Capítulo Doce.

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Caminaron hacia el almacén. No solo era más práctico ya que estaban a menos de un par de millas de distancia, sino porque nada anunciaba mejor un ataque, que un convoy de vehículos parando delante de un edificio. Llámenlo loco, pero YunHo prefirió tener la ventaja desde el principio, entrando por sorpresa.

Los Asesinos y los soldados de NamJoon fácilmente se mezclaron con las sombras de la oscurecida ciudad. YunHo mantuvo a JongHo pagado a su lado. Su pareja debía haber tenido bastante práctica en cómo permanecer silencioso mientras huía. Nunca hizo un sonido mientras le seguía los pasos.

Incluso la respiración de JongHo era lenta y tranquila, como la de los otros. YunHo no detectó ningún temor viniendo del Koala. Si es que, se veía como si estuviera anticipando enfrentar a su hermano. No es que YunHo lo culpara. SiWoon se merecía todo lo que se le avecinaba. ¿Qué clase de bastardo enfermo vende a su propia familia?

Por fin, la silueta del almacén de tamaño medio estuvo a la vista. Parecía ser lo bastante grande como para pelear adentro, pero no para los cambiaformas más grandes. Lo que era bueno. Para ellos. YunHo no sabía de los otros, pero en verdad no estaba ansioso por luchar contra ningún cambiaforma Serpiente o Escorpión. Eso, si es que había alguno. Todo lo que YunHo había visto era ese solo Escorpión, y JongHo ya se lo había bajado.

—Noto que no hay ningún humano dando vueltas en los alrededores —Felix observó en voz baja—. Creo que el arresto de su amiguito los ha asustado por un tiempo.

—De acuerdo a NamJoon , la mierda realmente le salpicó a todo el mundo —YoonGi dijo.

YoonGi estaba al otro lado del muro, lo más lejos que se pudiera de Felix.

YunHo esperaba mantenerlos así. Si se las arreglaban para terminar con la misión sin que los dos Leopardos se pelearan, sería un milagro.

Lynx, que había ido a la vanguardia para investigar el lugar, regresó caminando. YunHo no estaba precisamente animado por la manera en que sus labios se apretaban. Ella sólo hacía eso cuando estaba enojada o molesta.

—¿Qué pasa? —SooBin preguntó.

—Hay unas cuantas docenas de esclavos allí adentro. Son básicamente Cuervos, unas cuantas Cornejas, y SiWoon —dijo.

—¿Entonces por qué tienes esa mirada en la cara? —YunHo preguntó.

Ella agitó ligeramente la cabeza.

—No lo sé. Creo que fue el ver a todos esos esclavos en las jaulas.

Me trajo algunos malos recuerdos. Pensé que ya lo había superado.

Supongo que no.

Su tono era amargado, como si odiara admitirlo en voz alta. JongHo estiró la mano y le dio un apretón en el brazo. Ella le sonrió de vuelta.

—¿Sabes lo que creo? —JongHo le preguntó.

—¿Qué? —Ella inclinó la cabeza a un lado.

—Que una vez que nos deshagamos de todos estos imbéciles ahí dentro, y tú abras algunas de esas jaulas, será bueno para tu alma — respondió.

—¿No que la sopa de pollo era para eso? —Jackson preguntó con una expresión de confusión fingida.

—Vamos a concentrarnos aquí —YeoSang dijo—

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—Vamos a concentrarnos aquí —YeoSang dijo—. Mientras más pronto terminemos, más rápido tendremos nuestra fiesta después.

—¿De verdad va a haber una fiesta después? —JongHo susurró al oído de YunHo.

—Para ti y para mí, por lo menos sí la habrá.

—Qué asco, estoy parado aquí y puedo oír cada palabra que ustedes dos están diciendo. Voy a tener que pincharme los tímpanos para que no sigan —Felix se quejó.

YunHo puso los ojos en blanco, luego comenzó a conducir a su equipo hacia el edificio. Al mismo tiempo, un micrófono minúsculo cobró vida en el oído de YunHo mientras NamJoon le ordenaba a sus soldados hacer lo mismo. YunHo quiso sacarse esa cosa. Estaba acostumbrado a trabajar solo. Pero sabía que trabajando juntos era el único modo de que tuvieran éxito.

Así que tenía que ser un buen Asesino y jugar limpio. Eso no quería decir que iba a hacer cola para unirse a la Coalición de NamJoon . Por supuesto, YunHo podía ser un felino, pero siempre sería fiel a su Hermandad.

Los idiotas literalmente habían dejado la puerta del frente abierta para ellos. Estaba tan condenadamente fácil, que YunHo medio esperaba voltear y caer en una emboscada. Pero no, SiWoon y sus compañeros iban a perder la batalla aun antes de que empezara. Y todo porque habían roto la regla más básica de Flint: siempre échale seguro a tu puerta cuando llegues a casa.

Eso no quería decir que podrían entrar disparando. YunHo y los otros tenían que considerar que había muchos cambiaformas enjaulados. Todos ellos desprotegidos una vez que la pelea estallara.

Hablando de cautivos, YunHo estaba atónito por la gran cantidad que había. Peor aún, estaban apilados uno encima del otro. Como si fueran jaulas de pollos. Y justo como Lynx había dicho, llevó a YunHo, de vuelta a un punto oscuro. Lo que le puso el humor perfecto para matar.

—¡Hey, SiWoon! Es tu cuñado —YunHo gritó.

No es que considerara a SiWoon nada suyo, pero sería divertido mofarse del desgraciado. Tenía que saber que JongHo era feliz y estaba seguro. Mientras que SiWoon estaba jodido por todas partes.

SiWoon levantó la vista. Tan pronto como sus ojos cayeron sobre JongHo , una mirada de verdadero asco y disgusto cubrió el rostro de SiWoon. Lo que hizo que SiWoon se viera tan feo por fuera como por dentro. YunHo sacó sus espadas y le dio una sonrisa salvaje.

—Cómo me voy a divertir pateándote el culo. Por lo que he escuchado lo tienes pendiente desde hace mucho tiempo.

SiWoon le dio una débil sonrisa antes de limpiarse la nariz con el dorso de la mano dejando una mancha marrón. Fue entonces cuando YunHo se dio cuenta de que SiWoon estaba usando Tar. Esa era la droga que le daba a los cambiaformas un verdadero subidón. Y también les jodía el cerebro.

—Eres un drogón —YunHo dijo—. Por eso es que has hecho toda esta mierda. Para obtener el dinero para alimentar tu vicio. —¿Importa por qué lo hice? —SiWoon preguntó—. Ya está hecho y no me arrepiento ni un carajo.

—Lo harás —JongHo lo cortó. Su voz fría como el hielo.

Los ojos de JongH ardían de furia, sus dientes se apretaron tan fuerte que de hecho chirriaron. Tenía una mano en su bolsillo y la otra le colgaba suelta al costado, esa mano se apretaba en un puño.

De repente JongHo sacó un arma y disparó. Por desgracia, esta vez falló. SiWoon esquivó la bala, y después huyó. 

Sólo queda un capítulo para terminar la historia que lo actualizaré la semana que viene el miércoles se los prometo mis Siros.

Realmente espero les guste la historia si ven faltas pueden decirme y nos leemos luego.

Hide In The Shadow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora