Capítulo 7. El reclamo

1.4K 68 11
                                    

"¡Satisfacción! No podía vivir sin ella. Es como el agua o el pan, o algo absolutamente esencial para mí" Sylvia Plath

Elizabeth Turner

Las olas eran mi gran escape. Esa chica me recordaba a alguien, solo que no pude ver bien el parecido por su gran melena negra. Sus ojos azules fueron su delator. Tal vez toda esta marea me está produciendo mucho arrepentimiento por dejarla en el mar.

¿Cómo pude hacer eso? Debí aceptar que no estaba viva. Me había hecho a la idea que por lo menos la vería feliz y en paz. Pero jamás encontró un alma mi amado Will.

Estaba esperando una respuesta. Hasta que un desconocido me dijo de un hechicero que veía del más allá. Después de tantos años, aun tengo fe que mi dulce niña este bien. De encontrar su alma y conocer su destino.

Mientras mi dulce pequeño ha estado con Zazil Ha. Han estado muy callados. Aunque cuando oscureció vi que no solo estaban ellos dos. Estaba con un chico de pelo negro corto y ojos marrones. Pasaría desapercibido si no fuera por su rostro. Todo indicaba que era un chico guapo con su nariz delicada y esos gruesos labios.

Al acercarse a mí, le dije:

— No te he visto antes en el barco pero a juzgar por tu edad creo que eres el chico de Barbossa.

— Sí señora, y debes ser la madre de este chico llamado Will, Elizabeth Turner.

— Entonces ya ha hablado de mí y todas las aventuras que he tenido.

— Aunque creo que todavía faltan partes de las cuales no quiera hablarle. Mi nombre es John B. Read

— ¿Qué significa la B, John?

— Preferiría dejar eso como un misterio para todos por el momento.

— Debe ser un mal nombre.

— No lo es. Sólo que me trae malos recuerdos ese nombre.

— Lo comprendo.

— Si no le molesta señora Turner, yo deseo dormir. He estado escuchando cada palabra de su hijo y no pude ni ir a comer, ya que terminaba uno y seguía otro. Fue agradable, pero estar en la misma posición es cansado y no siento nada.

— Por supuesto. Y llámame Elizabeth — le dije mientras se alejaba.

Tenía planeado decirle a mi hijo que regresara al barco a tomar un descanso. Cuando me acerque al par, Zazil Ha estaba con una cara de pánico. Como si hubieran descubierto algo que ocultaba y se sintiera atrapada por eso.

Los tuve que interrumpir. Mi hijo luego se fue. No sin antes mirarme y ver si lo seguía pero tenía que hablar algo con Zazil Ha. Se aleja y me quede sola con ella.

— ¿Cómo te ha ido Zazil Ha con mi hijo?

— Bien Elizabeth, me ha contado mucho sobre ustedes. Al parecer son buenos conocidos.

— ¿No querrás decir amigos?

— Tal vez, pero los amigos no pelean o se besan ¿o sí?

— De vez en cuando lo de pelearse, besarse es ir hacia otro nivel— le respondo, parece confundida con todo esto.

— ¿Otro nivel?

— Si cuando son novios — me miró con una gran cara de curiosidad y seguí explicando — , cuando dos personas se quieren y buscan algo más. Pero si no pueden superar las cosas malas, mejor rompen y dejan...

— ¿Por qué romperían? ¿Acaso no podrían regresar y quererse?

Zazil Ha estaba llena de dudas. No conoce nada de lo que hablo. Pero me doy cuenta que solo ella está en el barco. Tal vez sepa unas cosas pero otras no. No tiene con nadie de que hablar de esto. Así que en vez de hablar sobre su origen, le contesto todas sus preguntas. Incluso las más íntimas.

Piratas del Caribe: La Hija del MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora