Vᴇɴᴅɪᴅᴀ ᴀ ᴜɴ Mᴀғɪᴏsᴏ ʲʲᵏ

ᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ ₀₅

Ha-neul

Lo abrace emocionada luego de aceptar, su madre se pondría muy contenta después de todo ella quería que entre nosotros haya algo.

Salimos de la casa y nos dirigimos a su auto. Luego de ponernos el cinturón de seguridad arrancó en dirección a la casa de su madre.

(...)

Me baje del auto seguida de Jungkook y golpeamos la puerta, se escuchaban los pasos por el interior de la casa y al poco tiempo la puerta se abrió dejando ver a una bella mujer

-¡Bienvenidos! -exclamo contenta- Pasen chicos, ¿como están?

Entramos y mi vista como siempre se posó en los cuadros que decoraban la casa. Casi todos eran de Picasso o eran sobre la mitología griega. Me encantaban y llamaban mucho mi atención

-¡Noona! -Corrio hasta mi y me abrazo- Noona te extrañe

-Hola bebé -correspondi- Yo también te extrañe y mucho pequeñín -sonrei-

-Siento que alguien me la quiere robar ¿O me equivoco? -miro a su pequeño hermano-

-¿Cómo que te la quieren robar? ¿No que ustedes solo son amigos? -interrogo su madre- ¡Denme una buena noticia!

-Pues... Ha-neul y yo estamos saliendo mamá -sonrio mientras me abrazaba por la cintura-

-¿Eso es cierto? ¡Felicidades! Me alegro mucho por ustedes -sonrio-

-Gracias señora Jeon

Luego de un momento de risas por parte de la Señora Jeon nos sentamos en la mesa, la comida estaba muy rica y la cena transcurrió con chistes y muchas risas

Estaba tomando agua cuando escuché la pregunta que solto la señora Jeon como si fuera una pregunta muy común

-¿Cómo es mi hijo en la cama Ha-neul?

Al solo escucharla me ahogué con el agua, ¡Tierra tragame y devuélveme en casa!

-S-señora nosotros no tuvimos relaciones

¡Mi piel ardía! No podía ser que pregunte tal cosa... Me avergonzaba mirarla, estaba roja como tomate

-Mamá como puedes preguntar algo así? -dijo mientras sobaba mi espalda-

-Es curiosidad, lo siento -río-

Tape mi cara avergonzada y me pare de mi lugar

-I-ire al baño, compermiso -salí del comedor y me dirigí a la planta alta-

Suspiré y entre al baño al ver la puerta blanca, cerré la puerta y apoye mis manos en el lavabo. Levanté mi rostro y me miré al espejo

¡Oh por dios! Parecía el culo de un flamenco comparado a un tomate. Tenía mis mejillas de un color rosita que de a poco se hacían rojas. Por dios... que vergüenza.

Abrí el grifo mojando mis manos y tire un gran chorro de agua en mi cara, quería que el sonrojo se fuera de una vez. La restriegue con mis manos y me volví a mirar ¡Seguía igual! Incluso peor...