Adictiva [Vegeta y Bulma] [DBZ]

•Sinceridad•

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Desperté sintiendo la alarma del celular como dos taladros agujereado mi cien. Busque a ciegas hasta encontrar el celular y lo avente lejos escuchándolo caer por algún lugar de la habitación y apagarse por el impacto.

Me removi en la cama con fastidio, la cabeza se me partía en pedazos y traía el humor de mil demonios. Definitivamente consecuencia de una mala noche.

Me senté en la cama mirando todo desorden de mi habitación con el ceño fruncido, odie cada estúpida cosa que veía, miraba todo con ganas de levantarme y destruir lo que encuentre a mi paso.

Suspiré con hartazgo, definitivamente es un mal día.

Me levanté y fui hasta el baño, me lave los dientes y acomode un poco mi cabello. Mi cara era el horror. Había pasado toda la noche llorando así que tenía los ojos colorados, hinchados y cansados. Suspire y batalle contra las instensas ganas que sentía de volver a la cama y quedarme tirada ahí por el resto de mi vida.

Volví a la habitación y busque entre todo el desastre hasta encontrar un porro. Lo encendí con la esperanza de que me ayude a bajar la ansiedad y no terminar por mandar todo al demonio.

Aunque no tenía ni un poco de ganas debía asistir a la terapia con Vegeta si no quería pasar los próximos 7 meses en la correccional. Suspire frustrada. ¿Cómo conseguiría salir a la calle sin matar a alguien? O acabar matandome yo, que de hecho ganas no me faltan.

Me senté en el suelo terminando de fumar mi cigarrito hasta comenzar a sentir como de a poco llegaba el efecto, suspire sintiéndome un poco más aliviada. ¿Que podía hacer para contrarrestar un mal día?

Pensé en que cosas me ayudaban normalmente a superar estos días de mal genio pero que no involucre sustancias ya que debía asistir a la terapia lo más fresca posible, lo que faltaba era que terminen metiéndome en un centro de rehabilitación por adicta.

Entonces una idea cruzo mi mente como un rayo, ~ ir de compras ~ eso siempre me cambiaba considerablemente el humor. Aunque tendría que esperar a salir de la terapia la sola idea ya me hizo sentir un poco mejor.

Me levanté del suelo y comencé a buscar en mi Placard ropa que me quedé de infarto por dos razones. Una era que eso me ayudaba a levantarme un poco el ánimo y la otra era que quería verme increíble para que Vegeta acabe por rendirse a mis pies.

Después de un largo proceso de preparación termine así:

Casi no me maquille los ojos ya que aún están hinchados. Solo apliqué varias capas de máscara de pestañas y luego busque un par de lentes que hagan juego con el resto de mi outfit y de paso escondan mis ojos que eran la evidencia más cruda de la pésima noche que pase.

Busque dónde fue que aterrizó mi celular y lo levanté, luego de que encienda vi la hora dándome cuenta que aún me sobraban 25 minutos que aproveche para decorar mis uñas con negro y un diseño sencillo así le daba tiempo a secar.