Dolor en Do Mayor

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Nayeli se sentó frente a Marsahll, el hombre tenía la funda del violin negro en un rincón de su casa, Nayeli lo había visto aparecer en diferentes parte del edificio, en la reunión de vecinos, saliendo del ascensor, en las escaleras de servicio, pero ahora que lo veía en la habitación de su vecino, cayó en cuenta que siempre estuvo Marshall cerca de aquel estuche. 

--- ¿Cuál es tu conexión con ese instrumento? 

Preguntó Nayeli mientras vestía un delicioso vestido rojo con la espalda descubierta y amarrado del cuello, con unas zapatillas negras de suela roja que había recibido Nayeli de un remitente desconocido. 

---- Veo que seguiste las instrucciones

Comentó Marshall observando el vestido de la mujer, que resaltaba su cabellera hermosa de color negro junto con su piel morena y un maquillaje caprichoso, aquella silueta de la mujer hermosa, Marshall pudo apreciarla, sin embargo no se sentía cómodo, lo que aquellos regalos significaban y no quería que continuará. 

---- No debería seguir con esto 

Soltó el hombre de cabello trenzado después de unos instantes en los que el silencio reino con firmeza por la habitación.

---- Dijiste qué el quería verme, quiero saber cuál es la conexión con ese instrumento

Dijo Nayeli con firmeza observando los ojos de Marshall 

---- Él tiene a mi esposa

Respondió Marshall con la mirada fija en el estuche del violin. 

---- ¿A tu esposa? 

Preguntó Nayeli incredula. 

---- Cuando llegamos a vivir a esta ciudad, no conseguía trabajo, parece ser que no espacio paraun hombre de mi edad en las fabricas de este sitio y al principio las cosas se volvieron realmente duras. En ese entonces mi esposa habló con el dueño del edificio, comenzó limpiando los pisos y haciendo las áreas comunes, pero mi desempleo se extendió durante mucho tiempo y mi esposa tuvo que aceptar cada vez trabajos más complicados, hasta que finalmente aceptó ser la limpia vidiros del edificio. 

---- ¿La limpia vidrios?

Se cuestinó Nayeli con incredulidad,   recordaba haber visto una advertencia al respecto de aquella mujer en las listas que había dejado especificadas Doña Sara. Algo sobre que no debía dejarla entrar. Aquella noción la hizo sentirse confundida y Marshall, como si leyera su mente tomó la palabra. 

---- Para este momento deberías saber que las personas que trabajan en este edificio o que lo habitan, no todas...---- Hizo una pausa midiendo sus palabras

---- No todas están vivas---- Concluyó Nayeli con resignación.

---- No sé a qué se deba o si el culpable es el violinista o si es una victima más, pero si sé que su influjo fue lo que no permitió que mi esposa se marchara. Son sus notas, aquellos acordes melodicos los que hacen que mi esposa y los otros de alguna forma que no puedo explicar, permanezcan aquí, al igual que el esposo de Mandy y los siniestros chicos que trajo con su siniestra melodica. 

---- ¿Qué es lo qué quiere conmigo? 
Preguntó Nayeli, pero esta vez no había emoción en su voz, lo cierto es que no conocía nada de aquel chico y eso la asustaba,realmente comenzaba a ver al violinista como lo que era, un desconocido. 

---- No lo sé, pero la última vez que me vi a solas con él, me propuso le trato que tu viste. 

---- ¿El trato? 

Preguntó la chica. 

---- Me deja ver a mi esposa----Contestó Marshall sumiendose más en su asiento. 

El Violín NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora