SILENT BURST [JAKEHOON]

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El martes por la mañana, Sunghoon recibió un mensaje de buenos días por parte de su pequeño. Lo ignoró. Desayunó con Sunoo y Ni-ki y se dio la oportunidad de conocer un poco mas al compañero de su amigo.

Su hermano se llamaba Taki. Tenía 18 y problemas de agresión. Lo habían echado ya de dos escuelas por haber golpeado a varios compañeros y profesores. También era mal educado y muy poco paciente.

─No es malo, conmigo es un sol─ agregó Sunoo─. Solo es irrespetuoso contigo porque eres su hermano y los hermanos no se llevan bien, es la ley de la vida. Pero te ama mucho y lo sabes.

─Contigo es un sol porque haces lo que siempre te pide. Sunghoon, con él tienes que decir que no a todo porque no hay que consentirlo, él cree que por venir aquí estará escapando de nuestros padres. Y no. No lo consientas ¿Me escuchaste? ─lo apuntó con el cuchillo de la mermelada y luego volvió a trabajar con su tostada.

─Taki es un angelito, no le hagas caso a esta bestia. Pero sí, tiene muchos problemas en el colegio. Yo creo que necesita un poco más de apoyó y comprensión ¿Tú que crees?

─Cuando lo conozca, te digo... Pero supongo que Jay estaría de acuerdo contigo.

─Jay es un estúpido ─habló Ni-ki con la boca llena ─cada vez que viene, me molesta mucho y no deja de tocar a mis bebes ¡A Soonie no le gusta que lo toquen!

Siguieron desayunando y conociéndose para una mejor convivencia. Ni-ki afirmó que le agradaba la idea de que Sunghoon se uniera a ellos y compartir el alquiler los tres juntos. Cualquier cosa que significara reducir gastos, Nishimura lo apoyaba. Claro estaba que Sunghoon debía colaborar con la comida, la limpieza y la convivencia mutua. Nada de fiestas porque el edificio no lo permitía, nada de escándalos con los gatos porque Ni-ki echaría a Gaeul. Nada de parejas ni cosas por el estilo.

Una vivienda de tres universitarios con gustos diferentes. Solo debían de llevar la paz entre ellos y ya.

─Te están llamando ─avisó Sunoo.

─No es nadie ─respondió cuando notó que no se trataba de nadie más que su madre.

─Ahí dice Mamá, si yo le hago eso a la mía, no salgo vivo de Corea. Ni siquiera me daría tiempo de hacer mis maletas porque ya estaría aquí afuera con el palo de amasar las pizzas.

Si contara con el humor necesario, habría dicho algo como «Tu mamá es un poco violenta si es capaz de hacer eso». No lo dijo. No estaba de humor. Ahora veía su nueva vida y necesitaba urgente un soporte que lo mantuviera ocupado, el trabajo o los estudios, cualquier cosa que le hiciera no pensar en lo que estaba dejando atrás. Y no importaba si aquello involucraba a Jake y el lastimarlo. Tal vez Heeseung tenía razón, él si era muy capaz de lastimar a Jake.

─¿Vamos?

El trío de universitarios tomó sus mochilas y lo necesario para el día. Cerca del edificio la parada del autobús los esperaba. En el transcurso del viaje, Sunghoon se fijó que después de tantas tormentas, las nubes comenzaban a desplazarse para dejar ver los primeros días soleados. Quería verlo como una señal de que los días malos estaban llegando a su fin. Y ojalá así lo fuera.

El bus frenó de golpe en un semáforo en rojo y el cuerpo de Sunghoon se balanceó hacia adelante y luego chocó contra el asiento. Queriendo volver al cielo despejado no se fijó que a unos metros había un auto rojo que llevaba a una persona en particular. Sunghoon no lo notó ni cuando el semáforo se puso en verde y ambos vehículos tomaron rumbos diferentes. Tal vez Sunghoon no lo había visto, pero Jake sí. Y la primera palabra en el día del castañito fue: «─Sunghoon »

De nuevo en aquel instituto. Jake no sabía muchas de las cosas que sucedían a su alrededor, no era consciente de la preocupación de las personas. Ya todos estaban enterados de la disputa en la familia Park. Las palabras de la madre de Sunghoon fueron claras y precisas.