Memorias de un ángel

Gwenyn

Narra Beelz

Ser un demonio es más fácil que ser un ángel, recuerdo cuando era un angel, muchas reglas, muchas humillaciones de los angeles de mayor rango, y tener que ser perfecto todo el tiempo.

Ser Gwenyn fue bueno, fue una parte de mi después de todo, pero no solo fue eso, hubo cosas buenas en mi vida como ángel, ayude a Dios a crear animales, estaba rodeado de abejas, su sonido le parece molesto a muchas personas pero para mí era lindo me gustaba, me calmaban, como ángel conocí a mi gran amor.... Gabriel, el único ángel que no me veía como menos, apesar de ser el mensajero de Dios era gentil, me preguntó en qué momento cambio tanto, tal vez saber que su gran amor amaba a alguien más fue lo que detono ese lado arrogante y malo en el.

Pero ser el demonio que soy, con el rango que tengo, es mejor o eso creo, soy el príncipe del infierno, tengo muchos muchos demonios a mi mando, tengo todo lo que hubiese querido pero aún así, apesar del rango, apesar de no ganar la guerra, de que no existiera, de la pequeña venganza hacia Crowley y Aziraphale, aún teniendo todo eso sigo cayendo ante el, dejé que entrara en el infierno, dejé que me humillara de nuevo y todo por amor, y aún así no lo odio, no puedo odiarlo, algo en mi me impide odiarlo.

...

Estaba arreglando algunas cosas en mi "oficina" cuando entro Dagon con una carta

-para usted mi señor Belcebú
-sabes de quien es
-no solo estaba con el correo
-gracias

Tome la carta y al tocarla sentí un escalofrío, la abrí y al ver la letra suspire era de Gabriel.

Gwenyn fue difícil aceptar y saber que eres Gwenyn, aquel pequeño ángel dulce y tierno, se convirtió en el príncipe del infierno y es extraño para mí. Pero no importa eso solo quiero que sepas que... siempre te quise, siempre estabas detrás de mi, siempre fuiste atento y....y lamento no haberme dado cuenta de la verdad he perdido tantos siglos tratando de hacer que Aziraphale me note, de enamorar a alguien cuyo corazón ya estaba ocupado, cuando mi verdadero amor ya estaba a mi lado, y no lo vi, tu caíste y ahora que lo se me siento culpable no te protegí, no protegí a ninguno de ustedes, debí hacerlo, de haberlo hecho Aziraphale y Crowley no hubieran sufrido tanto, y tal vez tú y yo podríamos estar juntos, pero ya no me importan las reglas, al carajo las reglas, he sido infeliz por más de seis mil años por seguir las reglas, quiero estar contigo, si tú así lo quieres, podemos estar juntos, no me importa lo que diga Dios o lo que diga Lucifer, importamos nosotros, importa lo que tú y yo sentimos.

Podrás ser Gwenyn, o Beelz o quien quieras ser, yo te aceptaré, ya no me importa nada.

Gabriel

Cuando acabe de leer la carta, sonreí levemente, me levanté y salí de la oficina, escuche a Dagon llamarme pero seguí caminando para salir del infierno, tampoco me importaba lo que dijeran no más.

Corrí tanto como pude, al llegar a la entrada lo vi iba a subir las escaleras hacia el cielo y suspire agitado.

-Gabriel!!! Espera

Se giró y corrí a abrazarlo, sentí que me abrazaba y sonreí.

-Beelz yo...yo en verdad lo siento
-Gwenyn
-que?
-dime Gwenyn, por favor Gabriel
-claro que si...mi querido Gwenyn

Sonreí abrazándolo, estábamos en medio de ambas entradas, y no nos importaba si el cielo o el infierno nos vieran, solo éramos el y yo en ese momento, estando juntos como siempre debió ser.

Notas

Y he aquí el capítulo donde nuestros burócratas se dicen que se aman
Me preguntarán porque a Beelz a veces la escribo como hombre y aveces como mujer, bueno yo me imagino que Beelz cuando era ángel tenía forma masculina, y al ser demonio tiene una forma más "femenina" así que es normal que se puedan usar ambos pronombres además recordemos que como tal no tienen un género así que prefiero usarlo así
Estamos muy cerca del final, pero no sé preocupen habrá un segundo libro de Memorias de un Ángel