5_Fiesta Hollywood

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Samuel sostenía el saco de boxeo del gimnasio mientras Rebe golpeaba. Y no solo golpeaba con fuerza, sino también con furia. Los golpes de la morena impactaban en el saco pero hacían ligeramente retroceder a Samuel quien comenzaba a preocuparse por su amiga aunque si estaba frustrada por algo dar unos golpes sería bastante terapéutico.

-Rebe-dijo Samuel con indecisión-¿te encuentras bien?

La pregunta, lejos de calmar a Rebe, la hacía enojar aún más. Los golpes aumentaban su intensidad. El rostro de Rebe estaba rojo por el esfuerzo que estaba haciendo y por su cara corría sudor que fácilmente podrían ser lágrimas de enojo.

-Esto muy bien-contestó-¿no se nota?

Samuel pensó en responder con sarcasmo pero Rebe enojada era de temer. No es que la percibía enojada sino que detrás de ese enojo subyacía una tristeza enorme. Samuel conoce a su mejor amiga y sabe que detrás de ese exterior rudo y cínico hay una persona sumamente sensible y compleja. De hecho, si Samuel lo pensaba detenidamente muchos de sus amigos compartían esa dualidad de un exterior duro y un interior frágil: Rebe, Guzmán, Lu. Aunque en quien más pensó Samuel es en Carla.

-Rebe no me mientas-dijo Samuel con suma paciencia para no irritarla-por favor dime que te sucede. Es evidente que estas frustrada por algo y golpear no está siendo suficiente.

La chica dio unos golpes aún más fuertes como para quitarse los últimos resquicios de violencia de su interior.

-Creo que ya lo sabes tronqui-dijo Rebe limpiándose el sudor de su frente con el dorso de su brazo.

Mencía.

Ese parecía ser el gran problema de Rebe los últimos meses. Cuando llegaron a Londres estaban más unidas que nunca pero ahora veía a Rebe tan triste y confundida con su novia como cuando estaban juntas antes de la fiesta de fin de año en la que Armando agredió a Ari. Samuel pensaba que por fin Rebe había encontrado a alguien que la amara de forma sincera y reciproca de la forma que su amiga se lo merecía. Por un tiempo Samuel creyó que Rebe había encontrado a esa persona que te hacía ser mejor, por la que darías lo que fuera.

-Es que...siento que me estoy volviendo loca Samu-dijo Rebe intentando que no se le quiebre la voz-es que nunca podemos ser felices ni estar tranquilas. Con ella siempre hay un drama. Ella no sabe ser feliz y lo que es peor es que me arrastra a mí en su espiral de destrucción. Un día me aleja de forma cruel y al siguiente me busca con la sonrisa más tierna del mundo. Me dice que me ama pero hace de todo para que peleemos.

Samuel no la interrumpía. En este momento su monologo era la mejor manera en que se desahogue.

-Lo peor es que ni siquiera creo que haya un problema puntual con ella-continuaba Rebe-creo que ella es así simplemente. Es una persona que no sabe porque es infeliz y que vuelve infeliz a los que la rodean.

-Quizás debas considerar la posibilidad de terminar con ella-sugirió Samuel.

Rebe lo miró con sus ojos azul cristalizados.

-Ya lo pensé-reconoció-una parte mía me grita que la deje. Peor la amo Samu, realmente la amo. Y me duele la idea de no estar con ella pero creo que me duele más estar con ella.

Samuel nunca se consideró bueno dando consejos pero pensó que su experiencia y la de los que lo rodean quizás podían servirle ahora a su amiga.

-A veces el amor no es suficiente-dijo Samuel-a veces aunque entre dos personas exista el amor más grande del mundo si el contexto no es el correcto y las personas no hacen las cosas bien nada va a funcionar. Mira a Guzmán y Nadia o Ander y Omar. Nadie duda de lo que sienten pero eso no fue suficiente y todos ellos entendieron que por más que se amen no podían estar juntos. Incluso míranos a Carla y a mí. Para que lo nuestro funcionara tuvieron que cambiar muchas cosas de nuestra vida y aun así no es nada seguro.

Carmuel: la universidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora