Cap 3- 2.

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—El nombre del Koala es JongHo—YunHo les dijo. —Lo rescaté cuando finalmente eliminé a Ben. JongHo se va a quedar con nosotros.

Eso atrajo la atención de todo el mundo. Incluso Felix se apartó de la computadora, algo que rara vez hacía, a menos que hubiera un trabajo que hacer o alguien tocara la campana para comer. YunHo era consciente de que JongHose se había refugiado detrás de él. Lo que le molestó. La última cosa que quería, era que el Koala tuviera que sufrir más miedo. Ya le habían arrojado suficiente mierda encima.

—¿Alguno de ustedes va a tener problema con eso? —YunHo exigió.

Por lo general, él era uno de los más despreocupados en el grupo, pero con esto iba a ser firme. JongHo se quedaba y YunHo iba a luchar contra cualquiera que se opusiera. Aunque resultaron ser sus mejores amigos —bueno, únicos— amigos.

—No —dijo Felix.— Sólo asegúrate de mantenerle un ojo encima hasta que los otros se acostumbren. Si vamos a responder por él, que lo haremos, van a tener que aprender a mantener sus manos apartadas. Si intentan cualquier cosa, simplemente los matamos.

—Yo no quiero que nadie muera por mí. —JongHo soltó.

Felix sonrió.

—Eres bueno. Esa va a ser una buena adición a este grupo.

Tenemos demasiados culos gruñones si me preguntas.

—Puedo adiestrarlo para luchar —Jackson se ofreció.— Sé lo que es ser subestimado por tu tamaño. Por lo que he escuchado, los Koalas pueden ser condenadamente malos si te metes con ellos.

—A mí nunca me enseñaron ninguna forma de defensa personal — JongHo dijo con voz tímida.— No sé si alguna vez seré muy bueno en eso.

—Si alguien te puede adiestrar, ese es Jackson —SooBin dijo.— Él es el mejor cuando se trata de cosas como esas.

YunHo suspiró de alivio. Sus amigos no solo aceptaban a JongHo, sino que iban a hacer todo lo posible para ayudarlo.

YunHo había creído que las cosas pasarían de esta manera, ya que los otros no eran malos, pero aun así, no había dejado de ser estresante por un rato.

—Por ahora voy a llevar a JongHo a mi habitación. Podrá bañarse y comer algo —dijo YunHo, poniendo una mano protectora en la parte baja de la espalda de JongHo.— Regreso en un minuto para ponerlos al tanto con lo de Ben.

—Claro que sí —dijo Felix.— Le enviaré algo de la ropa que tenemos guardada. JongHo sonrió.

—Eso sería genial. He tenido esto puesto durante tanto tiempo que quiero quemarlo. Apestan a Ben, y quiero olvidarme de esa alimaña tan pronto como pueda.

El sólo pensar sobre la manera en que JongHo había sido forzado a permanecer en esa jaula de perro, puso furioso a YunHo, de nuevo. En ese momento, si pudiera hacerlo, habría matado a Ben una vez más. Sólo que esta vez, se habría asegurado que la Comadreja sufriera un poco más. Quizás debería haber pasado un tiempo tras las rejas. De esa manera habría tenido una probadita de lo que sus víctimas fueron forzadas a aguantar.

YunHo había ido encubierto a las subastas de esclavos en más de una ocasión. Él aún se estremecía ante el recuerdo de la humillación que los cautivos eran forzados a soportar allí. Eran obligados a desnudarse y después eran inspeccionados como si fueran nada más que solo ganado. Luego eran vendidos a quien fuera que pagará la cantidad más alta. No importaba si ese alguien tenía reputación de ser un sádico o no. Todo lo que les importaba a los traficantes era que les pagaran.

YunHo se sacudió ese pensamiento. Él, y otros más, hacían todo lo que podían por detener esa práctica. En ese instante, sin embargo, YunHo necesitaba concentrarse en JongHo. El Koala no solo necesitaba lavarse y alimentarse, sino ser cuidado.

Hide In The Shadow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora