Aquel agradable y acogedor parque era normalmente un punto de descanso y pasatiempo para muchas personas que pasaban por allí. Muchos se sentaban unos minutos en los cómodos banquillos bajo la sombra de los árboles, mientras disfrutaban de la suave brisa acariciando sus rostros y veían a lo niños correr felices persiguiendo sus balones.
Pero ahora no era la tranquilidad lo que reinaba, y cualquiera que pasara cerca del lugar en este momento no se atrevería a acercarse. Un ambiente hostil y violento podía percibirse mientras los golpes, patadas, gruñidos y amenazas eran lanzados sin contemplaciones por un grupo de chicos adolescentes.
El entorno estaba sobrecargado con una mezcla de fuertes aromas masculinos, que transmitían odio, violencia y superioridad ante el rival.
Kisaki era uno de los protagonistas de este enfrentamiento. Él junto con sus dos fieles amigos, se mostraban cansados, pero firmes antes los asaltos contrarios. Sus caras eran adornadas con varios toques de rojo; labios rotos, narices torcidas y ojos morados eran visibles en cada uno de ellos. Pero el orgullo prevalecía, pues sus oponentes estaban en las mismas penosas condiciones.
Ambos bandos se detuvieron, exhaustos, con sus respiraciones erráticas y extremidades doloridas, pero mantenían sus vistas altas y fijas, denotando prepotencia, como si aún libraran una batalla solo con la mirada.
Estaban listos para volver a lanzarse unos sobre los otros, pero un fuerte grito que pudo ser escuchado por todos, detuvo sus movimientos.
—¡¡¡Kisaki!!!—
Todos los presentes dirigieron su atención a aquella nueva voz que sonaba claramente malhumorada e imponente.
Chifuyu se acercaba a grandes pasos, con una postura tensa y casi que soltaba humo por sus orejas, su ceño fruncido en molestia y puños cerrados a cada costado de su cuerpo. Takemichi y Naoto venían detrás de él, algo más tranquilos pero igual de preocupados por la situación.
El rubio se paró autoritario en medio de los golpeados chicos que antes peleaban. Sus manos se apoyaron en sus caderas y la punta de su pie derecho comenzó a dar rápidos e impacientes toques contra el suelo.
—Kisaki, quiero una explicación de esto. Ahora.— Demandó.
—Presidente.— Kisaki realmente sintió algo de miedo de ver a Chifuyu así de enojado, aunque supiera que era un omega, este podía ser muy aterrador. — ¿Qué haces aquí?—
—Error.— Dijo el omega manteniéndose firme. —Esa no es la respuesta a mi pregunta.—
—Presidente, yo lo siento. Pero la culpa es de esos tipos de allí.— Su dedo índice señaló despectivamente a sus contrincantes. —Ellos empezaron a molestarnos y nosotros no íbamos a permitir que eso pasara.—
—¡Claro que no!— Exclamaron a la misma vez los chicos que acompañaban al otro, Makoto y Yamagishi.
—Ustedes silencio. ¿Qué acaso no son de primer año? Están en graves problemas.— Ambos chicos bajaron la cabeza como dos cachorros obedientes.
—No, presidente, Makoto y Yamagishi no tienen la culpa. Yo fui quien los arrastró a esto.— Kisaki trataba de ayudar a su par de amigos beta. —Yo tomaré la responsabilidad.—
—Silencio, Kisaki. Eso ya lo decidiré yo.— El tono de voz de Chifuyu era severo.
—A todo esto, ¿quién se supone que este chico que apareció armando escándalo?— Habló uno de los estudiantes de la otra escuela, mientras arreglaba un poco su uniforme todo estrujado por la pelea anterior.
Chifuyu al fin le dedicó su atención a aquellos tres y se presentó con voz dura, manteniendo su porte de autoridad pero con respeto.
—Me llamo Matsuno Chifuyu, soy el presidente del consejo estudiantil de la escuela Mizo, y por lo tanto soy responsable de las acciones de mis estudiantes.—
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¡El presidente del consejo estudiantil es un omega! || Bajifuyu
FanfictionMatsuno Chifuyu es un alfa que solo quiere lo mejor para todos los omegas en su escuela. La convivencia entre todas las clases es su objetivo, y trabaja en esto desde su puesto como el presidente del consejo estudiantil. Pero hay un problema, Chifuy...