Capitulo 14 la ironia.

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Cuando empecé a llorar, solo pedía escapar, pero no podía dejar solo a Freddy, sentí como si el corazón se apretara y quisiera dejar de funcionar, la maldad en los ojos de mi madre le asentaba tan bien que sabía que ese era su naturaleza, era una bestia y yo su hija... no sabía a quien hablar en eso algo me sorprendió otro fantasma que pensé haber dejado atrás con su Marlo... estaba allí con vendas en el cuello, no dijo ni una sola palabra y solo actuó.

De la nada agarro las muñecas de Marcus y lo inmovilizo luego simplemente lo durmió, cuando vio a mi madre finalmente abrió la boca para hablar.

- Como es posible que quiera matar a su hija – dice el con desdén – que poca inhumanidad tienen – dice el mientras la agarra del cuello, veo a mi madre de nuevo.

- Hija... ayúdame – dice ella extendiéndome sus manos... veo a Marlo quien me ve fijamente.

Mi humanidad se ha quedado corta... ya no puedo confiar en nadie, es imposible hacerlo... cuando estoy a punto de asentir con la cabeza y renunciar a mi humanidad, veo los ojos de mi madre una parte de mi se contrae y evita que lo haga, solo tengo que asentir pienso en mi cabeza, tan difícil es... respiro profundo.

En eso pienso en todo lo que ha hecho mi madre entonces en vez de asentir levanto el mentón y me acerco a mi madre, le regalo una sonrisa de suficiencia.

- Madre... - empiezo luego niego con la cabeza decepcionada – eres una desgraciada, nada de lo que hiciste fue correcto y no tienes idea de las ganas que tengo de deshacerme de ese lastre que tú eres - le digo con toda la honestidad – pensé que te habías suicidado, lo bueno de matar fantasmas es que es como si no hubiera pasado – digo mientras me doy la vuelta y chasqueo los dedos y Marlo lo hace.

Luego de ese momento tétrico a lo mejor conseguiré un poco de paz, cuando veo a Marcus, ordeno a Marlo levantarlo, este acata y cuando Marcus se despierta y ve a mi madre muerta se asombra.

- Siempre supe que eras un monstruo – me dijo el asombrado – pero nunca pensé que serias tan extrema – dice mientras patea con su pie uno de los brazos de madre que es solo un cadáver.

- Michell ¿confías en él? – dice Marcus señalando a Marlo.

Yo me permito reírme.

- El fue quien mato a mi madre – le digo seria. – no fui yo, así que no soy un monstruo – digo mientras veo a Marlo. – en fin, debo ir con Freddy – digo con una sonrisa malvada.

Empiezo a caminar, solo quiero olvidarme del asunto, Freddy está en casa, juntos allí somos imparables, quiero pensar como voy acabar con esto de una buena vez.

"FREDDY "

Iba corriendo, pensé que la perdía, pensé que estaría muerta de serlo prometo que se las vieras conmigo ese Marcus como se le ocurre ser tan horrible que me da ganas de ponerlo bajo tierra a veces, es mi hermano, pero es un criminal, Kirby empezó a enloquecer desde su madre, no sabía a quien recurrir y decidí hablar con el psicólogo del colegio para ver si nos podía ayudar sin embargo Kirby ya había entrado en un ciclo de locura que hizo que se enfrentara a Marcus después de eso fue tarde.

El disparo que dio Marcus en defensa le iba costar la vida a Kirby porque esa ya no era Michell eso solo era ya Kirby.

Singapur la había rechazado después del alboroto que hizo, siempre que pude la acompañe incluso renuncie a la beca en España con tal de estar con ella sin embargo iba ser muy tarde para ella, la oscuridad ya había entrado en ella y posiblemente nunca mas volvería a ser la misma chica que yo ame...

Respire profundo cuando me dieron el diagnostico, decía que debían internarla o hacer la eutanasia, ambas situaciones estaban aterrorizando mi mente una la mantendría viva y la otra la dejaría tranquila, debía ser justo, me duele dejarla ir, pero Michell ya había muerto antes, hace tiempo había dejado de ser Michell y todo por mi culpa a veces me da ganas de volver en el tiempo y evitar esta terrible situación hubiera sido honesto y nada de esto hubiera sido así...

Llore en mis adentros sin parar de culparme porque no puedo evitarlo, tan solo quería una vida simple, pero yo solito me complique por ser un desgraciado egoísta.

Mi egoísmo me trajo hasta este escenario que puse en locura a lo que mas amaba y a lo que quería a mi lado. Mi alma ya estaba sucia, mi sensaciones estaban nubladas y no quería hacer sufrir más a alguien que yo quiero con todas mis ganas, con todas mis ganas quería que fuera feliz.

- Nos da el numero del padre de Michel – me dice una médica, no parece tan mayor.

- Claro denme un momento – lo digo mientras por dentro me moría por llorar.

- Se que es difícil la vida, a veces nos aprieta y creemos que no somos capaces de seguir adelante, pero déjame decirte que la decisión que tomen va ser para el bienestar de Michel recuérdalo – cuando ella me dice eso es destructivo, sinceramente siento como si rasguñara a todo mi ser.

- Aquí está el numero – digo mientras entrego la tarjeta del papá de Michell.

- Claro – dice ella tomándola y marcando inmediatamente el número.

Me siento en la silla de espera y me quedo viendo como familias tras familias sufren, reciben la noticia de que han muerto pocos salen aliviados, otros tienen negación hay quienes gritan y luego lloran entre gritos ahogados realmente siento como la piel se eriza cuando veo a Luigi y el padre de Michel entrar, al verme se que tienen ganas de ahorcarme no los culpo yo también lo haría.

- ¡Mi hija, era brillante tenía un futuro y tú se lo jodiste! – dice el papá de Michel en una alegata hacia mí.

- No sé qué hacer – le digo mientras trato de contener mis lágrimas.

- Eres un desgraciado, Marcus y tu deberían estar bajo tierra, solo puedo decir eso – dice Luigi en un arrebato de enojo.

- ¿Entonces le vamos a enviar a un manicomio? – digo yo con cierto fastidio.

Luigi y el papá de Michel se quedan reflexionando sobre si la eutanasia es la mejor opción, es lo mejor, discuten Luigi con su papá sin embargo el quiere tanto a Kirby como a Michel que sería incapaz de hacerle algo así.

En eso llega la medica quien se presenta finalmente.

- Buenas noches soy la Psiquiatra Ixmucane Arriaga – dice ella mientras les presenta el diagnostico – en ustedes queda la decisión de si librar a Michel o meterla a una clínica – dice ella tratando de ser lo mas dulce posible.

- Déjenos cinco minutos – le digo yo sin pensarlo.

Después de que ella se va y nos deja a los tres y nuestras mentes más oscuras que un callejón solitario de la zona uno.

Veo como la vida puede ser irónica, como mi acto de egoísmo arrastro a una familia entera a la miseria todo por mi culpa, todo por sabotear la vida de Michel, daría lo que fuera por que Michel sobreviviera y tuviera una vida mas tranquila. 

Nota de autora: muchas gracias a todos los que han seguido hasta aquí la historia. 

¡Sorpresa!

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