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El sonido de la anunciante voz monótona suena entre las bocinas colgadas en diferentes partes del aeropuerto, se aclara la disponibilidad del próximo vuelo con destino a la ciudad de Guadalajara, y entre la multitud de viajeros Dante Castilla avan...

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El sonido de la anunciante voz monótona suena entre las bocinas colgadas en diferentes partes del aeropuerto, se aclara la disponibilidad del próximo vuelo con destino a la ciudad de Guadalajara, y entre la multitud de viajeros Dante Castilla avanza portando una sofisticada maleta, trajeado y debidamente afeitado fiel a su costumbre; su mirada luce tranquila después de pasar por los debidos procesos de papeleo en migración y equipaje para su llegada en la ciudad de México. Había dejado el caribe colombiano ya a miles de kilómetros sintiéndose a gusto de pisar tierras sin la urgencia de cumplir citas, ni reuniones o compromisos con inversores propios de una agenda laboral. Esta vez era su afición por el arte lo que le hacía visitar de nuevo este país.

No hacía más de dos semana, cuando entre consultas a páginas de reconocidas casas de subastas dio con algo que atrajo toda su atención, la subasta de un lote de fotografías de Mario Rincón, Dante conocía muy bien el trabajo del fotógrafo y esta era una oportunidad para hacerse con parte de esas imágenes para su colección privada, contactó con la casa Rojas Murán de inmediato y los organizadores se mostraron animados de tener su participación por lo cual la invitación no tardó en llegar, la subasta se celebrará a las afueras de la ciudad de Guadalajara.

Una vez llegado a su destino sentía ansiedad de conocer a la mujer que lo recogería, si bien su visita era por las fotografías deseaba también un poco más de entretenimiento.

El letrero con su nombre le mostraba a una mujer de delgada figura dentro de un vestido de una pieza en color plata y negro, el empresario hizo una pausa para mirarle esperando que ella reaccione de la misma manera.

—Señor Castilla, es un gusto conocerlo, soy Lucía y seré su guía por este maravilloso estado —dice al tiempo que estrecha su mano.

El colombiano no vacila al responder su saludo.

—El gusto es propio, el ser recibido por una belleza local como tú da para asegurar una buena bienvenida al país —dice añadiendo una sonrisa cálida.

Los pómulos de la restauradora toman un tono rosado ante las palabras del invitado aliviando un poco el opresivo sentimiento por Alan.

—Por favor, hará que lo crea señor Castilla —Y suelta una risa.

El hombre observa la reacción de Lucía y para amenizar el momento le confiere el derecho de tutearlo.

—No me trates con formalidad puedes decirme Dante, ahora no estoy en mi faceta de empresario si no de alguien que también ama el arte.

Lucía sonríe por la petición, las formalidades no son lo suyo y el extranjero daba un aire de confianza en sus palabras.

—Gracias Dante me alegra saber que consideras el arte de esa manera, pues bienvenido a Guadalajara.

—Bueno estoy a tu disposición, hermosa guía.

—Lo primero es ubicarte en el hotel que se ha reservado a tu petición— dice sacando su móvil.

En tu lugar [TERMINADO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora