El omega del dragón [Y.M] [✓]

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—Tiene fiebre muy alta. —escucho decir. —en su estado es muy peligroso.

—¿Hay algo que pueda hacer? —preguntó el alfa.

—Cristalizar a su omega. —respondió el hombre. —estando en ese estado es la única forma que sobreviva él y su cachorro.

—¿Por cuánto tiempo? —vio al omega el cual temblaba por la fiebre alfa.

—Lo que dure su embarazo. —dijo. —podrá sacarlo un día antes de dar a luz.

—Está bien. —asintió el alfa.

Yoongi vio como el beta se iba y lo dejaba solo con su omega el cual estaba pálido y sudando, el dragón tomó la mano de su omega y le dio un beso mientras le acariciaba el cabello y luego el vientre, haría todo por cuidarlo. El dragón tomó lugar en la enorme habitación y soltó un fuego mágico que comenzó a cubrir al omega en una piedra roja como la vez anterior que lo rescató, está se endureció protegiendo así al omega. Una mano se puso en la joya y sonrió para darse ánimos así mismo de que todo iba a estar bien y que su omega mejoraría y que al paso del tiempo tendrían un hermoso hijo que jugaría con ellos.

—Sé fuerte cariño. —habló el alfa. —por nuestro hijo que llevas en tu vientre.

Él abandonó la habitación y se dirigió a la del bebé, miró el lugar el cual ya estaba casi terminado de arreglar, él acarició las sábanas y los juguetes con una pequeña sonrisa, rezaba a la diosa Luna para que Jimin mejorará y no le pasará nada malo. Él miraba el cristal en el cual estaba su omega, Yoongi cada semana cambiaba el cristal para que el omega tomara un poco de aire y poder limpiarle su cuerpo, él miraba a su omega el cual estaba con los ojos cerrados.

—Haré lo que sea para mantenerte a ti y a nuestro hijo con vida. —le limpió el rostro. —lo juró.

Yoongi paso el trapo húmedo por todo el cuerpo de su omega mientras dejaba salir su aroma para tenerlo en el sueño profundo, al finalizar de limpiarlo le puso ropa limpia y le dio un beso en la frente, en los labios y en el vientre y luego lo volvió a envolver en el cristal rojo. El alfa cerró los ojos para contener las lágrimas y no llorar, pues su lazo era fuerte y estando mal podría lastimar aún más a su omega y era lo que menos quería.