1 mes despues...
—¡¿Por que tiene que doler tanto?!
—Samanta, respira, necesito que te relajes.
—¡No me pida eso en este momento!
Estaba con un dolor en el estomago, a lo cual la doctora lo llamo "contracciones antes del parto", yo lo llame, tortura vivida antes de que te salga un niño por abajo.
Juro que en mi vida había sentido un dolor tan horrible. Me conducían por el pasillo del hospital en una camilla, tenia a la doctora a un lado, unos cuantos enfermeros—que habían empezado a capacitar desde que llegamos a esta ciudad—y a Noah, al cual creo que le estaba rompiendo la mano cada que se la apretaba por culpa de esa benditas—noten el sarcasmo—contracciones.
—¡¡¡¡AAAAAHHHHH!!!!—contracción.
—¿Es normal que le duela tanto?—le pregunta Noah a la doctora con un tono de preocupación.
—Es normal.
Por fin llegamos a la sala de partos. A Noah no lo dejaron entrar—dijeron que tenia que ponerse una ropa especial, o algo asi—
Me pusieron sobre otra camilla, con ayuda de las enfermeras.
—Ok. Samanta, necesito que pujes cuando venga la siguiente contracción.
—¡¡¡AAAHHH!!!
—Puja.
Y eso hacia, pero era tan doloroso. Y aparte ¿donde mierda se había metido Noah?.
—Samanta necesito que pujes mas fuerte.
—¡¡aaahhh!!—me detuve respirando agitadamente—Necesitó que Noah este aquí.
—¡No hay tiempo!
—¡No puedo si no esta él!
Y como si haya sido invocado, apareció Noah, con una bata azul y un gorro quirúrgico.
—¡Ya esta aquí, ahora puja Samanta!
Aprentandole la mano a Noah, puje lo mas que pude.
—Eso es. Una vez más.
—¡¡¡¡AAAAAHHHHH!!!!!
De repente, empeze a escuchar el llanto de un bebé, de mi bebé.
—Es una hermosa y saludable niña.
La doctora se acerco a mi, y me puso a mi hija en brazos. Noah la miraba embobado. Yo estaba sudando y me dolía la parte por donde habían sacado a mi hija. Pero nada de eso me importo cuando vi esa hermosa carita, sus manitas.
—¿Puedo?—dijo Noah. Le di a la bebé y el la tomo en brazos, tuvieron una conexión inmediata, por que el llanto de mi bebé empezó a cesar lentamente.
—Es hermosa.
—Lo es—dijo Noah, agarrando la manita de mi bebé a lo que ella agarró un dedo de él.
*****
Unas semanas después...
Ya me habían dado de alta en el hospital, sonaba tan raro pensar en un hospital, ya que durante casi un año no había podido ver uno que estuviera en buen estado.
Noah se adelantó a abrir la puerta de la casa. Cuando entre, lo primero que vi fue a un Brave viniendo hacia nosotros moviendo su colita super emocionado, pero se fue deteniendo lentamente al ver lo que tenía en mis brazos—seguramente era la primera vez que el veia un bebé—me puse en cuclillas.
—Ven brave.
Se acercó lentamente, y examinó a Vianca muy minuciosamente. Noah veía todo parado a un lado de brave.
—Brave, ella es Vianca. Vianca el es brave.
La bebé miraba con curiosidad al perrito, y el a la bebé.
De repente brave volvió a mover la colita alegremente.
—Creo que le gustan los bebés—dijo Noah.
—Eso parece.
Noah me ayudo a subir lo poco que había traído del hospital. Luego de unos minutos ella se quedó dormida, la deje en su cunita y salí de la habitación.
Cuando salí Noah estaba en el pasillo.
—¿Qué se siente ser padre, señor Noah? —lo moleste pasando mis brazos por su cuello, a lo que el me agarró de la cintura.
—¿Quiere que le sea sincero, señora ofrenda?
—No me llames ofrenda.
—Me gusta la cara que pones cuando lo hago—dijo mostrando su estúpida sonrisa perfecta.
¿Dónde es que fabrican hombres tan perfectos?
Ni idea consciencia, ni idea. Pero me gusta.
—Y, respondiendo a tu primera pregunta. Se siente jodidamente bien ser papá. Hasta suena un poco raro decir que soy papá.
—¿Pero te gusta?
—No me gusta. Me encanta.
Se acercó un poco más hasta unir nuestras bocas, en uno de esos besos que sólo el podía y sabía cómo darmelos.
Nota de la autora
Ya se acerca el final.
Pero no se espanten que estoy pensando muy seriamente hacer una segunda parte,pero hablando de la vida de vianca—la hija de Noah y
Samanta—díganme que les parece la idea.Besos
Con amor de
Gabriela ♡
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CAMINAR ENTRE ZOMBIS [Editando]
Teen FictionElla era alguien con una vida perfecta, con casi todo perfecto. Pero todo eso cambio el día en que alguien cometió un error. Samanta era una chica, a la cual su única preocupación era como la de cualquier otra chica de su edad. Pero de un día a otro...