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HACE 5 AÑOS
BASE MILITAR DE LAS FUERZAS ARMADAS; LOS ANGELES, EE.UU
Eras joven, inexperta y frágil. Demasiadas cosas habían pasado en tu vida con tan solo veinticinco años de vida, tenías tantos traumas que decidiste alistarte al ejército, querías ser lo más fuerte y dura.
Frunces el ceño mientras entras al comedor de la base militar eres demasiado expresiva y todo el mundo sabe que cuando estas así es mejor no hablarte. Tu uniforme esta algo manchado de tierra, el entrenamiento ha sido bastante duro, siempre es duro pero hoy realmente ha sido agotador.
— ¿Y esa cara López? — tu compañera de habitación y mejor amiga Gina levanta una de sus cejas.
Tragas saliva al escuchar como ríe, sabe porque estas así, no hace falta que se lo digas, agarras algo de comida y te sientas enfrente de ella, ni la miras solo suspiras para morder una manzana.
— ¿El sargento García se ha vuelto a cebar contigo? — Gina le da un bocado a su bocadillo mientras sonríe de lado.
Te haces un moño alto en tu cabello para mirarla de mal humor.
— Treinta vueltas más que los demás del grupo. ¿Te parece normal, se piensa que tengo cara de gilipollas? Creo que con esto ya me he dado cuenta de que le caigo mal. — miras tu comida con algo de preocupación.
— No digas tonterías López, eres una de las mejores de nuestro grupo. Eres la más trabajadora y la que cata todas las ordenes sin rechistar. Te está poniendo a prueba, si quieres subir de rango es lo que hay. Quiere saber hasta dónde estás dispuesta para tener el cargo, te tiene fichada. No mete a cualquiera en su equipo.
— Es que no quiero estar en su equipo, ya está el Sargento Frankie y los Sargentos Miller con él.
Gina levanta sus cejas, sabe algo más pero te lo está escondiendo.
