Capítulo nueve: La esencia de la esperanza.

311 73 37
                                    

Chanyeol salió alegremente por la puerta de Cotton. Pero no estaba solo, Kyungsoo caminaba a su lado. Sus manos se rozaban al caminar y el contacto provocaba una sonrisa en el más alto.

—¿Estás ocupado esta tarde, Kyungsoo? —preguntó Chanyeol.

—No realmente.

—Hoy habrá una exposición en Hanwon, se llama "El hombre en comunión con la naturaleza", estará sólo un par de días antes de instalarse en Busan. ¿Te gustaría venir conmigo?

Kyungsoo miró al suelo y sintió un entumecimiento en las mejillas, como si estuvieran tan cargadas de calor que no podía soportarlo.

—Seguro —respondió.

—Genial. Entonces, ¿paso por ti...?

—Prefiero que nos encontremos allí.

—Como gustes —dijo Chanyeol, frotándose la parte posterior del cuello con la mano—. Comienza a las siete y media. Voy a estar esperando en la entrada. Seguro que vas a reconocerme ¿eh? —rió.

Se detuvieron en la parada de autobús y permanecieron en silencio. Chanyeol observó alrededor, admirado como si fuera la primera vez que veía todo. Desde que había aceptado sus sentimientos por Kyungsoo ya no era capaz de evocar fantasías siempre que le daba la gana y no podía perderse en sí mismo como solía hacer. La vida siempre le había parecido interesante, aunque limitada y con un final establecido, por ello siempre prefirió su región de ensueño. Allí donde todo era perfecto le ocurrían aventuras fascinantes y entretenidas, aventuras que parecían nunca tener fin. Ahora que ya no tenía a dónde huir se sentía despojado, desnudo, completamente expuesto a una realidad que le parecía terrible, fea... pero también maravillosa. Descubrir que el mundo real le causaba la misma alegría y fascinación que sus fantasías le hacía sentir una especie de nostalgia y remordimiento.

—¡Oooh! —exclamó Chanyeol de repente.

—¿Qué? —preguntó Kyungsoo.

—Acabo de recordar que tengo una barra Ssiat. ¿Quieres la mitad?

—¿De qué es?

—Chocolate y arándano —respondió Chanyeol, buscando en el bolsillo de su saco. Le quitó el envoltorio al bocadillo y lo partió en dos.

—Es mi sabor favorito —dijo Kyungsoo, tomando el trozo que él le tendió.

—También el mío.

Sus ojos se encontraron y por un segundo, fue mágico. No hubo chispas, pero sí una corriente eléctrica. Fue el mejor segundo antes de que Minhwa apareciera detrás de Chanyeol y se abalanzara sobre su espalda. Por supuesto, llevaba a Jaehyun con ella.

—Oye, Chan, estamos yendo a Buddy. ¿Vienes?

—¿Ahora?

—Obviamente —dijo Minhwa, apartándose. Sus ojos cayeron en Kyungsoo y lo observó con interés—. Oh, hola. Soy Minhwa y tú eres... ¡Kyungsoo! ¿Verdad?

—Es correcto —respondió Kyungsoo, inclinando la cabeza a modo de saludo.

—¡Es un gusto conocerte al fin! He escuchado mucho de ti. Oh, ese es mi amigo Jaehyun, es un poco tímido —dijo, señalando a Jaehyun por encima de su hombro—. Oye, ¿quieres venir a Buddy con nosotros?

—¿Buddy?

—Es un lugar para jugar videojuegos —explicó Chanyeol.

—Oh... gracias, pero no puedo justo ahora —repuso Kyungsoo, avergonzado.

—Eso está bien —dijo Minhwa, sonriendo—. Nosotros vamos allí algunos días durante la semana, eres bienvenido si deseas acompañarnos.

—Gracias.

You Are So... [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora