Misión Cumplida

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¿Nos vamos? - preguntó Hermione recuperando la compostura, mientras Draco sólo la miraba atentamente y alcanzó a decir.

Eh... Si, claro.... Vamos - ofreciéndole su brazo para salir rumbo al lugar que su madre había destinado.

Pasaron una agradable tarde, a ella la miraban mucho y el solo se molestaba porque, ¿por qué la veían tanto? -_- Ella iba con él y ¿no podían ser más discretos?. En realidad no comprendía porqué tenía esos sentimientos tan desagradables, ¿a caso eran celos los que estaba sintiendo?.

Desde hacía mucho tiempo no sentía nada similar a eso, pero con ella todo lo que sentía era algo diferente siempre.

Hermione mientras un poco más en sus 5 sentidos meditaba y se dijo - qué raro que la señora Narcisa planear a asistir a la opera si con ellos iría Scorpius y el no estaría a gusto en un sitio así... No quiero pensar cosas que no son... - y trató de apartar esas ideas de su mente.

No te he agradecido adecuadamente, pero quiero que sepas que estoy sumamente agradecido y feliz por la existencia de Scorpius y por haberle puesto ese nombre, es un niño muy listo, pero claro tu eres su madre - dijo sonriendole mientras ella se sonrojaba, cosa que en realidad le parecía lo más hermoso del del mundo.

No deberías agradecer nada, el también me hace muy feliz y debes saber que es muy parecido a ti, es un niño bastante caprichoso - dijo ella esperando su reacción.

¡Oye! Jaja - sonrió el ante el comentario de ella.

De verdad que lo es jaja, pero ya hablando en serio desde antes de que supiera que venía en camino tuve que comer esa extraña mezcla de helado que se convirtió en su favorito una vez que pudo probarlos y que ahora sé que es tu favorito. Tiene gestos como los tuyos, actúa igual a ti y eso sin tener tu influencia cerca, ¿qué será de mi ahora que te tiene cerca? - dijo ella poniendo su mano en su pecho pareciendo muy dramática y sonriendo.

Ya no estarás sola - dijo sonriendo y tomando su mano.

Hace casi 5 años que ya no lo estoy - sonrió y miró sus manos unidas.

Terminando el evento Draco le dijo que ambos irían a la mansión porque allá se encontraba Scorpius y que no se preocupara por volver de noche porque podían quedarse esta noche en la habitación de huéspedes.

Llegaron a la mansión, ya era casi la media noche, pero Narcisa los esperaba - qué bueno que llegan ¿qué te pareció, Hermione?

¡Fue genial! Me gustó muchísimo, nunca había asistido a la opera y fue algo fantástico - dijo Hermione muy entusiasmada y sincera porque de verdad le había gustado mucho. - es una lástima que usted y su esposo no pudieran acompañarnos.

Sí, madre, una lástima -_- - dijo Draco dirigiéndose a su madre con una mirada acusadora.

Ya lo creo que sí - dijo Narcisa ignorando la acusación implícita de su hijo - bueno, querida, los esperaba porque si no te importa mucho me gustaría que Scorpius y tu se queden a dormir aquí.

Ya la he invitado a quedarse, madre - informó Draco.

Oh qué alegría que mi pequeño sean tan precavido con la madre de su hijo - dijo Narcisa tocando la mejilla de Draco mientras este se ponía rojo porque escuchó que Hermione se reía por lo bajo. - y bueno ya que se quedan no quisiéramos interrumpir el sueño del pequeño que ahora duerme en mi cama junto a Lucius. Hijo llévala a la habitación que ya está lista para que pueda descansar.

Claro, madre. Vamos, Hermione, te muestro el camino- dijo Draco para que Hermione lo siguiera.

Que descanses, querida y me dio mucho gusto que disfrutaras los boletos. - dijo Narcisa acercándose para pasar su mano por la espalda de Hermione y dejar muy enredado algunos mechones de cabello con el cierre del vestido.

Pará Draco y Hermione fue algo extraño el contacto, pero le restaron importancia y se dirigieron a la habitación de Hermione.

