Sucesos Inesperados

Preparada para volver

5 años después

El paso de los años le habían dado a Hermione Granger un toque de elegancia, buen porte y madurez que sólo el tiempo puede otorgar.

Se encontraba a la espera de la llegada de su mejor y más íntimo amigo Harry Potter, quien le había informado solo horas antes que llegaría a casa para ayudarla con la mudanza y no aceptaba objeción alguna. Escuchó que alguien tocaba su puerta y ahí estaba.

Harry, sabes que no era necesario que vinieras y menos con una semana de anticipación- Dijo Hermione abrazándolo resignada, pero agradecida a sabiendas de que su amigo jamás la dejaría sola conociendo todo lo que le esperaba en su retorno a Londres.

Hermione y tu sabes que siempre estaré para ti y este apuesto pequeño, aunque digas que no es necesario- Dijo Harry mientras estrujaba las sonrosadas mejillas de un pequeño de un poco más de 4 años de edad y este le daba los brazos para que lo elevara.

Tío, Harry te extrañé mucho-Dijo el pequeño pero muy avispado niño- ¿Mamá te contó que he aprendido a leer? - dijo el niño muy orgulloso mientras su madre lo veía con mucha alegría al notarlo tan feliz.

Yo también te he extrañado mucho, Scor - dijo abrazándolo tiernamente - y por supuesto que tu mamá me lo contó y fue muy presumida debo decir - rio Harry haciendo que Hermione se apenara y acto seguido su pequeño niño le devolvió una inconfundible mirada de reclamo con esos vivos ojitos grises.
Mamá - dijo el pequeño cruzando los brazos - dijiste que no debía ir por ahí siendo presumido, pero tu lo eres.

No lo soy, mi amor, solo estaba muy orgullosa de ti - dijo atrayendolo hacia ella y lo puso en el suelo - anda, ve a traer tu libro favorito y se lo lees a tío Harry.

Sí, mamá - el pequeño fue alegre a su habitación en busca de su libro, el cual estaba rodeado por muchos ejemplares más que también estaba aprendiendo a leer y se entretuvo hojeandolos.

Mientras tanto en la acojedora sala de la casa de Hermione se encontraban sentados y cómodos 2 viejos amigos conversando con tal naturalidad como si el tiempo y la distancia no hiciera mella en ellos.

Y bien Hermione, ¿cómo vas a proceder? - dijo un espectante Harry - ¿estás preparada mental y legalmente?

Legalmente lo estoy, jamás me perdonaría si dejara algún cabo suelto tratándose de mi hijo, pero... - se detuvo para tomar aire - mentalmente quisiera estar mejor, sé que estos sucesos me han ligado eternamente a él, aunque no lo planeamos y jamás hubo ningún sentimiento entre nosotros más que el odio, mi pequeño es fruto de esa única noche y ni él ni su familia lo saben, no sé si lo aceptarán como uno de ellos o lo ignorarán y lo harán a un lado así sin más por su sangre mestiza.

Hermione recordó el hecho por el cual no consideraron necesario hacer uso de un hechizo anticonceptivo, que a decir verdad ella no lamentaba en absoluto porque eso le había permitido tener a tan adorable y apuesto hijo. Malfoy había sido maldecido por una antigua magia cuando tenía 19 años, esto por venganza contra su padre quien en sus mejores tiempos había humillado y maltratado a innumerables familias.

La maldición consistía en que a partir de ese momento en que el hechizo fue lanzado la fertilidad de Draco iría disminuyendo cada día hasta que al llegar a los 21 años exactos sería completamente estéril, dejando así al gran apellido Malfoy sin un descendiente. La noche de aquél día en que él había cumplido los 21 años Draco supo que estaba hecho, el apellido Malfoy moriría con él. Esa noche, esa misma noche que pasaron juntos, cómo había sido posible, se preguntaba ella una y otra vez, había investigado mucho y solo tenía 1 sola teoría y si la analizaba sonaba lógica. Ya tendría el tiempo para confirmarla o desecharla.

Por eso no tengas miedo, Hermione - dijo Harry tomando sus manos para demostrarle apoyo - donde quiera que vayan tendrán una familia tú y tu hijo, además tus padres lo aman, los de Giny igual y cualquiera que lo conozca lo adorará.

Harry, muchas gracias por todo tu apoyo durante todo este tiempo - Hermione lo abrazó.

Para eso somos los amigos - le sonrió y puso sus manos sobre los hombros de ella sacudiendola levemente en señal de cariño - oye, cada vez se parece más a él. Vi cómo te miró al reclamarte y es su viva imagen jaja - dijo tratando de sacar una sonrisa a su amiga.

¡Lo sé! - dijo ella también sonriendo - tiene muchos gestos como los de él - no es que hubiera observado mucho a Malfoy en el pasado o ¿si?, se preguntó internamente.

Mamá, tío Harry mira, este es mi libro favorito - dijo el pequeño Scor regresando de su habitación poniéndose cómodo para leer.

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En los días siguientes Hermione salía muy temprano a su trabajo dejando a Harry con Scor. Ella debía cerrar los asuntos e investigaciones pendientes, despedirse de sus antiguos compañeros, de ese lugar que tanto le había dado paz y de la vida tan tranquila que había llevado durante esos 5 últimos años.

Se encontraba en algún punto entre América Central y América del Norte, ahí había conocido tantos misterios, tantas formas de magia y formas de vivir tan gratos. En Veracruz, México incluso descubrió que había un pueblo mágico a la vista y acceso de cualquiera incluso de los muggles, fue tan maravillo ver algo así; brujos sin ocultarse y muggles fascinados con ellos e incluso finjiendo ser brujos. Sin duda el misticismo y conocimientos que existían sobre muchos tipos de magia fue impresionante.

Todo lo que vivió le confirmaban día a día que decidir iniciar ese viaje fue lo mejor que pudo haber hecho, a pesar de haber provocado la ruptura de su matrimonio con Ron.

Pero ahora su tiempo como mujer trotamundos había terminado y no porque nadie se lo ordenara, sino que era tiempo de volver a la realidad y tenía que ver por el bien de su pequeño Scorpius.