Dónde una chica es vendida a un grande mafioso y se presentan difíciles situaciones que tiene que sobrepasar sola.
¿Podrá está dulce chica enamorar a este gran mafioso?
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«Sigues viva.»
Esas palabras continuaban en mi cabeza rondando constantemente, jamás pensé en volver a encontrarme con mi hermana o madre, aunque eso había comenzando a cambiar en el momento en que me encontré con mi padre.
Mi día a día había sido muy agotador, tanto que terminé exhausta. Hana había conseguido mi número telefónico luego de enterarse que ya era tía y ha estado continuamente hablándome por chat. Pidiéndome que le dejé conocer a su sobrino, la idea no me agradaba en absoluto. Al principio me había mostrado un rostro de odio y asco, pero al enterarse de mi hijo todo cambio.
Hizo como si nada hubiera pasado, como si estuviéramos en una buena relación de hermandad y tiene el derecho de opinar sobre mi vida o mi hijo.
Estuvo días, horas, semanas insistiendo. Jamás se lo permití, jamás le di el si, se la veía desesperada, pero yo no estaba lista ni mucho menos segura, así que me negué.
Pensé que las personas pueden cambiar, Aún así le di la oportunidad de conocer a mi hijo, algo me decía que no era lo correcto y mucho menos sin consultarle a Jungkook sobre el tema. Pero mi siempre tan bondadoso corazón y mente me dijo que lo mejor sería que lo conociera, que se merecía una segunda oportunidad y quién sabe, está vez si la aproveche.
Deje la carreola de Dae frente a mi mientras me sentaba en una banca, había preferido un lugar público, donde si sucediera algo había gente que pudiera ayudarme. Tal vez solo estoy siendo paranoica, pero me daba terror el que le hicieran algo a mi hijo, lo lastimaran y lo alejaran de mi.
Pensando en eso había comenzando a arrepentirme en traerlo, en haberle dado dicha oportunidad a Hana. Lentamente me levanté, tome la carriola y comencé a caminar lejos del lugar. Esto no está bien, me sentía tan mal.
Mi celular comenzó a vibrar en mi bolsillo, lo tome y era Hana. Rechace la llamada y llame a Jungkook, algo me decía que algo malo estaría por pasar.
Justo en el tercer pitido Jungkook contestó, pero no pude hablar, tan solo solté un quejido al sentir dolor en mi nuca y caí al suelo, sin saber que pasaría luego de eso.
(..)
Cuando desperté toque mi cabeza con lentitud adolorida y recordé. Recordé todo lo que había sucedido. Mi hijo, ¿dónde estaba mi hijo?
Estaba por levantarme cuando Jungkook ingreso con una mueca de preocupación.
— ¿Dónde está mi hijo? —Fue lo primero que pregunté, lo único que me importaba.
— No sabemos.., cuando contesté la llamada escuché un quejido y luego se cortó. Volví a llamar pero nada sucedía, localicé tu dirección por tu celular y cuando llegue tan solo estabas tú tirada en el suelo. Me asusté tanto, rápidamente llame a los chicos, pero nadie sabe nada sobre nuestro hijo
— ¿Que..? no puede ser, el estaba conmigo. ¡estaba allí con su carriola! Dónde está mi bebé... —Solloce.
— ¿Que estabas haciendo allí, Ha-neul? ¿te estabas por ver con alguien o algo por el estilo? Tal vez esa persona sepa algo, o alguien que haya visto algo
