3. Bienvenida

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Hoseok observó a su padre y este lo abrazó con fuerza, Hoseok sin poder soportar más lloró, su padre le besó la frente, quería que su hijo fuera feliz, pero el dios Sol le había dicho que esa unión era lo que su pueblo necesitaba y que, dicha unión, estaba escrita en las estrellas,  luego lo dejó ir sin decir una sola palabra, solo sus miradas comunicaron lo que sentían. Hoseok tomó las riendas de su corcel Jackson solo le entregó su espada y su arco, Jin se acercó a él y Hoseok le sonrió.

— Tú vendrás en mi carruaje.— dijo tomándolo del brazo, pero Hoseok negó con la cabeza mostrando una hermosa sonrisa.

— Agradezco su amabilidad, pero deseo ir en mi corcel para despedirme de mi tierra.

— Pero quería conversar más contigo, en el carruaje podríamos ponernos al día, darte consejos acerca de conquistar a mi hijo.— dijo Jin observando a Hoseok quien deseaba cabalgar por última vez en su tierra natal, además no movería un solo dedo para conquistar a Taehyung, no iba a rebajarse. — Está bien, pero en cuanto lleguemos quiero pasar un tiempo contigo.

— Así será. — dijo uniendo sus manos como sellando la promesa.

Todos montaron a sus corceles, mientras Jin subía a su carruaje, los reyes de Natsu se despidieron de su hijo a quien no verían en mucho tiempo. Hoseok iba junto a Sangmin, ambos cerca de Yoongi, el sabio. Cabalgaron  a paso tranquilo, sin embargo,  Hoseok con cada avance sentía que su corazón se rompía al dejar a su familia. Taehyung observaba a su esposo que a cada momento miraba hacia atrás y sus ojos se humedecían con los recuerdos felices en Natsu. De pronto, al salir a campo abierto, el ejército de Natsu lanzó flechas que dejaban caer flores y gritaron a todo pulmón. "¡Hasta pronto sangre de mi sangre!"

Hoseok se puso en pie sobre el caballo y su equilibrio era impresionante, agitó sus manos despidiéndose de su pueblo, sabía que ellos acudirían a él en cuanto lo pidiera. De pronto un dragón sobrevoló el espacio de la tierra de Natsu y un ramo de girasoles fue lanzado a Hoseok, Taehyung con una flecha destruyó el ramo antes de que Hoseok las tomara, dejándole solo un girasol intacto pues los otros se esparcieron por el lugar.

Hoseok vio el cielo y Arata sonrió alejándose, a veces quería enamorarse de él, pero ya no podía su corazón latía estúpidamente por Taehyung. — ¡Qué hermoso, tu eterno enamorado viene a despedirse de su amor imposible!— dijo en tono burlesco.  Hoseok solo puso los ojos en blanco y se alejó del lugar.

— Sigue así que lo haces muy bien, idiota.—  Dijo Chanyeol, Taehyung lo vio con una mirada asesina y sus manos sostuvieron con más fuerza la rienda del caballo. —  Se supone que es tu esposo, a quien debes contentar para que su padre no nos ataque, pero tú te empeñas en lanzarlo a los brazos del salvaje.

—  ¿Por qué no te callas idiota? Me importa una mierda ese príncipe y su padre... ¡Auch! 

Yoongi lo golpeó y luego avanzó a paso firme, Chanyeol se carcajeó por la cara de Taehyung quien solo fulminaba a Yoongi con la mirada. — Aprende a tu compañero, mira que bien se lleva con el Jaguar. 

Los dos guardianes caminaban lado a lado, siempre en dirección hacia sus compañeros. viajaron por dos día en tranquilidad, Hoseok charló con Sangmin y Chanyeol por largo rato y cuando acampaban visitaba a Jin quien le informaba del horario que tenía para ellos en Fuyu. Cuando llegó el cuarto día Hoseok iba al lado de Yoongi quien sentía algo extraño cada vez que veía la sonrisa del príncipe, Hoseok solo le sonreía coqueto. 

— ¿No crees que tu príncipe se molestará por darme tanta atención?

—  Soy el sabio, puedo hacer lo que me plazca. Además no le importa que me acerque.

White FlagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora