Eternidad
capítulo 3: La tormenta.
Christian, el hijo de Anna y Kristoff fue secuestrado, una mujer helada se lo había llevado; por eso mismo la princesa corrió hasta los establos y subió al animal más rápido que había en el lugar, este era, por supuesto, Sven. Anna vio a lo lejos y, aunque ya no podía ver esa extraña ventisca que se había llevado a su bebé, miraba en el cielo una pequeña aurora, ahí se debía encontrar su hijo.
-¡Sven, debemos darnos prisa!- le decía mientras subía a él-. ¡Una mujer helada se llevó a Christian!
Sven no tuvo que escuchar más, salió corriendo a dirección de la aurora porque, aunque nadie más lo sabía, Sven sí sabía de qué se trataba todo eso, lo había vivido antes, pero no podía decirlo, sólo tratar de alcanzar aquella ventisca y salvar al hijo de Kristoff.
Y aquella mujer, la cual no tiene caso ocultar que es realmente la verdadera Reina de las Nieves, escapaba sin demasiada prisa por el bosque, consciente de que la aurora sobre ella delataba su ubicación, mas no se preocupaba al respecto en lo absoluto.
Ella, con el niño en brazos, recordó su ultimo intento fallido, ya que la mujer, hace casi veinte años atrás, había intentado hacer lo mismo, pero con otro niño. Con Kristoff. Y ahora el niño en sus brazos tenía un gran parecido a Kristoff, esto haría a la mujer enternecerse si su corazón no fuera de hielo. Pero el bebé no sólo se parecía a Kristoff, sino que le recordaba a otro niño, y esto la hizo suspirar.
-¡Alto!- la mujer estaba tan distraída en sus memorias que no se percató de que había sido seguida, pero esto no le importó demasiado-. ¡Devuélveme a mi hijo!- gritó la chica que la había seguido, con voz valiente.
La mujer de hielo se materializó completamente, teniendo ahora el cabello rubio muy claro, los ojos centelleantes azules pálidos como copos y estrellas, la piel clara como la nieve y un precioso vestido blanco creado de copos de nieve, adornada también de precioso hielo que simulaba ser diamantes. Ella era radiante, hermosa de pies a cabeza, pero su mirada gélida hacía que la alegría de su belleza fuera opacada por el terror que da al mirarla.
Pero la madre que fue en busca de su hijo no tenía miedo, todo lo contrario, estaba dispuesta a recuperar a su bebé. La Reina de las Nieves preveía que la madre saldría persiguiéndola, esto tampoco le importó ni preocupó. Más sin embargo, ignorando a la enfurecida madre, la reina observó con detenimiento al reno al cual la chica estaba montando.
"Puedo ver que has crecido" habló la reina con voz gloriosa y por un momento Anna pensó que le hablaba a ella "¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿un par de décadas?"
-¿De qué estás hablando?- cuestionó la princesa-. Yo no te conozco.- la reina le dirigió una mirada más a la princesa, una sin rastro de emoción.
"Esto no es contigo, hazte a un lado"
La reina, hablando con voz glaciar, usando un mínimo de esfuerzo, arrojó un hielo filoso justo al pecho de Anna. La princesa, al ver el ataque venir a ella, instintivamente cubrió su pecho con ambas manos; ella sabía que un corazón congelado era malo. El impacto sólo lastimó su mano derecha, pero fue lo suficientemente fuerte como para derribarla al suelo, cayendo en la helada nieve.
Anna observó su herida sangrante en su mano derecha, no emitió ningún ruido de dolor, porque el frío en su herida era tal que no podía sentir nada en ella. La Reina de las Nieves, moviendo sólo una de sus manos, hizo que la nieve alrededor de Anna la sujetara y la mantuviera quieta en el suelo, casi congelada. La reina no pensaba matarla, no creía que valiera la pena.
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Eternidad
FanfictionFanfic de Frozen ❄️ Las piezas están por unirse. El espejo está casi completo. Mi nombre es Anna, han pasado siete años desde que mi hermana tomó el trono. Estoy por tener a mi segundo hijo, pero antes de tener el segundo debo salvar al primero, y t...