Nuevos secretos

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Capítulo XXXVlll

— ¿Y donde estuvieron todo este mal tiempo? —pregunta Claudia dándole un bocado a su comida mientras desayunamos en “familia”

— Estuvimos visitando a unos amigos que nos acogieron a última estancia —contesta Logan con esa voz gruesa sin levantar la mirada de su plato

— ¿Me extrañaste cielo? —la irritante vuelve a acariciar su rostro por enésima vez desde que nos sentamos y mi mano aprieta la servilleta a un costado para evitar lanzarle todo los platos en su cara de falsa. Baby pone su mano sobre la mía para relajarme y le sonrío.

— Mi niña, tu padre ha llamado, han adelantado la fecha de la fiesta para dentro de dos día —casi escupo la comida al escuchar a nana y mi amiga me da palmaditas en la espalda.

— ¿Tan pronto? —la miro a ella para luego ver a Logan que me observa sin mostrar alguna sorpresa— ¿Tú lo sabías? —pregunto

— Yo le pedí que lo hiciera, le dije que estabas lista —me levanto de golpe haciendo sonar la silla y todos me observan incluyendo el silencioso Carlos que es casi inexistente— Siéntate y come tu desayuno

— ¿Como has podido hacer eso?, no tienes derecho a controlar mi vida y menos sabiendo lo que eso significa para mí —reclamo

— Ya emos hablado sobre cumplir el deber familiar —se levanta frente a mí

— Que viva bajo tu techo no significa que decidas cuando cumplo mis deberes, se lo que debo hacer a diferencia de ti —ataco— Que no eres capaz de decidir lo que quieres —lo miro fijamente notando como las venas de su cuello comienzan a marcarse

— No puedes esconderte todo el rato tras una máscara de dolida en tu habitación Ángela, mientras más rápido termine este problema más posibilidades tendrás de ser feliz. ¿Crees que es muy maduro deprimirse por algo que ya pasó? —abro la boca por su golpe bajo

— Algo que si hubieras llegado a tiempo quizás no hubiera ocurrido, fue tu maldita culpa y lo sabes —la discusión se torna a gritos mientras todos parecen tener al león frente a mí.

— No me culpes de las tragedias que suceden diariamente

— Entonces no me mientas —se me inundan los ojos de lágrimas— Porque me haces pensar que te importo y cuando me doy la vuelta... —tomo aire— ...cuando creo que encontrarás otra forma de romper mi corazón cuando lo tienes en tus manos, vas y lo consigues. Lo aplastas sin piedad. Un día cuando quieras volver a recogerlo ya estará echo cenizas —me mira serio y una lágrima recorre mi mejilla— Porque para entonces ya te habrás encargado de quemarlo.

Tomo mi chaqueta y salgo de allí dejando que la tormenta que desaté por mi confesión se calme sola. Uno de sus horizontes me sigue por las calles de esta hermosa ciudad. Consigo un parque para calmar mis ideas y refrescar mi mente.

¿Cómo es posible que alguien que te jure ayer amor hoy te haga daño?

No lo entiendo, y parece que mientras más quiero comprenderlo más me alejo. Debe ser algo en mí, quizás no le guste el romance, quizás sintió que era demasiado para él lo que vivimos. Quizás crea que soy muy común, una protagonista de un libro o una película de romance barato.

(Logan)

— ¿Amigo qué demonios fue eso? —mi amigo cierra la puerta de mi despacho

— Su padre me está presionando, necesita proteger a su hija, hay nuevos enemigos de la organización y teme que salga desprotegida o sea víctima de alguna alianza —comento bebiendo un trago de whisky

— ¿Pero vas a entregarla de esa manera? —me quedó en silencio pensando en ella.

Se que debo darle su espacio, tiene razón, soy un tonto que sabe lo que quiere y no toma lo que más le importa. Pero en este momento solo yo se las ganas que tengo de follarme a alguien y azotarla hasta que vea la sangre correr. Estoy enfermo, no soy la mejor opción para ella hasta que no trate esto que he aceptado desde que conocí y correspondí sus sentimientos hacia mí. Se que estoy mal de la cabeza, enfermo, necesito cambiar por ella.

Pero...¿Cómo?

— ¡Señor, han atacado la bodega 8, requieren ayuda! —dice uno de mis hombre entrando. Yo y Carlos no miramos para salir cuanto antes a matar a los desquiciados que pretenden robarme. ¿En verdad creen que eso es posible?

Después de media hora de camino llegamos a la bodega y desde lejos se pueden escuchar el refrescante sonido de las balas. Se siente bien estar de vuelta a la acción. Los refuerzos que traje ayudan a los hombres a ganar la pelea mientras me encargo de preparar la habitación para la asquerosa sanguijuela que voy a torturar.

Entran con uno de ellos, parece ser el que está al mando. Lo dejan atado a la silla y un poco aturdido por los golpes me observa con indiferencia y puedo percibir algo de miedo, eso es deleitable.

— ¿Para quién coño trabajas? —pregunto subiendo mis mangas hasta mis codos.

— Púdrete —escupe a mis zapatos y lo miro serio.

— No tienes idea de lo que te haré por ensuciar lo que no es tuyo —alcanzo una pinza y con mucha fuerza le abro la boca para sacar dos de sus dientes y escuchar sus alaridos de dolor.

— Necesitarás ser más creativo —sonrío

— Y te aseguro, mi nuevo amigo, que seré todo un artista —doy comienzo a mi plan de torturas.

Al cabo de unas horas luego de picar algunos de sus dedos, haberle dado golpes, incendiar su cabello y con sus pelotas a punto de perderlas...escucho que grita una tregua y sonrió satisfecho. Ha sido satisfactorio hacer esto de nuevo.

— La familia Caster, ellos... quieren venganza... y que le rescatemos a su hija... —frunzo el seño

— ¿Hija? —pregunto

— Se lo contaré todo, pero.... por... favor pare —habla con dificultad.

— Trato echo —sonrío tomando asiendo frente a él para escuchar lo que tiene que decir.




¿Alguna idea de quién será la hija?
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El mío es el negro 🖤
🥰

"Enamorando a un mafioso" {Trilogía: Corazones malheridos} Libro IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora