No podía apartar mis ojos de Ben, se veía tan igual pero tan diferente al día que murió, lo había imaginado tantas veces, cómo seria una vez adulto, cómo su rostro dejaría a un lado la ternura de sus redondos cachetes para volverse la afilada cara de un hombre. Cuando Ben murió, su voz aún oscilaba entre aguda y grave, ahora se mantenía firme insultándonos.
—¿Todos pueden ver a Ben, verdad? -Klaus lo señala, alegremente.
—Lindo disfraz -nuestro hermano, ahora vivo, hablo con fastidio.
—Se hacen llamar la academia Umbrella -papá les explica, sosteniéndome por el antebrazo-. Un grupo de confabuladores y esta impostora que me abordó en 1963, cuando estuve en dallas por negocios. Les advierto que alegan ser mi prole.
—¿Impostora? -abrí mi boca indignada-. ¿Perdón?
Me moví bruscamente zafándome de su agarre, lleve mis uñas a donde sus dedos tocaron, rascándome.
—¿Eso es verdad?- nos cuestionó un moreno, posándose frente a todos ellos
—Somos sus hijos y esta es nuestra casa -aclara Vanya.
—Si, si, aquí nos criamos.
Mientras el tipo deforme se burla de Luther, me acerco a Cinco, quien me ve extrañado. La rara caja vuelve a captar mi atención, aún bajo la mirada analítica del adolescente.
—Gracioso Chris -Ben vuelve hablar, después de reír.
Su risa sonaba mas linda en mis recuerdos.
—No esperábamos visitas -mamá carga un plato de galletas-. Esto es lo mejor que pude hacer en po...poco tiempo.
—¿Mamá?
—Es un robot, pervertidos -nos habla una de ellos, burlándose.
El ruido de todas las voces combinadas, discutiendo, me da dolor de estomago.
—¿Estas bien?- susurra y señala su rostro-. Estás sudando.
—¿Por qué no lo estaría? -rio y me saco el suéter que anteriormente me prestó Klaus-. ¿Hace calor aquí, no?
Dejo de oír la disputa, la piel de mis brazos se vuelve roja cuando vuelvo a pasar mis uñas por ella, el sudor recorre mi piel fría dándome escalofríos.
—¿Por qué hay tanto alboroto?- es mi voz, pero no sale de mi boca- Pude escuchar sus gritos a una cuadra de distancia.
Mis hermanos vuelven a jadear sorprendidos, Klaus suelta un agudo chillido pasando sus ojos de mi a la rubia que acaba de entrar.
—Mierda -vocifera Cinco.
—¡¿Me clonaron?!- habla espantada, dejando caer las bolsas de papel- ¡Les dije que solo iba de compras!
—Así empezaba uno de mis sueños -balbucea el vidente.
—Es una impostora -realmente no me interesa quien de los Sparrow habló-. Papá ya nos había hablado de ella, ¿recuerdas?
—¿Yo impostora?- suelto ofendida- ¡Ella es la impostora! ¡Reginald, diles!
—Cinco, ¿qué está pasando?- Allison es la primera en salir de su estupefacción
—No tengo idea, pero debemos irnos ahora -Cinco me jala hacía él-. Nadie debe compartir la misma línea de tiempo y espacio consigo mismo.
—Por fin estamos de acuerdo en algo, niño -el que parece ser su número Uno avanza- Deben irse.
—Está es nuestra casa -Tres vuelve hablar, retadora-. Ustedes son los que deberían irse.
—¿Si?- vuelven a reír, burlándose-. No lo creo
Luther es el primero en atacar, pero el moreno lo esquiva y devuelve el golpe, el cuerpo de mi hermano vuela unos metros hasta que choca contra el de un Klaus pasmado, quien sigue rolando su vista entre mis dos yo, el peso de Número Uno es mucho mayor y terminan ambos destruyendo la mesa del centro.
—¡Klaus!- me apresuro a levantar a Luth, extendiendo mi mano hacia el nombrado.
—¡Oh por Dios!- ella se acerca desde el otro lado-. ¿Estas bien, lindo?
Jadeo ante su atrevimiento, desde que llegamos al 2019 he emitido más ruidos que palabras.
—Gracias Dios -escucho a Cuatro susurrar, aún viéndonos desde el suelo-. Este podría ser el mejor día de mi vida.
—¡Aléjate de mi hermana, pervertido! -un tentáculo pasa entre nosotras, se envuelve en el flacucho cuerpo de Klaus y lo alza- No imagines cosas raras.
—Esto es como un abrazo, hermano -Cuatro rodea el tentáculo con sus brazos- Estamos progresando.
De un momento a otro, todos deciden atacarse, repartiéndose entre el primer y segundo piso en peleas injustas, pues tres de ellos van contra Allison. Vuelvo a observarme, ella también lo hace, inclinando ligeramente su cabeza para analizarme, porta una blusa blanca de botones cubierta con un saco oscuro y una falda, se ve bien, demasiado bien que me dan ganas de matarla...debería matarla.
Como si estuviéramos conectadas, brincamos hacia la otra, mi puño impacta contra su bonito rostro y ella me lanza hacia la pared, la electricidad me recorre. Desde lo alto puedo ver a Diego perseguir a la extraña caja, a Cinco golpeando a Ben para que suelte a Klaus y a Vanya siendo lanzada por la castaña.
—Deberías saber que la electricidad no me hace nada, tonta -ahora más furiosa, vuelvo a golpearla-. Me vuelve más fuerte.
Esta Gwen chilla antes de jalar mi cabello, haciéndonos caer al suelo, me siento sobre su estómago y enredo mis dedos en sus hebras rubias para azotar su cabeza.
—Wow -Diego se detiene frente a nosotras- También tuve un sueño así una vez.
Levanto mis cejas, observándolo. Gwen dos usa mi distracción en mi contra, rodando hasta quedar arriba, no tarda en golpear mi cara.
—Hey, no -Dos vuelve a intervenir, haciendo que ella lo vea- Hola, soy Diego.
Casi rio, en cambio junto mis rodillas a mi pecho para empujarla unos metros destruyendo otro valioso mueble de la mansión Hargreeves.
—No coquetees con mi otra yo, idiota -golpeo su nuca-. No seas raro.
—¿Entonces puedo coquetear contigo? -menea sus cejas.
—Busquemos a los demás -ahora si carcajeo, jalando su brazo- Antes de que está picazón me mate.
—¿Te acabas de pedorrear?
—No.
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Holisss, intentaré estar actualizando.
Peeero estaré cambiando bastantes cosas de estas últimas temporadas, espero no les moleste.
