Capítulo Once,

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Una vez que estuvieron de vuelta en casa, JongHo subió a su habitación. Se sentó en el borde de la cama y esperó a que YunHo llegara. JongHo no tenía duda alguna de que su Asesino estaría allí pronto.

A pesar de que estaban a punto de entrar en batalla, todo lo que JongHo podía pensar era en hacerle el amor a YunHo. Está bien, tal vez su cabeza no era tan poética. Lo que en realidad quería era que YunHo lo machacara hasta morir. Quería que YunHo lo volviera salvaje y apasionado. Quería venirse con tanta fuerza que se olvidara hasta de su nombre.

No es que JongHo estuviera loco de excitación... mucho. Apretó la palma de su mano contra su polla endurecida que estaba tratando de escapar del jean. Maldición, ¿por qué tenía que usarlo ajustado? Por supuesto, hacía que su culo se viera grandioso, pero en este momento, era más que un poco incómodo.

La puerta se abrió. YunHo se quedó parado ahí por un instante, y sus miradas se enlazaron. JongHo permitió que una sonrisita jugueteara en sus labios cuando olió el deseo que emanaba de YunHo.

Era salvaje, embriagador, y seductor al mismo tiempo.

JongHo dobló un dedo y YunHo obedeció. Cerró la puerta de un portazo tras él, y lentamente caminó hacia JongHo. Tener control sobre su fuerte Asesino, le dio a JongHo una excitante sensación de poder, aunque solo fuera por un momento.

En cuanto YunHo agarró a JongHo, todo aquello salió volando por la ventana. YunHo levantó a JongHo y lo echó en la cama. YunHo se abalanzó sobre JongHo , capturando sus labios en un beso largo, profundo y devastador.

JongHo estaba tan excitado que comenzó a mover las caderas de arriba abajo, frotándose contra el firme cuerpo de YunHo. Cada movimiento enviaba oleadas de placer por el cuerpo de JongHo. También lo ponía más desesperado y necesitado. Incluso, deslizó sus manos bajo la camisa de YunHo y le empezó a arañar la espalda.

YunHo soltó un gruñido antes de tirarse para atrás. Sujetó los brazos de JongHo por las muñecas, y luego las puso a ambos lados de su cabeza. JongHo intentó frotarse contra YunHo, pero el Asesino retrocedió.

Ahora fue JongHo quien soltó un gruñido, aunque esta vez de frustración.

Quería venirse con tanta desesperación.

—Ten paciencia —YunHo dijo.

—Ya la tuve —JongHo gruñó.

YunHo le dio un breve beso.

—Créeme, la diversión solo está comenzando.

Antes de que JongHo pudiera comenzar a pensar siquiera en eso, YunHo le desabrochó el jean y se lo quitó despacito. Cuando le sacó la ropa interior, su polla saltó libre.

JongHo notó el hambre con que YunHo miraba su polla, lo que hizo que gimoteara levemente. YunHo lamió sus labios lentamente antes de abrir la boca y succionar la longitud de JongHo.

JongHo dejó escapar un fuerte grito mientras arqueaba la espalda.

Lo único que deseó fue poder hundirse más. La boca de YunHo era el puro y jodido cielo. Pero YunHo, el maldito provocador, sostuvo a JongHo por las caderas y lo tuvo bajo control ahí también.

Con un gruñido, JongHo se estiró hacia atrás y se agarró de las barras de la cabecera de la cama. Sus párpados revolotearon hasta cerrarse mientras se rendía a YunHo. Se sometió completamente a los caprichos y clemencia de YunHo.

JongHo fue premiado con el placer más maravilloso de su vida. YunHo giró su lengua por toda la longitud y la punta de la polla de JongHo . Luego, el Asesino chupó a JongHo con tanta fuerza que juró que su cabeza había salido volando.

Hide In The Shadow.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora