𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐗𝐕

116 4 0
                                    




El gran día había llegado, Silena se levantó de su cama de un saltó y se preparó para las clases, le tocaba pociones con Slytherin, Transformaciones con Hufflepuff y después de comer ir al campo a jugar contra Ravenclaw, el día se presentaba como una gran aventura y Silena estaba de un humor excepcional.

- Buenos días niños – saludó Slughorn al entrar en el aula.

- Buenos días profesos – contestaron a coro.

- Bien, hoy empezaremos con un poco de teoría – habló el hombre mientras dejaba unos libros sobre su mesa – después hablaremos sobre la poción curadora de forúnculos, que será con la que trabajaremos esta semana.

Marlene soltó un quejido haciendo reír ligeramente a Silena. La clase continuó con calma, haciéndose eterna para la pequeña pelirroja quien llevaba en ansia desde el momento en que abrió los ojos esa misma mañana.

- Por último, antes de que os vayáis, ¿Quién puede decirme que usos se le da al asfódelo? – Silena vio a Lily levantar la mano – Señorita Evans.

- Se usa para la poción herbovitalizante y la pócima para dormir – respondió la ojiverde con autosuficiencia.

- No es una respuesta equivocada pero falta algo... - dejó caer el hombre – Señorita Gallagher.

- También para la poción muertos en vida, y se usa la raíz en polvo, no entera – contestó esto último mirando a la pelirroja con altanería.

- Perfecto, diez puntos para Gryffindor y diez puntos para Slytherin.

Una vez dicho esto, Slughorn anunció que los pequeños podían irse. Lily se sintió cohibida por la mirada de la Slytherin sobre ella. Elizabeth Gallagher, hija de magos puros, y un claro ejemplo del estereotipo de Slytherin.

- Por culpa de gente como ella su casa tiene la fama que tiene – comentó Silena al salir de clase.

- Ni que lo digas – apoyó Marlene. Elizabeth pasó abriéndose camino entre las chicas seguida de sus dos secuaces y Lily tuvo que agarrar a Marlene para que no fuera tras ella y causara un escándalo. Herbología fue más calmado y las chicas estuvieron con Aria e Irene haciendo las tareas que la profesora Sprout les iba mandando. El huracán llego durante la hora de comer. Silena era una caja de nervios incontenible, apenas podía comer de la emoción y no paraba de hablar, no fue hasta que Elian se acercó, que no se calmó –aparentemente-.

- Tu tranquila, saldrá bien – le animó el muchacho mientras andaban por los pasillos.

- Si ganamos, ¿Me contarás sobre tus hobbies y pasiones? – preguntó la pequeña con curiosidad recordando su conversación de la noche anterior.

- Si eso hace que ganemos te enseño hasta mi álbum de fotos de pequeño – contestó riendo. Silena lo observaba, no podía quitar su vista del chico hasta que chocó con alguien.

- Aquí estas, dragoncita – habló el pequeño de rizos.

- ¿James? – preguntó aturdida.

- Te estaba buscando – le sonrió el muchacho.

- ¿Enserio? – James asintió – Dime, ¿Qué pasa? – preguntó confusa.

- Esperaba que pudiéramos hablar a solas – remarcó esto último viendo al ojiverde amenazante. Silena hizo amago de hablar, pero Elian interrumpió.

- Ningún problema, solo no me la entretengas mucho, tenemos un partido que ganar – habló el chico de forma apaciguadora – nos vemos en el campo, peque – acarició el pelo te la pequeña y se fue. Silena lo siguió con la mirada hasta que desapareció al girar hacia la salida. Miró a James quien ponía cara de asco mientras observaba por donde se había ido el chico.

𝐃𝐑𝐀𝐆𝐎𝐍𝐁𝐎𝐑𝐍 || 𝓙𝓪𝓶𝓮𝓼 𝓟𝓸𝓽𝓽𝓮𝓻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora