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Abrí mis ojos, y me senté a la orilla de la cama.

La habitación seguía vacía, no estaba mamá, ni papá.

Intente contactarlos por llamada pero ninguno contestaba, me mandaba directo al buzón de voz.

Intente contactando al chofer.

Un repiqueo... nada, dos repiqueos.....y nada tres repiqueos.... y nad...

— ¿Hola, señorita samanta?—dijo agitado.

Se escuchaban al fondo disparos, y algo como un sonido raro, era un sonido idéntico a ese que hacían los zombis en "the walking dead", ¿acaso estaba afuera?

— ¿Señorita?—¡¡PUNM!! un disparo.

— ¿Q...que fue eso Braulio?—Braulio era el nombre del chofer.

Escúcheme señorita, necesito que me preste mucha atención—hablaba muy rápido, como si no tuviera tiempo para esas formalidades de ¿cómo estás?

Te escucho—le dije para que continuará.

—Ok, todo lo que le voy a decir tiene que hacerlo al pie de la letra— ¡PUNM! Otro disparo y Braulio seguía hablando apresuradamente—aquí afuera lo que usted conoció como su mundo, ya no lo es más, ya no existe gente, la mayoría o casi toda la gente ya se convirtieron en zombis.

¿Zombis?—pregunte en casi un murmullo

—Así es, zombis. Tiene que quedarse en ese lugar hasta que se quede sin nada de provisiones, ¿me entiende?, sin nada, no puede salir de ese refugio porque ahora es lo único que tiene, escúcheme, los zombis caminan lento lo cual siempre nos dará una ventaja a los que aun somos humanos, siempre dispáreles en la cabeza, ellos ya no son humanos, ya están muertos, por lo tanto la única forma con la cual mueren, es disparándoles en la cabeza. Se dará cuenta fácilmente de cuales son zombis y cuales humanos aunque cuando salga no creo que haya demasiados humanos, ellos caminan tambaleándose, y casi siempre que ven a un humano hacen ese sonido que está escuchando al fondo—y lo oía era como el sonido de alguien raspando sus cuerdas vocales—ellos ya no tienen vida, así que cuando la vean se la comerán sin el menor miedo, asco o arrepentimiento posible, le digo todo esto porque en un futuro si o si tendrá que salir de ese lugar. Hay adentro hay armas tome las necesarias y también comida bastante, valla directo a la calle "james purdey y sons #57" está en Canterbury, en esa calle hay una tienda de armas con un cuarto para practicar tiro, valla practique y cuando sepa cómo disparara un arma....

Silencio

¿Y cuándo aprenda a disparar un arma que?—Braulio se había quedado en silencio, solo escuchaba los disparos en el fondo, y los sonidos de los zombis.

—Sobreviva, sobreviva porque es lo único que puede hacer ahora.

¿Dónde están mis padres?

—Ellos..., al aterrizar en Londres, los atacaron, los mordieron, ellos... ellos están muertos—en ese momento, sentada en la orilla de esa cama, sentí como mi mundo se venía abajo. No podía ser cierto, mis padres no podían estar muertos. Sentí como lagrimas gruesas rodaban por mis mejillas, estaba en shock, hasta que Braulio volvió a hablar.

—Mi más sentido pésame señorita, ahora vivir depende de usted, apunte, dispare, y mate porque ya no hay nadie que pueda ayudarla o ayudarnos, adiós señori..., ¡¡AAAA!!—el grito de Braulio fue ensordecedor, inmediatamente me pare de la cama.

¿Braulio? ¡Braulio!—mis lágrimas salían ahora más, Braulio no paraba de gritar y los disparos aumentaron más, y el sonido de los zombis se escuchaba más fuerte y más cerca del celular como si estuvieran con el celular, un momento ¿se lo estaban comiendo a Braulio?

-¡Braulio! ¡Braulio! Respóndeme por favor- mi voz apenas se escuchaba de entre mis sollozos

-su padre - hablo Braulio atraves de la línea pero su voz era débil y se seguían escuchando a los zombis- me hizo prometerle que le dijera, que él y su madre, la querrían y siempre la quisieron mucho...A... Adiós señorita Feming - y no se oyó más que el sonido de los zombis , desde ese día , ese 2 de marzo del 2034 no volví a escuchar más la voz de Braulio, ni de ningún otro ser humano más.

Caí sentada en la cama, ese día llore tan fuerte, sin detenerme, lloré por mi madre, por mi padre, por Braulio, por mis amigos que quizás jamás volvería a ver, lloré hasta que me quede sin lágrimas-literalmente-ese día me dormí llorando y sufriendo por que unos malditos zombis hijos de putas, me habían arrebatado a mis padres, a mi familia, a mi vida.

CAMINAR ENTRE ZOMBIS [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora