13_Navidad por separado

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Si bien Carla amaba Italia, debía admitir que pasar la navidad lejos de Samuel la estaba aburriendo bastante. Pero estaba decidida a llevarse mejor con su madre y cuando la invitó a pasar navidad con ella en Italia no pudo rechazarla. También invitó a Samuel, pero el castaño quiso pasar las fiestas con Nano y Pilar. Entonces decidieron pasar estas festividades por separado.

El lujoso hotel en el que se hospedaban era hermoso y les daba una buena vista de la ciudad de Roma. Le hubiera gustado recorrer Roma junto a Samuel ya que cuando visitaron juntos Italia fueron a Venecia porque el castaño quería experimentar el famoso carnaval. Aunque lo cierto es que Samuel ya conocía Roma cuando la visitó junto a Rebe, Omar y Cayetana.

Carla se sentía aburrida de tener que pasar Navidad con esos aburridos viejos amigos de su madre. Pero tenía una ventaja. Había conocido a un hombre que puso nerviosa a su madre. Era un español que hace muchos años vivía en Roma. Su nombre es Lautaro Sandoval. Con sorpresa Carla escuchó a su madre admitir que hace muchos años fue su novio.

Luego Carla recordó que en una ocasión su madre le habló de cómo en una ocasión tuvo que elegir entre el amor y la estabilidad y se equivocó al elegir el amor, al haber elegido a Teo. Lautaro era la otra opción. Lautaro amó a Beatriz, pero ella estaba perdida por Teo. Beatriz lo contó intentando restarle importancia, pero para Carla fue algo importante. No recordaba mucho de sus abuelos ni de la familia de su padre. De hecho, sabía muy poco del pasado de sus padres. Deseaba saber tanto, incluso ahora que sus padres estaban divorciados quería entender como su familia había llegado hasta este punto

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Benjamín y sus hijos habían tenido que viajar también en estas fiestas lo que puso triste a Pilar pero al menos iba a tener la posibilidad de estar con sus hijos. Samuel estaba en unas pequeñas vacaciones de la universidad y Nano continuaba trabajando en las bodegas de Carla.

Nano aún no había llegado y Pilar le hablaba a Samuel emocionada sobre detalles de su boda con Benjamín. Samuel solo la escuchaba pero opinaba lo menos posible. Le gustaba ver feliz a su madre pero no confiaba mucho en ella en cuanto a relaciones románticas. Por años la había visto salir con fracasados e hijos de puta. Sin duda Benjamín era el más decente hasta ahora pero su madre había salido con algún que otro tipo aceptable y siempre lo había arruinado. De hecho, por mucho tiempo Samuel había creído que el amor era un tema que jamás sería bueno para su familia. Ni su madre, ni Nano ni él eran personas hechas para el amor creyó por mucho tiempo. Marina había sido la primera chica que le interesó lo suficiente como para intentar que funcionara.

Realmente pensaba que su madre lo arruinaría en algún momento. No se sentía orgulloso de pensar así pero no podía evitarlo.

Tampoco a Benjamín le tenía mucha fe si debía ser sincero. Ari le había dicho que de verdad veía enamorado a su padre pero no sabía si confiar tanto en los sentimientos de un hombre que por tantos años le fue fiel al recuerdo de su difunta esposa. Y aunque veía a Benjamín como lo más cercano que tuvo a una figura paterna, pensaba que al igual que su madre carecía de madurez emocional en cierto sentido.

El timbre sonó y Samuel fue a abrir la puerta. Estaba allí Omar. No lo había visto mucho últimamente dado que vivía junto a Cayetana en otro lugar.

- ¿Qué tal Samu? -dijo Omar con alegría.

-Omar, tanto tiempo-dijo Samuel. Hace mucho tiempo que no pasaba tiempo con su amigo de la infancia.

Charlaron por un rato hasta que Omar dijo el verdadero motivo de su visita.

-Samu, estuve recién en casa de mi padre-dijo Omar-y me contaron algo que quizás debas saber.

Carmuel: la universidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora