2.10

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—Pero... nadie puede morir dos veces, ¿cierto?

Su pecho amortigua mi temblorosa voz, con su mano pasando suavemente sobre mi cabello.

—Al parecer ese tonto si.- habla tan bajo que apenas lo escucho, a pesar de nuestra cercanía- Ya no está.

"Aférrense a ese sentimiento, niños. Dejen que cale hondo en sus corazones, para que jamás vuelva a repetirse"

Esas fueron las palabras de Reginald en el funeral de Ben, aún podía escuchar su amargo tono y ver sus ojos tan fríos como la temperatura de ese día, el día en que la academia umbrella cambió.
La nieve cubría el patio y con los segundos mis pies se hundían en ella, helándome a través de las oscuras calcetas, de no ser por mis dedos adoloridos y engarrotados el paraguas estaría en el suelo.
Recordaba vívidamente a mis hermanos discutir, voces lejanas culpándose entre sí, quebrantando los débiles lazos que habían sobrevivido esos 17 años.

—Vamos, Gwenie, está helando aquí afuera, corazón.- Klaus se mantuvo a mi lado, sujetando mi antebrazo con delicadeza- No quiero que pesques un resfriado, no deberías estar usando falda para empezar.

En silencio me guío bajo el quiosco, cerrando nuestros paraguas y frotando sus manos en mis brazos.

—Tus labios se están poniendo.- murmura, sacando su pequeña licorera de su saco- Iremos a la chimenea, le dire a mamá que prepare choco...

—¿Puedes verlo?- lo interrumpo, dejándonos en silencio mientras bebe- ¿Puedes traerlo?

Parece pensarlo hasta mover su cabeza en afirmación y sus puños se cubrieron de una tenue luz celeste.

Klaus y yo éramos egoístas, no lo decíamos, ni siquiera lo pensábamos cada que el vidente parloteaba con Ben, pero lo sabíamos. Teníamos a nuestro hermano muerto atado a nosotros, cargando con la responsabilidad de mantener nuestra estabilidad emocional y siempre fue así, vivo o no, Ben estaba ahí.
No lo veía, ni escuchaba, pero estaba bien con saber que aún lo tenía, egoístamente.

—Ya no está.- repito en un suspiro, tallando mis ojos- Deberíamos bajar.

Klaus también suelta un suspiro antes de levantarse de la cama, sujetando mi mano al bajar.

—Y ahora somos las personas más buscadas del mundo.- Allison habla, después de ver sus fotos en televisión- El FBI está tras nosotros, la policía y el servicio secreto. Pronto sabrán que estamos aquí.

—¿A donde se supone que vayamos?- cuestiona Siete

—Tengo una yurta en las afueras de Reikiavik.- comenta Cuatro, soltándome para pasar su brazo por mis hombros- Podríamos ir ahí, la gente es rara, pero amable.

—Papá tiene una casa en Nuevo México.- informo

—Hey, tonto y Gwendoline. Escondernos no servirá de nada.- niega Cinco- La comisión nos perseguirá todo el tiempo y lugar.

—Tiene razón.- Inter viene Diego- Nunca se detendrá.

—¿Desde cuándo eres experto en la comisión?

—Desde que estuve allí.- responde con simpleza- Me ofrecieron trabajo, de jornada completa con beneficios y tuve que rechazarlo.

—¿A ti, el tonto del pueblo?- Cinco continúa con cinismo

—¿Qué? ¿No puedo ser bueno en algo?

Me recargo en Klaus cansada de las discusiones, igual que los demás que ruedan sus ojos con fastidio.

The umbrella academy (2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora