Hola amigos, aquí Lord Belias con un nuevo capítulo de esta historia,tarde pero seguro, y es que he estado algo ocupado, y aveces me daba pereza escribir, pero ya tengo adelantados algunas cosas y en los siguientes días voy a publicar más, por otro lado este capítulo es extra largo, una recompensa por la espera, para que les dure un buen rato, léanlo con calma, y espero que lo disfruten.
Más de un milenio había pasado desde aquella batalla, pero aun ahora lo sucedido en aquel entonces se recuerda muy claramente. Las historias sobre la llegada de las 3 grandes calamidades se contaban de una manera tan detallada, que cada persona que llegaba a escucharla casi podía sentir que estaba en ese lugar, enfrentándose a las bestias que estuvieron a punto de arrasar con toda la vida existente sobre el mundo, llenando de miedo a unos, mientras hacía hervir la sangre de otros, quienes soñaban con algún día tener el poder necesario para crear una leyenda tan gloriosa, como la que forjaron los dioses.
Se cuenta como una fuerte tormenta cubrió toda la región, que el cielo se oscureció, era como si el sol le tuviera miedo a lo que se acercaba, y prefirió ocultarse detrás de las nubes, se cuenta que la tierra tembló y los mares se agitaron. Se cuenta que el bramido de aquellos monstruos hizo estremecerse al firmamento, a las montañas desmoronarse y que olas colosales se tragaran todo lo que estuviera cerca. Tantas cosas se cuentan sobre aquel suceso, pero lo que llena de terror a todos los que las escuchan, es que cada una de esas palabras son verdaderas, ya que el infierno se abrió, y de las entrañas del Tártaro emergieron monstruos que solo podían compararse con catástrofes de la naturaleza.
El mundo entero presenciaba su inminente final, no había uno solo que tuviera la esperanza de sobrevivir ante el desastre que había caído sobre ellos. Los ejércitos eran aplastados bajo el colosal cuerpo del Behemoth, se hundían en el frio abismo marino ante la presencia del Leviatán, o eran calcinados por el rio de fuego que brotaba de las fauces del dragón negro, hasta que ni siquiera cenizas quedaban de ellos. No pudieron hacer nada más que suplicar por un milagro, que rezar por un final rápido, llorar de impotencia, y clamar a los cielos por alguien que los salvara.
- ¡Sequen sus lágrimas, dejen de rezar y siéntanse libres! - todos alzaron la vista, incluso el dragón desvió su mirada hacia el firmamento al momento de escuchar - ¡¡¡De disfrutar el espectáculo!!! - una potente voz resonó, una luz intensa iluminó el cielo y descendió como si de un rayo se tratara, impactando contra el cuerpo del monstruo y haciéndolo caer aplastando una montaña con su colosal cuerpo.
Nadie podía creer lo que estaban viendo, aquella bestia había sido derribada, una criatura que con solo su presencia hacia sucumbir a las naciones, había caído ante alguien que se encontraba parado en el cielo. Todos se quedaron petrificados ante aquello, incluso cuando la tierra se estremeció ante la caída del dragón negro, ni uno solo pudo reaccionar, y sus ojos nunca se apartaron de aquel par de extraños - sequen sus lágrimas, dejen de rezar y háganse a un lado, porque los dioses han escuchados sus suplicas, y han venido para acabar con esta bestia - pronunció con una enorme sonrisa en su rostro.
Parado delante de ellos estaba un hombre de cabellera rubia, de una edad cercana a los 40 o poco más, quien en su mano portaba una lanza que emitía destellos y chispas, era como si sostuviera un rayo en su palma, mientras que a su lado, había una hermosa mujer de cabellos violetas, con un vestido azul celeste, llevaba una espada en su mano derecha, y un látigo en la izquierda, este brillaba como si estuviera hecho de oro, y emitía un calor abrazador.
Nadie se movía, no decían nada hasta que escucharon un estruendo producirse en la distancia - parece que Hades también ha comenzado su batalla - dijo aquel hombre a la mujer que lo acompañaba - entonces no perdamos más el tiempo, ese dragón no se asesinara solo - todos vieron como el monstruo se estaba levantando, con solo mover su cuerpo la tierra se sacudía y agrietaba. El miedo era más profundo a cada segundo, y tan solo podían mirar a ese par de desconocido caminar de manera tranquila hacia la bestia, siendo uno de aquellos soldados el único que pudo decir.
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El último Argonauta
FanfictionNacido entre leyendas, estaba destinado a convertirse en una incluso más grande. Fue criado para ser el más grandioso de todos los héroe, para ser alguien que superara a quien era llamado "el Argonauta" Vivió luchando y enfrentado pruebas mortales...