𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐕𝐈

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– Muy bien niños, antes de acabar la clase, ¿Alguien me podría que usos tiene la planta que hemos estado trabajando hoy? – todos los alumnos miraron hacia diferentes lugares evitando hacer contacto visual con la profesora.

– La mandrágora sirve para hacer el filtro restaurativo que sirve para despetrificar a personas petrificadas – contestó Silena aun aturdida por los chillidos de las mandrágoras.

– Perfecto señorita Dragonborn, diez puntos para Gryffindor.

Y con ello acabo el día. La pequeña Dragonborn había descubierto que, pese a los incesantes chillidos de mandrágora, su primera clase de Herbologia había superado sus expectativas, así como la pequeña Mckinnon había descubierto que, pese a ser un horror en pociones, las plantas se le daban de maravilla. A esto, debían sumarle que la clase era con Hufflepuff, y había podido hablar con Aria, y tuvo que soportar las meteduras de pata de Irene. Las cinco niñas salieron de clase hablando sobre esta.

– Bien hecho, sabelotodo – escucharon la voz de James que pasó por su lado seguido de sus amigos.

– Los odio.

– ¿A quién? – preguntó Irene distraídamente.

– A Potter y a Black – explicó la castaña.

– Son críos, déjalos – soltó despreocupadamente Marlene ganándose una mirada confusa de sus amigas.

– Bueno, como sea, me voy a la biblioteca, os veo después de comer – dijo Silena.

– ¿A la biblioteca? ¿Por qué? – preguntó Aria.

– Tenemos un trabajo de encantamientos, quiero acabarlo cuanto antes – explicó la pequeña Dragonborn.

– Yo lo haré mañana, quiero preguntarle unas cosas a Flitwick antes de empezarlo – comentó Lily.

– Vaya par de listillas – se burló la rubia. Silena, se despidió de sus amigas y se dispuso a ir a la biblioteca.

 – A ver, La búsqueda de la quintaesencia, ¿Jeroglíficos y logogramas mágicos?  –  iba leyendo la pequeña en las estanterías de la biblioteca – ¡Uh! Últimos avances en encantamientos –  Silena cogió el libro, aunque no era el que buscaba y se puso...

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 – A ver, La búsqueda de la quintaesencia, ¿Jeroglíficos y logogramas mágicos? – iba leyendo la pequeña en las estanterías de la biblioteca – ¡Uh! Últimos avances en encantamientos – Silena cogió el libro, aunque no era el que buscaba y se puso a ojearlo – Maldita sea, Silena, ¡Concéntrate! – se dijo a si misma devolviendo el libro al estante y buscando el que era – aquí esta – cogió la copia de Hechizos y Contrahechizos, y empezó a leerlo – <<Colovaria. Es un encantamiento que hace cambiar los colores de un objeto o animal...>> – leyó – mhm, interesante – murmuró para pasar a la página siguiente – Calvorio, ¡Oh! Muy, muy interesante – volvió a murmurar con una sonrisa malvada en el rostro. Cerró el libro de golpe y lo guardó en su bolso. Silena salió de la biblioteca sin poder quitar la sonrisa de la cara, hasta el momento en que se cruzó con Potter y Black, quienes iban riéndose, probablemente tras haber hecho de las suyas, aun así, en cuanto vieron a la pequeña Dragonborn dejaron de reírse. Se quedaron quietos los tres, expectantes del movimiento de otro, hasta que Potter tomó la iniciativa.

– Vaya, vaya, pero si es la chica dragón – dijo mientras se acercaba a la castaña con una sonrisa maliciosa.

– Mi nombre no es ''chica dragón'', Potter, aunque no estaría mal que me hicieras el favor de no hablarme – contestó mordaz la pequeña.

– Que carácter – murmuró Black, quien se mantenía alejado de los otros dos.

– ¿Cómo están Evans y Mckinnon? Hoy las he visto en clase, cuéntame ¿Han dejado de tener el pelo de colores o eran pelucas? – se burló Potter. Silena se puso seria, y se acercó a él plantándole cara.

– Os vais a cagar, nadie toca a mis amigos – amenazó la castaña para después seguir por su camino empujando a Potter mientras Back simplemente se apartaba con los brazos en alto.

– ¡Eso ya lo veremos, chica dragón! –oyó la voz de Potter a sus espaldas. Silena no se giró, no contestó, solo se limitó a seguir su camino con rabia en el cuerpo.

– Ignóralos – le aconsejaba la rubia mientras caminaban de vuelta a la sala común.

– Pero... es que... son tan... – habló pausadamente la pelirroja con ira para después soltar un gruñido de frustración mientras gesticulaba exageradamente con sus manos.

– Céntrate en Encantamientos, lo necesitas – recomendó la rubia a Silena haciendo que le viniera un flashback de como hizo explotar un pupitre al intentar hacer un encantamiento.

– Fue sin querer – se excusó en voz baja la pequeña mientras sentía su cara arder de la vergüenza.

– Ya, claro – dijo la rubia aguantándose la risa – además, ¿No te ibas a apuntar al coro? – preguntó tratando de desviar el tema de conversación.

– Y lo haré, ayer pregunté a Flitwick y me dijo que los ensayos se hacen los viernes a la tarde en el quinto piso. Como este viernes es el primer día de ensayos harán las pruebas y las presentaciones y blablablá – explicó la pequeña – además, eso ya me lo preguntaste ayer.

– Si, pero no respondiste ¿Recuerdas? – replicó la rubia.

– ¿Contraseña? – ambas niñas miraron a la Dama Gorda, pues si no hubiera llegado a hablar se habrían quedado ahí plantadas un rato más.

Fortuna major – contestó la pelirroja haciendo que el cuadro se abriera dejándolas entrar – como sea, ¿Qué tal llevas pociones? Hoy te he visto mejor que el primer día – cambió de tema mientras entraba a la sala.

Menos perdida, pero sigo odiándolas – respondió resignada.

– ¿A quién odias? – se escuchó la voz de Lily. Ambas niñas la miraron, estaba sentada en el sofá leyendo un libro.

A ti – se burló la rubia antes de tirarse al lado de su amiga en el sofá ganándose una queja por parte de Lily.

– ¡Me estas chafando! ¡Saca tu culo de encima mío! – se quejaba la pelirroja.

Silena las observaba y no podía evitar sentirse triste <<Si solo ella estuviera aquí>>. La sala común estaba prácticamente vacía, y no era de extrañar, pues los pocos que se encontraban en ella habían sido los primeros en dejar el Gran Comedor tras cenar.

– Sil, ¿estás bien? – preguntó Lily. Silena miró a las chicas, ambas la miraban preocupada.

– Sí, todo bien, solo estoy cansada – se excusó – iré a dormir ya, buenas noches – se despidió y empezó a caminar hacia las escaleras que la llevaban a su habitación.

– Buenas noches – escuchó por parte de sus amigas antes de subir el primer escalón.

<<Si solo...>>



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Holis mis amorees!!!! Empezamos la maratón de capitulos este es el 1 de 3, a lo largo del dia de hoy subiré el resto❤❤❤❤❤

𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐁𝐎𝐑𝐍 || 𝓙𝓪𝓶𝓮𝓼 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora