Adictiva [Vegeta y Bulma] [DBZ]

•la promesa•

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                       Pov Vegeta

Noté que un auto se detuvo en la esquina donde ella siempre suele estacionar y luego de unos momentos bajo Bulma con un café en sus manos.

Me resultó un poco extraño verla usar la misma ropa del día anterior, no es común de ella. Una parte de mí me hizo sospechar de inmediato que algo anda mal.

Luego de que el auto se marche Bulma se quedó parada ahí mismo mirando hacia el edificio por unos momentos hasta finalmente cruzó la calle con desgano.

Me quedé pensando un momento en lo rara de la situación esperando pacientemente hasta que el teléfono sonó anunciando su llegada.

Le pedí a Vera que la haga pasar y en un momento Bulma ya estaba cruzando la puerta.

- Holaa - saludo normal cómo siempre pero mis sospechas no se disiparon.

Camino hasta mí dejando su café sobre el escritorio y apoyándose en el quedando frente mío. La observé  un momento notando que no trae ni una gota de maquillaje y su cabello aún está húmedo.

- Buenos días - saludé acercándome a ella y envolviendo mis brazos al rededor de su cintura.

Bulma pego la cabeza a mi pecho y se quedó ahí unos momentos, solo abrazándome cómo si se estuviera refugiando de algo.

Definitivamente algo va mal.

- ¿Cómo te fue en tu examen? - pregunté imaginando que a lo mejor su baja energía se debe a haber desaprobado el examen.

- ay mierda no - se quejo despegando la cabeza de mi pecho y tomándose el rostro con frustración - lo olvide -

- ¿No fuiste al instituto? - pregunté aunque es claro que no, de otro modo no lo olvidaría.

- No.. - suspiro - Mira si te soy franca lo único que hice ayer fue beber y fumar todo el día - reconocío sin ponerle mucho peso al asunto.

- Okey.. - procese la información mientras ella se alejaba de mi apoyándose en el margo del ventanal  - ¿Todo bien? - indague acercándome con cautela

- Si, cómo siempre - se encogió de hombros dándome la espalda y mirando hacia afuera.

Definitivamente no está como siempre y voy a averiguar que está pasando.

- ¿Si recuerdas que fui tu psicólogo por más de 4 meses no? - pregunté con un poco de gracia colocando las manos sobre sus hombros notando la tensión de su cuerpo - Y de hecho lo sigo siendo, así que no puedes mentirme - bromeé masajeando suavemente sus hombros sintiendola tensarse aún más por mis palabras
- va, suéltalo - pedí y como respuesta obtube un suspiro cargado de tensión.

- ya.. olvidaba tus poderes de psicólogo - bromeo riendo levemente
- Lo mismo que me ha jodido toda la semana.. Aídan - explico nombrando con amargura a su novio.

- ¿Que pasa con Aídan? - Cuestióne extrañado por qué ella no haya comentado nada al respecto, de hecho cuando hablábamos evito tocar el tema cada vez.

- Pues.. en resumen, todo se volvió una puta mierda - expreso con tristeza haciéndose hacia atrás hasta recargar su espalda en mi pecho
- desde que volví de ese fin de semana todo se jodió.. ayer discutimos feo, resulta que supo lo de Patrick y actúa como un verdadero idiota - se quejo con molestia e hizo una pausa - Y hoy.. - hubo un breve silencio y espere pacientemente que continue haciendo leves caricias en sus brazos. - hoy comprendí la razón - aseguro con angustia respirando con pesadez.

Baje las manos a sus caderas para girarla y vernos de frente.

Sus mejillas brillan por las lágrimas que caen de sus ojos, la punta de su nariz está colorada y sus ojos cristalizados reflejan tristeza.