Capítulo Seis.

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JongHo estaba acostado en la cama de YunHo solo, sin poder dormir porque su cabeza era un torbellino de pensamientos. Habían pasado dos días desde que llegara, pero YunHo había estado evitando a JongHo como si fuera la plaga o algo por el estilo. Eso hubiera sido suficiente para acomplejar a JongHo si todos los demás no hubieran sido tan agradables.

Aparte de algunos Asesinos, que aún le ponían mala cara, la mayoría eran bastante amables. Algo que JongHo , nunca habría soñado tan sólo una semana atrás. Claro que podían ser Asesinos a sueldo, pero gran parte de ellos podían ser verdaderamente buenos cuando no estaban trabajando.

De lejos, Lynx era su favorita. Siempre que no estaba trabajando, los dos se hacían inseparables. Incluso se había ofrecido de voluntaria para acompañar a JongHo a comprar ropa de talla decente. Aunque le hubiera gustado aceptar su oferta —jeans ajustados, ¡sí!— no se atrevía a ser visto en público. Especialmente, no quería ponerla en peligro. Ella era la primera cambiaforma con la que se había podido sentir cómodo en muchísimo tiempo. No quería hacer nada para arruinar eso.

La puerta de la habitación se abrió, y JongHo pudo ver la silueta de YunHo resaltada por la luz que venía del pasillo. JongHo se sentó, protegiéndose los ojos del súbito brillo. Parpadeó unas cuantas veces para despejarse, y entonces pudo ver a YunHo en toda su gloria.

Eso, si uno podía llamar a un hombre vestido todo de cuero, armado hasta los dientes y que llevaba la capa de Asesino, glorioso. A pesar de su eterno miedo por los del tipo de YunHo, JongHo no pudo evitar excitarse a la vista de YunHo. Incluso la expresión en su rostro era tan salvaje, tan dura, pero al mismo tiempo algo aterradora.

Maldición, JongHo tenía la esperanza que YunHo estuviera viniendo para follarlo por fin.

—Tienes que bajar a la oficina. Hay alguien que quiere hablar contigo —YunHo le anunció.

La primera reacción de JongH fue de total decepción. Sin duda, el asunto no había ido como él quería. Sin embargo, el miedo le cayó de golpe, pronto. Empezó a preguntarse quién estaba allá y qué es lo que tenía que decir ese tipo exactamente. JongHo incluso jaló la sábana hacia su pecho más, como si el simple pedazo de tela lo pudiera proteger que la verdad por fin saliera a la luz.

—Ahora mismo estoy un poco cansado. ¿Puede esperar? —JongHo preguntó.

—Me temo que no.

JongHo estuvo bastante seguro de que esa sería la respuesta, pero quién lo podría culpar por intentarlo. Aunque, hubiera sido agradable tener una última noche en una cama cómoda antes de que lo botaran. Sin embargo, por fin sería relevado de la pesada carga de culpa que había estado llevando consigo no decirle a YunHo toda la verdad, había hecho que JongHo se sintiera como una mierda con cada hora que pasaba. Había llegado al punto de no poder mirarse en el espejo siquiera. Sólo que ya no era porque su pelo estuviera hecho un desastre. Tan sólo era que estaba avergonzado de su conducta.

JongHo suspiró.

—Está bien, ya voy.

Sólo llevaba puesto un pantalón de chándal y una camiseta ancha, pero no se preocupó por cambiarse. Todavía era mucho mejor que lo que había llevado puesto cuando llegó. Además, si lo que estaba a punto de pasar, salía mal, no tendría que preocuparse por más tiempo. Una vez que estuviera en la calle, sería recapturado. Entonces lo forzarían a decirles en dónde estaban las fotos. Después, sería hombre muerto.

No es que hubiera alguien que lo fuera a extrañar. Lo que entristeció a JongHo . Una vez que muriera, a nadie le importaría o lo extrañaría. Todo lo que quedaría de él, serían las piezas rotas de su cámara en la parte trasera de la camioneta en la que lo arrojaron la primera vez, cuando todo esto comenzó.

Hide In The Shadow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora