Iracundo: Historia de un Asesino

Capitulo 4: ¿La vida perfecta?

Pasaron 8 años,y algún que otro vecino preguntaba por el difunto, yo repetía la misma historia, entonces el cuestionario terminaba ahí.
Nuestra economía mejoró, yo llevaba la leche, quesos y cosechas al pueblo a vender y la gente me veía como el pobre muchacho que quería sacar adelante a su familia, que fue abandonado por el padre.
Todo marchaba genial, pero siempre venía a mí el recuerdo de "la cosa", en momentos en los que alguno que otro tipo se creia más vivo, por ser mayor que yo, pensaba ¿Dónde diablos estás cuando te necesito?
Transcurrieron los años, y "la cosa" era solo un recuerdo. Mis hermanos ya eran grandes, y ayudaban con la comercialización de nuestros productos. Yo por mi parte, solo administraba las ventas. No podía quejarme, vivía bien; tenía una gran casa con mucho espacio para mis futuros hijos, una mujer que era la envidia de cualquier hombre, hablo por lo bonita porque era una mujer totalmente ignorante, a la cuál saqué de un rancho, del que pedía a gritos que la rescataran. Pero bueno, al menos cocinaba delicioso.
No podía decir que la amaba, pero sería un excelente envase para llevar a mi futuro heredero, sus genes eran más "finos" por decirlo de alguna manera, serían hermosos, si salieran a ella por supuesto.
Todo marchaba perfecto, pero ella aún se negaba a darme el título de padre, siempre ponía excusas sumamente tontas "no voy a tener tiempo para vos", "va a cambiar nuestro matrimonio" o "mi cuerpo se arruinaría", ¿Pueden creerlo? Me pareció tan egoísta de su parte, yo que le daba todo, no tenía que hacer absolutamente nada, solo estar bonita y sonriente para mí.
Los días transcurrían, pronto cumpliríamos 5 años de casados, yo me la pasaba en la oficina llenando papeles, sacando cuentas, viendo que todo estuviera en orden, y ella organizando la casa, la cena, que todo estuviera perfecto hasta que terminara de trabajar. Pero una tarde, cuando había acabado mí labor noté su ausencia, mí cena no estaba hecha. Mí estómago rugía del hambre y pronto llegó el mal humor. Pasaban las horas, y de repente escucho que alguien entra, la descarada venía súper campante y alegre de la calle.
_¿Donde diablos estabas? ¿Y por qué la cena no está hecha?
A lo que me responde
_ Fui con las chicas a tomar un café en un nuevo club que abrieron en el pueblo, no creí que te molestará.
Un fuego interno se encendió dentro de mí, ¿Quién se creía ésta mujerzuela? ¿Quién le había dado permiso? Solo me acerqué lentamente a ella, y comencé a besarla con fuerza, apretando su cuerpo contra el mío, y le dije
_ es hora, de hoy no pasa, quieras o no, me vas a dar un heredero.
Ella increíblemente me empujo, y se limpio la boca. Totalmente sacado de mí, le grité
_ ¡Me das lo que te pido o vuelves a ese rancho asqueroso del que te saqué!!!
Comenzó a reírse, mientras caminaba por la sala, y de repente me dijo en un tono burlón
_¿Estás seguro querido? ¿Eso querés? ¿Pensaste que me ibas a desechar cómo basura y que me iba a ir con las manos vacías?
Todo se oscureció…
Totalmente sacado de mí, le grité
_¡o me das lo que te pido o vuelves a ese rancho asqueroso del que te saqué!!!
Comenzó a reírse, mientras caminaba por la sala, y de repente me dice en un tono burlón
_¿Estás seguro querido? ¿Eso querés? ¿Pensaste que me ibas a desechar cómo basura y que me iba a ir con las manos vacías?