Carmuel: la universidad

10_EL ENFERMO

Samuel no se sentía bien. Estaba con poca energía y cualquier tarea sencilla lo dejaba agotado. Una simple práctica de boxeo lo había dejado con los músculos adoloridos y ahora comenzaba a sentir dolor de cabeza.

Estaba realizando una rutinaria tarea en su departamento. Recogía todas las cosas que Guzmán y Rebe dejaban tiradas por todo el lugar. Quería mucho a sus amigos pero debía reconocer que eran el epítome del desorden. Ellos estaban acostumbrados a que una sirvienta acomodara todo lo que ellos dejaban tirado por ahí mientras que Samuel fue siempre un muchacho muy ordenado y más desde que tuvo que vivir solo.

Si bien era una práctica común para él pero hoy no tenía energías para nada. Se acostó en el gran sillón de la sala y quedó dormido.

Carla Rosón Caleruega iba a hacer algo que nunca había hecho en su vida: cuidar a un enfermo. Samuel tenía gripe y Carla le había pedido a Guzmán que se lo lleve a su casa para que ella pudiera cuidarlo.

Samuel, Carla y Guzmán ya estaban en Inglaterra de nuevo. Faltaban 2 semanas para que las clases inicien nuevamente. Rebe volvería en unos días dado que quería pasar más tiempo con su madre. Los hijos de Benjamín decidieron hacer un pequeño viaje a Francia antes de volver a estudiar.

Carla prefirió cuidar ella de Samuel dado que Guzmán regresó con ellos a Inglaterra solo para poder pasar más tiempo con su novia y pensaba que él no lo cuidaría correctamente. Es decir, hablamos de Guzmán, la persona que junto a Marina cuando eran niños se les escapaban todas las mascotas hasta que Laura y Ventura les prohibieron traer otra mascota más. Según las cuentas de Carla habían perdido a tres perros, dos gatos, un canario y lo más infame de todo fue cuando su tortuga se escapó. Por años el escape de la tortuga fue la herramienta de Ander, Polo y Carla para burlarse de los Nunier.

El problema con cuidar a Samuel es que era un pésimo enfermo. Samuel no sabe aceptar los cuidados de otras personas. Está demasiado acostumbrado a ser autosuficiente y a no pedirle nada a nadie por lo que cuando las situaciones lo sobrepasan prefiere aferrarse a su orgullo en vez de a la lógica. Por suerte, si ante alguien Samuel podía remotamente ceder era Carla. Una sonrisa de la marquesita bastaba muchas veces para que Samuel cediera en sus pretensiosas ínfulas de inmortalidad. Pero a veces tozudamente quería hacer limpieza, cocinar o lo que sea. Samuel García Domínguez era incapaz de simplemente acostarse y descansar. No, el señor debía estar haciendo algo, lo que sea. No quiere sentirse inútil. Y Carla puede entender esa manera de pensar pero curiosamente ella se ha visto en muchas ocasiones como la receptora de las críticas de Samuel sobre que ella jamás quiere recibir la ayuda de nadie.

Estaba regresando a su hogar con bolsas llenas de víveres para pasar estos días cuidando a Samuel. Realmente esperaba encontrarlo durmiendo cuando llegara. Es decir, solo necesita descansar y tomar fluidos. ¿Por qué su novio debía complicar algo así?

Por suerte aun no iniciaban las clases por lo que cuidar a Samuel no sería tan tortuoso. Además que aun debía seguir ocupándose de las bodegas junto a Valerio, lo que no era tan complicado si no fuera por una molesta figura llamada Teodoro Rosón. Aparentemente después de sus vacaciones su padre había regresado recargado para molestar. Además de sus reclamos habituales como el de poner a Valerio en representación de Carla o la forma en que administraban el negocio. El nuevo reclamo de Teodoro era porque Carla le había dado un puesto a Nano en la empresa. Como si Nano fuese un problema para él ya que el muchacho trabaja manejando un camión repartiendo el vino por Madrid y Teo está en su oficina. Nunca se cruzan pero Teo encuentra un problema en darle un trabajo a Nano. Carla supuso que le molestaba que incorporara a las bodegas a quien había robado su reloj hace tiempo o porque sea el hermano de Samuel. Por lo que sea Teo debía molestar. Y el pobre Valerio era quien debía tolerar las molestias de Teodoro.