Aquí es - dijo Draco abriendo la puerta permitiendo que Hermione entrara.

Gracias, pase una linda noche, descansa - dijo ella sonriendo recargada a la puerta y a punto de cerrarla.

Gracias a ti por haberme acompañado, descansa, nos vemos mañana - dijo el con una sincera sonrisa y se retiró a su habitación.

Mientras tanto ella intentaba quitarse el vestido pero en realidad estaba muy atorado y si se inclinaba para sacar su varita de la cinta que traía en la pierna le dolía mucho. En eso estaba cuando la puerta se abrió sin previo aviso.

Oh, lo siento... Solo venía a decirte que si... Necesitas algo mi habitación está a 2 puertas de aquí - dijo Draco algo extrañado por verla luchando con su vestido, su cabello y algo doblada buscando su varita -... ¿Necesitas ayuda con eso?

¡Ay! Sí, por favor, ayúdame a quitarme el vestido - dijo ella sin analizar muy bien lo que había dicho - emm... Quiero decir que mi cabello está enredado y necesito ayuda.

Draco aclaró su garganta - Claro te ayudo - dijo bastante turbado por lo que acababa de oír y se acercó a ayudarla - date vuelta.

Ella se giró para que él pudiera retirar el cabello enredado del cierre. Sentía como la temperatura de su cuerpo subía mientras sentía su manos en la espalda, parecía que tardaba horas.

Está muy enredado, esto tomará tiempo - dijo el tomándose de verdad mucho tiempo, ¿me debería tomar más tiempo del necesario? Pensó el cuando vio que ya casi terminaba.

Claro, lo entiendo - dijo ella apenas conteniendo el impulso de voltearse para acercarse más a él.

Listo - dijo Draco poniendo ligeramente sus manos sobre los hombros de ella para luego retirarlas y comenzar a bajar el cierre lentamente. Se dio cuenta de que no llevaba sostén y que al final del cierre a la altura de la espalda baja se asomaba ropa interior de encaje negro.

Ella no pudo contenerse más y se giró para quedar frente a frente y vio algo que internarme anhelaba y sonrió satisfecha, eran esos ojos grises llenos de deseo que tanto recordaba desde hacía algunos años. Ella aún sostenía su vestido por enfrente, pero cuando lo vio a los ojos lo dejó caer quedando solo en ropa interior con los senos descubiertos y sus tacones que le estilizaban la figura.

Él al ver esa invitación tan abierta se abalanzó sobre ella y la besó con extrema necesidad de probar de nuevo sus exquisitos labios.

Ella tomó como pudo su varita, cerró la puerta que Draco había dejado abierta e insonorizó la habitación. Había algo que le decía que debía parar, que no estaba bien, que iban a formarse ideas equivocadas a cerca de su regreso, pero ella no quería detenerse, con este hombre ella jamás podía actuar como sus propias normas dictaban, con él no había pudor alguno y eso fue en la primera ocasión juntos y volvía a ocurrir. Él era esa droga que la hacía perder la razón.

Al cerrarse la puerta sin que Draco hubiera salido de la habitación de Hermione una astuta mujer que espiaba en un pasillo se sintió victoriosa porque la primera parte de su plan salió a pedir de boca y se retiró a dormir plácidamente.

Mientras tanto en la habitación a puerta cerrada se deshicieron de las prendas de él que ya comenzaban a estorbarles y disfrutaron recorriendo sus cuerpos luego de varios años de que ambos se habían privado por voluntad de tocar cualquier otro cuerpo.

Las sensaciones fueron igual de intensas que la primera vez que compartieron el lecho, pasaron gran parte de la noche reviviendo cada toque y experimentando nuevos. Fue algo fantástico para los dos.

Entrada la noche ella se acurrucó sobre el pecho de él para dormirse inmediatamente - soy un hombre muy afortunado porque tu eres la madre de mi hijo, porque compartes estos momentos tan bellos conmigo, eres una mujer extraordinaria. - dijo en un susurro mientras dejaba un beso en su cabeza y caía profundamente dormido como lo hizo la última vez que compartió la cama con ella. Ella era su paz.

Sucesos InesperadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora