Las leyendas en la tierra son simples historias que moralejas portan; sin embargo, rumores escabrosos por Infratierra siempre estuvieron presentes. Años atrás antes de que todo lo que ese día existe hubiese sido, cuando el Tiempo caminaba en dos perfectos pies y tic taqueaba contento por las calles no encarceladas, un siniestro ocurrió en el castillo rojo.
Un gato muy apuesto y de nombre sonriente se deshizo de la razón en el mayor de los príncipes del lugar, las tartas hurtó y junto a eso un beso se llevó. De noticias como esas que despiertan necesidades nuevas, más que antiguas, un oráculo nació, llegó a otros reinos que antes eran enemigos por batallas de ajedrez y cartas. Y el rumor despertó a un niño.
En el cielo un día como no otros el tinte de las estrellas tintó los futuros sin explicar cómo llegarían a ese punto inicial, los reyes no conocían que sus hijos llegarían a plasmarse en él, en un reino que podría unirse a través del matrimonio.
Un odio nacido de la ignorancia los crió de manera mutua. Siendo menos débil el lado de los que rojo tienen por pasión, así que la fama cruel del rey de corazones abundó por Infratierra, sobre todo por los abusos que un gato travieso ejecutó; así que empecemos de nuevo con este final.
Ten era un joven gato que cayó ante el buen príncipe de corazones, amigos o no, su capacidad de desvanecerse lo llevó a la cocina, donde el muchacho de la realeza se dedicaba a pasar las tardes dada su apretada agenda estudiantil sobre el dominio de seres vivos, una magia especial y poderosa, más que peligrosa para quien no sabe manejar su propio corazón, de todos modos, el problema de Taeyong radicaba en la cabeza.
Pronto una amistad surgió y con la idea fría de un ardiente muchacho que sufría a diferencia de la demás familia de monarquía sangrienta; concluyeron que es una naturaleza extraña la que lo llevaba a tener escenas de obras teatrales caóticas. Se sabe que en los cuentos los príncipes rescatan y las princesas son rescatadas, pero lo único que el joven príncipe de corazones deseaba era rescatarse a sí mismo, crear algo que dominara su propio corazón.
Tartas de zacabayas en forma de corazón fue la combinación perfecta, a días prontos de que el oráculo dictara un nuevo final aterrador para la corona, Taeyong horneó dispuesto a todo, a enfrentarse al reino contrario y ganar la paz. Hasta que un ladronzuelo con la capacidad de evaporarse masticó demasiado en un lugar que no debía, no obstante, el príncipe logró su cometido. De manera ridícula, el gato se despidió como de costumbre, besando la mano de su majestad y fue cuando cayó por completo.
Probablemente ese fue el error del príncipe, no tener el control sobre la poción mágica.
¿Qué significa un beso? Cuando Ten entregó su corazón con la treta malvada de un pastelillo sencillo, no sabía lo que eso significó. Un beso fue su condena ante la creciente fiereza dentro de Taeyong, esa incontrolable que sólo un amor no correspondido empeoró en demasía.
Así que la guerra se declaró, como el oráculo dictó, lo que se repetiría con frecuencia hasta apagar la flama creciente. La desesperación abarcó a un príncipe temeroso de no poder controlar a un futuro pueblo, necesitado de la única sustancia que le devolvería la certeza, a nada de transformarse en la peor versión de sí mismo, un gran cortador de cabezas a diestra y siniestra, un monarca siniestro.
El Taebberwocky.
Amor, el amor. Taeyong descubrió que era mejor ser temido a ser amado, porque Ten lo amaba y eso, no significó nada peculiar en su descolocada mente, porque él no quería que eso pasara y mucho menos el mismísimo gato sonriente lo deseaba. Ten no quería al corazón, él tenía ojos para algo más afortunado, los tréboles.
La violencia comenzó a crecer en el lugar a raíz de la locura del heredero de la baraja, Infratierra se tornó de un tono rojo que no sólo adornaba el cielo en los atardeceres, y el príncipe blanco, ¡Oh, cuánto dolor había en su corazón porque no tenía la menor idea de cómo enfrentarse a quien atentaba contra cada una de las piezas de ajedrez en el lugar! Los conejos se fueron, abandonaron el lugar por el temor a ser devorados, el reino blanco se quedó sin corte real, visitaron Supratierra y nadie volvió jamás.
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JENO A TRAVÉS DEL MONÓCULO [JAENO/NOMIN] Ver. Final.
Fiksi PenggemarCuando se dio cuenta ya estaba cayendo, rebotando en la cama y luego subiendo, para después volver a caer y encontrarse arriba, de modo que el techo se hizo suelo. De todos modos, ¿cuál es el problema con comer tantas tartas del rey de corazones? I...