En Infratierra, los colores que abundan son el rojo, blanco y negro.
La noche es especial para Jeno porque de alguna manera siente que sus entrañas han comenzado a gritar por una razón para no salir desde el interior de su vientre, es azul ese día, un color apropiado para estar triste.
Desearía que todo se tratara de un sueño en el que el despertar trajera exclusivamente a Jaemin, un Jaemin que no quisiera mandarlo a la muerte con la excusa de ganar su amor.
Espera que Jaemin sea un producto de su loca cabeza que es la única capaz de crear a un maniático como ese y, aún peor, enamorarse de él.
Es probable que sea una especie de manipulación la idea de tener tantos corazones por el palacio, imparten al amor sin importar qué, son los diminutos jueces quienes lo llevan a concluir ello, ¿de qué modo podrían amar a un príncipe al que temen?
—Llorar no resuelve nada. —Comenta el rey conejo blanco con las piernas cruzadas. Mirando a Jeno desde más alto, un gran y gigante trono tan largo como para que sus orejas descansen.
—No tengo idea de lo que quiero hacer.
—¿Quién eres? —Tampoco había notado que usaba un monóculo, ¿es algún tipo de genética?
—Jeno, Lee Jeno de Incheon, de Supratierra—Replica hasta cansancio. Todos tienen esa necesidad de hacerlo dudar de su propia existencia y de las cosas que puede o no hacer.
—Entonces, ¿por qué Lee Jeno de Incheon duda de lo que quiere hacer si sabe bien quién es? —No puede creer que alguien como él haga esas preguntas después de tener un ánimo tan voluble. No tiene derecho a hacer de todo un juicio. —Lee Jeno sabría qué hacer.
—Creo que he perdido la cabeza.
—Sí. Estás enamorado, pero no es culpa tuya, es nuestra. Le dimos vida a quien necesitabas para escapar y no deberías comer todo lo que los extraños te ofrecen, te harán vomitar o morir, perder la cabeza o ganarla, pero no hay devoluciones o quejas porque va contra mi ley. Asume tus consecuencias, Lee Jeno de Incheon.
—No estoy enamorado, apenas conozco a su hijo. —Todavía hay un poco de no locura en su cabeza con razón, entra en razón. Enamorarse de un hombre es considerado demencia en su tierra natal.
—Lo estás, y es por eso que tu blanco corazón lo entiende y quiere teñirse de rojo, pero no va a bañarlo todo en sangre. ¿Entiendes lo que digo? Amar es la peor de las locuras y lamento hacerte saber que eso es lo único que te salvará, el mancharte las manos. Incluso el más cuerdo se deja morir. Hazlo, pelea contra ti mismo, es lo que te queda, dejar de ser Lee Jeno de Incheon y ser alguien más.
¿Pero quién va a ser si no él?
Jeno medita los hechos desde la jaula que le han asignado como habitación, lleva un tiempo ahí y no sabe bien cómo entró, no es la mejor vista o comodidad del lugar, aunque no está muy solo, el rey blanco se ha sentado con él y es buena compañía para matar el tiempo en lo que la mañana se vuelve ayer.
—Cuando mueras, —continúa Su Majestad blanquecina—serás más feliz, yo ya lo hice, entenderás que un corazón rojo es lo que necesitas. Uno lleno de pasión y eso, es lo que ellos hacen aquí.
—No estoy enamorado, por favor, piense las cosas y ayúdeme a salir de este lugar—ruega por primera vez a ese conejo. —Prometo no hacer nada, lo juro. Me apartaré de Jaemin.
—Si tuvieses la diminuta oportunidad de volver a venir a Infratierra, ¿tomarías el riesgo por Jaemin? —El rey lo detiene y se posa frente suyo rodeándolo, no lo escucha ni con sus grandes orejas peludas.
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JENO A TRAVÉS DEL MONÓCULO [JAENO/NOMIN] Ver. Final.
FanfictionCuando se dio cuenta ya estaba cayendo, rebotando en la cama y luego subiendo, para después volver a caer y encontrarse arriba, de modo que el techo se hizo suelo. De todos modos, ¿cuál es el problema con comer tantas tartas del rey de corazones? I...