.

-¿Ramen?.

-Huevos revueltos.

-Cierto. Bajaré en unos minutos.

-¡Si!.

Himawari salió cerrando la puerta, sacudió su cabello adormilada y dirigió su mirada a su maleta.

-Casi lo olvido- bostezo -Hoy es el día...

(...)

–¿Que harás ahora?– detuvo sus pasos para encontrar a Jiraiya a su lado –¿Tienes todo listo?.

–Si. Solo debo hacer una última cosa.

–¿Qué?.

–Despedirme. Nadie sabe que me iré, ni siquiera Boruto. Solo quiero decirles que volveré pronto.

–Meses no suena pronto.

–¡No me interrumpa!. Cómo sea... Solo iré y les diré. Esto sea bueno para mí.

–Si, si. Como digas– sacudió su cabello haciéndola enojar –No te tardes todo el día. Mañana será el día y nos iremos al amanecer.

Palmeo su hombro y desapareció de su vista, Hinako asintió, miro a su alrededor.
Si no se equivocaba, Boruto estaría en Kaminari Burger, Shikadai en la torre Hokage, Chouchou comiendo y Inojin en su casa.

Las primera cuatro personas con las que quiera hablar.

–No hace falta decirle a Sarada. No merece mí adiós.

Mujer problemática [Shikadai Nara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora