Final de temporadaLuther logró levantar el tractor que mantenía contra la nieve a Diego, contándole lo que su exnovia nos había hecho, llegamos a la conclusión de que era como nosotros.
—¿Ella no es nuestra hermana biológica?-cuestiona Diego, casi en shock-. ¿O si?
Parpadeo varias veces en su dirección confundida, ¿él creía que...compartimos sangre?
—Bien, si ella replica nuestros poderes, eso significa que todo lo que le hagamos nos lo devolverá- deduce Número Uno.
—Si, pero solo puede replicar un poder por vez- señala Klaus, sujetando mi mano para mostrar mi índice.
—Y creo que solo funciona si hablamos con ella- muerdo mi pulgar levemente-. No usó mi poder hasta que le contesté.
El silencio nos abrazó, dejándonos pensar por unos minutos, o al menos mis hermanas, pues Luther mantenía sus ojos sobre el cielo mientras movía sus caderas a un ritmo que solo soñaba en su mente, Diego fingía pensar agitando un cuchillo y Klaus arrastraba su pie sobre la nieve dibujando lo que parecía ser un aparato reproductor masculino.
—Vamos, deberíamos ayudar a Cinco.
Caminamos a paso rápido al cobertizo de madera, la voz de nuestro hermano era audible.
—Eres como nosotros- Kraken atrae su atención, entrando cauteloso-. La encargada te robó, Lila. Como el cerdo de mi padre hizo con nosotros.
—No, no es lo mismo-parecía que empezaba a alterarse, empuñando un cuchillo en nuestra dirección.
—Él no mató a nuestros padres-hablo, y Diego me da una mirada y ademán para silenciarme.
Aspiro airé indignada, cruzo mis brazos y obedezco.
—Escúchame, Lila, tu naciste el primero de octubre de 1989-vuelve a tomar la palabra-. El mismo día que nosotros.
—¡Apártense!-grita, alertándonos-. Yo confié en ti, te conseguí un trabajo, hasta te presenté a mi madre y te atreviste a dejarme.
—Eso fue porque tenía que salvar al mundo- comparti miradas con Klaus, igual de aburridos-. La encargada te está usando.
—Ella me crió, ella...me ama.
Siento que nos estábamos desviando del asunto importante al que veníamos, no le presté mucha atención a las palabras bonitas y empáticas de Diego, estirándome sobre el hombro de Klaus, escuché tronar los huesos de mi espalda y levanté mis cejas al ver a cinco aparecer unos metros frente a mi. Palmeó su cuerpo e inesperadamente saltó sobre la mujer que entraba al establo, asustándonos.
—¿Es verdad...lo que dijo Cinco?
Antes de que la rara peli blanca respondiera, otro hombre igual de extraño apareció por la puerta y le dispara varias veces, matándola. ¡¿Por qué hay tanta gente queriéndonos asesinar?!
—¡El maletín!- Luther fue detenido por Diego, dejando que su ex desapareciera con nuestra única salida.
—Chamúscale el cerebro-me susurra Klaus, colocándose lentamente tras de mi.
Cinco observa al hombre, deja caer su arma y le muestra sus manos.
—Basta -el extraño nos analiza a cada uno de nosotros antes de imitar al niño.
Mis otros dos hermanos comparten unas palabras aún en el suelo.
—¡Ayuda!
Y ahí está, el asunto importante. Vanya y Allison se apresuran hacia el grito.