Capitulo 4

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CAPITULO 4

Aria.

Baje las escaleras de casa, con la mochila colgando de un hombro. Me acerque hacia mis papas para despedirme.

- Me voy, los quiero. - bese a mi madre, y estaba acercándome hacia papá, cuando ella me tomo de la mano llamando mi atención.

- Hoy no iras a la escuela. - dijo.

- ¿Por qué? ¿A caído un meteorito y no me he dado cuenta? - bromee.

- No, pero estoy segura que a ti te caerá uno, dentro de unos segundos. - dijo papá, sonriendo.

Mis ojos empezaron a escudriñarlos a ambos ellos se tenían algo entre manos.

-¿Qué sucede? Me carcome la ansiedad de saber.

- Me acompañaras a una causa benéfica en un colegio de por aquí cerca. - anuncio mamá.

Me tomo por sorpresa aquello, iba a empezar a replicar, cuando añadió:

- Iras si quieres tener un nuevo teléfono.

Carajo, me tenía.

- Esta bien, iré a cambiarme.

- Primero siéntate a desayunar, iremos en la tarde, antes de que salgan los niños.

Asentí, y tome asiento junto a ellos.

-:-

- Ayúdame con esta caja. - me pidió mamá.

Habíamos llegado al lugar donde haríamos la beneficencia, era una escuela. Ingresamos por la puerta trasera junto con algunas animadoras infantiles, que harían un show para los niños.

- ¿Dónde dejo esto? Pesa mucho. - Ingresamos a un patio grande, que tenía entendido, según la coordinadora de la escuela, era el patio principal.

- Déjala allí hija, por favor. - mamá señalo la esquina del estrado que estaba ubicado en medio del patio.

- ¿Algo más? - pregunte, aunque la verdad es que ya no quería cargar ninguna caja más, me dolían los brazos y los hombros.

- No princesa, ya con eso es todo. Ahora esperemos, dentro de unos minutos salen los niños. - me informo mamá

Me coloque a un lado y saque mi nuevo teléfono.

Sí, mi mamá ya me había dado uno nuevo. Explicarle como se me ''perdió'' el anterior, fue un poco complicado, sin embargo, la convencí de que accidentalmente se me había caído mientras bailaba.

Empecé a guardar a algunos contactos que me sabía de memoria.

Aria:

Buenos días señorita, soy el oficial de policía Thomson, y usted está arrestada por lo sexy y candente que es.

No esperaba que contestara, al menos no rápido, dado que Ale estaba en clases del instituto en esos momentos.

- Ari. - llamo mamá, guarde el teléfono y voltee a verla. - ayúdame a servir refrescos, ya empezaron a salir los más pequeños.

-:-

Quince minutos después, una cantidad considerable de niños estaban reunidos, felices y emocionados por el show de princesas y dragones que estaban actuando los animadores.

Yo y mamá empezamos a pasearnos por el patio entregando una cajita de jugo y unos sanguches de jamón y queso a los peques.

No mentiré, en un inicio me pareció la idea más aburrida del mundo hacer labor social, sin embargo, ver la sonrisa de los niños hacia que sintieras un pequeño calor en el pecho.

Catorce de FebreroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora