-"30 Días"-×-"30 Retos"- >Spartor< Concluida

💙☆~ S ♡ R ~☆ ❤

☆~Narra R~☆

La alarma de mi celular sonó muy temprano, exactamente a las 4:45, el sol no daba señales de salir aún, y aunque podría ser fastidioso levantarse a esa hora para muchos, yo simplemente sonreí con entusiasmo.

Me levanté de la cama y apagué la alarma, tomé mi ropa limpia para luego entrar al baño y darme una ducha, durante todo el tiempo no podía dejar de sonreír inconsciente a la nada.
Salí del agua para secar mi cuerpo y cambiarme, cepillé mís desordenados mechones pelirrojos para después pasar la secadora por los mismos.
Intentaba contener el ruido en mi habitación, pero era más que obvio que ya había despertado a más de una persona en casa.

Terminé de acomodar mi cabello, seguía mi rostro, usé el maquillaje de diario, pinté mis labios con un carmesí discreto, puse algo de rubor en mis mejillas, y un pequeño delineado sobre mis ojos.

Regresé a mi habitación y tomé mis maletas además de una mochila pequeña en la que llevaba mis objetos de uso continuo, como mi celular, mis audífonos, un poco de polvo y uno que otro dulce.
La puerta se abrió dejando ver a mi madre adormilada, le sonreí exageradamente mientras ella solo bostezo y me hizo señas para apurarme.

Bajé las escaleras con maleta en mano, subí todo a la cajuela del auto para luego volver a subir las escaleras y despedirme de mi padre y hermano, aun dormían, pero me dijeron adiós.
Una vez más bajé y ahora subí al auto, en el asiento de copiloto, mi madre estaba sentada a mi lado, tomó algo de café y arrancó sin prisa.

5:25 llegamos al aeropuerto, mi madre me acompañó hasta la puerta de este, tomó mis manos con tristeza y me dijo.

Raquel, hija, se que ya eres una señorita, pero quiero que sepas que siempre serás mi niña, y no quiero que nada te pase mientras no estés conmigo, porfavor, cuídate- sus ojos cristalizados soltaron unas lágrimas.

Estaré bien mamá, lo prometo, me cuidaré, lo juro- la abracé de inmediato, no quería llorar porque arruinaría el maquillaje.

Confío en tí, eres más inteligente de lo que crees, solo ve con cuidado- me tomó de las mejillas y dejó un beso en mi frente.

Tendré cuidado mamá, tranquila- volví a abrazarla rápido y luego me alejé un poco, tomé mis maletas y me adentré al aeropuerto.

¡Saludos a Sara cariño!- me gritó de lejos y yo solo voltee y alcé mi pulgar hacia ella.

Sara es una chica que vive lejos de mí, nos conocimos en un grupo de Internet, no recuerdo muy bien de que trataba, pero fue solo una coincidencia haberme topado con ella. Ahí mismo me di cuenta de que Sara era una chica maravillosa, una gran amiga, luego de que aquel grupo dejara de ser activo y ya nadie hablaba en el, Sara y yo conservamos nuestras conversaciones diarias.

Era divertido hablar con ella, tenía una personalidad casi contraria a la mía, pues yo soy muy infantil casi todo el tiempo, pero ella rara vez se reía de mis chistes tontos.
Hablábamos a diario, ya se había vuelto costumbre, y me encanta, había veces en las que nos poníamos de acuerdo para hablar hasta la madrugada, pero por el diferente horario que teníamos, las charlas terminan pronto, pero no muy pronto.

Y justo hace un mes hablábamos de conocernos, yo estaba encantada con la idea, aunque parecía que a ella no le hacía mucha ilusión. Pero finalmente logré convencerla de hacerlo, así que ahora me ven aquí, sentada en el aeropuerto esperando mi avión hacia ella. No podía dejar de pensar en lo emocionante que sería poder pasar más tiempo con ella fuera de pantalla, mi alegría se reflejaba en los impacientes movimientos de mi pie, estaba realmente nerviosa pero alegre sin duda.

Escuché algo de música mientras esperaba, el vuelo era a las 8, pero por algo tenía que estar un par de horas antes, nunca entendí el porqué.

6:31 mi estómago exigió alimento, así que me levanté para buscar algo, por suerte todos los negocios abrían temprano, entonces desayuné una dona con chocolate caliente, no tomo café.