𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐈𝐈

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– ¡Buenos días! ¡Arriba chicas, que ya ha salido el sol! – gritó entusiasta Marlene abriendo las cortinas.

– Maldita sea Marls, ¿Y qué se supone que debo hacer? ¿La fotosíntesis? – se quejó la pelirroja tapando su cara con la almohada.

– Eh, fuiste tú la que pidió que la levantáramos porque quería aprovechar el día – se burló Lily ganándose una mirada fulminante de su amiga.

– ¿Ya estáis listas? – preguntó al ver a las niñas vestidas.

– Um, dah, ¿no es obvio? – respondió Marlene con ironía. Silena rodó los ojos y se levantó perezosa de la cama.

– Me iré a duchar – anunció la pelirroja – ¿os veo luego en el Gran Comedor?

Ambas niñas asintieron y dejaron a su amiga preparándose para el nuevo día. Era sábado y eso significaba descanso, aunque no para Silena, quien había decidido ponerse al día con las tareas. Habían pasado casi dos meses desde su llegada a Hogwarts, noviembre empezaba en pocos días y el frio del invierno ya calaba en los huesos de los estudiantes.

– Buenos días dragoncita – escuchó Silena al llegar a la sala común.

– Buenos días Potty – respondió con una sonrisa – ¿Qué haces aquí solo? – preguntó extrañada al no ver a los chicos con él.

– Tenía que hablar contigo – dijo el chico con sencillez – ven, vamos al Gran Comedor y te voy contando, me muero de hambre.

Los niños salieron a paso lento de la sala común y anduvieron por los pasillos.

– ¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante?

– En breves es el cumpleaños de Sirius, no quiere grandes fiestas, pero queremos darle una sorpresa.

La niña observó al chico pensativa, no había oído a Sirius mencionar nada de su cumpleaños, pero tampoco le extrañaba.

– ¿Te apuntas? – preguntó James al no recibir ningún tipo de respuesta por parte de su amiga.

– ¡Por supuesto que sí! – exclamó emocionada – pero no sé qué regalarle...

– Me encantaría ayudarte, pero los chicos y yo estamos en las mismas –admitió mientras se rascaba la nuca.

– Se nos ocurrirá algo, no te preocupes – animó al muchacho abrazándolo con su brazo por el hombro. James miró a la chica y le sonrió. Se habían vuelto muy cercanos en el poco tiempo que había transcurrido.

– Bien parejita, me alegra que hayáis llegado, estábamos a punto de ir a buscaros – dijo Sirius con burla una vez llegaron al Gran Comedor.

– ¿Celoso Black? – preguntó Silena.

– ¡Por supuesto! – exclamó con orgullo – ¿Cómo osas quitarme a mi Potty? – dramatizó abrazando a su amigo. James le hizo a un lado fastidiado por el mote, pues desde que Silena le había llamado así delante de los chicos, ellos lo usaban para molestarlo.

– Muy bien mis princesas, esta valiosa guerrera se va, les he dicho a Lily y a Marls que desayunaría con ellas – anunció Silena antes de retirarse. Se giró, hizo un gesto de despedida con la mano y se dirigió a sentarse con sus amigas.

– No sé por qué te juntas con Potter, enserio, es muy fastidioso – se quejó Lily. La pelirroja no aceptaba la amistad de sus amigas con los chicos, específicamente con James y Sirius, pues creía que iban a ser una mala influencia para la pequeña.

Relax, my baby, no pasará nada, además, no son tan malos en el fondo – intentó calmar a su amiga.

– A mí me gustan – dijo Marls ganándose una mirada incrédula de Lily y una sorprendida de Silena – es decir, que me caen bien, parecen buena gente – corrigió con rapidez.

𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐁𝐎𝐑𝐍 || 𝓙𝓪𝓶𝓮𝓼 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora